Travesía de Arica (Chile) a Ecuador

Amanecimos el jueves, día 17, con un colocón de padre y muy señor mío. La marejada continúa con su tren de olas que entran por la bocana del puerto sin cesar y al PRATI, por estar fuera de resguardo, le alcanzan todas.

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Ante esta situación tan molesta hemos decidido zarpar sin excusas el viernes a mediodía. Activamos el zarpe y las autoridades, capitanía, policía y aduana, vendrán a dar el zarpe oficial arriba del barco.

Según lo convenido,  a mediodía del viernes, aparece Capitanía y la policía, con los que despachamos sin problemas. Aduanas no se presenta y hay que acudir a sus dependencias. El funcionario de turno, ante la documentación que presentamos y si estudiar nada de nada, lo primero que plantea es multa. Nosotros el pasado diciembre hemos solicitado la prórroga de estadía del barco y nos contestaron que se había trasladado al departamento correspondiente. Ante la ausencia de noticias, dimos por bueno lo del silencio administrativo.

Después de dimes y diretes con el funcionario, éste decidió hacer las consultas pertinentes y el resultado fue que teníamos concedida la prórroga para un año más. Hay mucha gente por el mundo que lo primero que intenta es crear problemas cuando no los hay.

Con todos los parabienes, a las 3 de la tarde, hora local, levamos ancla y zarpamos. Rápidamente izamos velas y vivimos una tarde de relax, después d lo mal que lo habíamos pasado en "puerto" viento flojo pero adecuado. Al atardecer cae el viento y motor hasta la 1 de la madrugada, hora en que reaparece para establecerse firme, con baja intensidad y algunos momentos de F-4. Así pasó todo el día 19.

Como enseguida, a 6 millas, estamos en las costas de Perú, ya hemos cambiado los relojes de a bordo. La hora local de aquí es UTC – 5.

Durante la comida, avistamos por la popa un grupo de cetáceos, posiblemente orcas, que elevaban sus grandes moles fuera del agua, cayendo estrepitosamente sobre el mar, formando olas, mientras otras sacan la aleta caudal y con ella golpean con insistencia la superficie. Imaginamos que se trate del sistema que tienen las orcas para deshacer lo apretado de los cardúmenes y desperdigarlos para así hincarles el diente.

El espectáculo duró unos cuantos minutos y pudimos disfrutar de la experiencia, tomar fotos e incluso un vídeo.

Aún con los cetáceos en lontananza apareció en nuestra pantalla de plotter un barco que navegaba en distintos rumbos a velocidades de vértigo, llegando a los 90 nudos. Nuestra incredulidad es total. El número de MMSI (el identificativo internacional) no aparece en nuestro listado oficial de países, ya que empieza por 987, tampoco figura la eslora y la manga, el radar no lo ve a 11 millas. Todo un misterio. Si esto nos ocurre por la noche el susto es de impresión. Elucubraciones, vueltas, mareos y el "barco" espía sigue evolucionando. De repente aparece en pantalla un barco con MMSI de Ecuador y parámetros normales, al que nuestro barco fantasma da vueltas sin cesar a 50 y 60 Kts. de velocidad.

Posteriormente se nos ocurrió la idea de que la única opción creíble es que este artefacto sea una especie de drone, lo que justificaría esta historia.

Estas dos noches que llevamos navegando han discurrido por zonas de pesca. Lanchas  pequeñas que el radar detecta mal y algunas sin iluminación, por no hablar del VHF que llevan, si lo tienen, de adorno.

Anoche, en la primera guardia y por casualidad, el capitán observa que hemos enganchado un arte de pesca y que lo vamos arrastrando por ambos costados. Se despierta a la tripulación, se toman las precauciones adecuadas para no caer al agua y con bichero y navaja nos desprendemos de la cola de palangre que llevábamos por las popas. Y ahora queda la duda de si hemos resuelto el problema o queda el cabo guía, atrapado en las orzas y suelto por sus extremos con posibilidad de ir a hélices. De momento la utilización de motores está totalmente prohibida. Al amanecer estudiaremos el caso.

Posición a las 24,00 hora local
Latitud.-    17° 21’00 S
Longitud.- 72° 57’06 W

Arica, la puerta Norte de Chile

01 nuestro polizón de la crónica anterior

             Nuestro polizón de crónica anterior

El viernes, por la mañanita, fondeamos en el Club de Yates de Arica, en la Posición :

Latitud.- 18º 28´818 S

Longitud.- 70º 19´710 W

Tenemos ancla por proa, transversal a la bocana del puerto y por la popa estamos amarrados a una boya. Nos rodean cientos y cientos de pequeñas gaviotas y algunos pelícanos.

Por estribor se eleva majestuoso el Morro de Arica, con sus 130 m de altura y una gran bandera de Chile en todo lo alto. Es Monumento Nacional y en 1.880 escenario del enfrentamiento conocido como la Batalla de Arica, en la Guerra del Pacífico, que selló la ocupación por parte de Chile de esta parte del litoral.

02 El Morro de Arica

                                                                                     El Morro de Arica

Un pequeño paseo desde el Club de Yates nos lleva al centro de la ciudad que es tranquila y con mucho ambiente en sus calles este mediodía de viernes. El sol brilla, como hace todos los días aquí. Cuentan que una vez llovió un día entero. Algo verdaderamente raro porque lo normal es que no caiga ni una gota de lluvia nunca.

10 fondeo del Club de Yates

                             Fondeo del Club de Yates

11 calle 21 de Mayo

                                                                                  Calle 21 de Mayo

Aquí hemos conocido a la familia Mateo- Lagos, él, español de Navarra, vive aquí hace 50 años, es socio del club de yates, donde tiene su lancha y han sido unos estupendos anfitriones.

03 el Morro desde el Erika

                           El Morro desde el ERIKA

04 en el ERIKA

                                                                                        En el ERIKA

05 en el PRATI

                                         En el PRATI

Ayer, con Erika, su mujer y Chelo, una de sus hijas, hicimos visita turística al Valle de Azapa, donde la vegetación rompe la aridez de este desierto inmenso. Visitamos el museo de las momias Chinchorro, dicen que las más antiguas del mundo y el Santuario del colibrí, lugar simpático y ocurrente y sobre todo, disfrutamos de la compañía y la tertulia que se alargó con la presencia de Fermín, otro de sus hijos.

 06 En el Santuario del Colibrí con Erika

                                                                En el Santuario del colibrí con Erika

07 Carlos y la llama

                                Carlos y la llama

08 Con Chelo

                                                                                           Con Chelo

Arica es un lugar agradable y donde podríamos pasar unos días muy buenos si no fuera por las dichosas marejadas, que navegando no molestan en absoluto pero en puerto nos salsean de forma continua, la resaca entra en los puertos y las orillas que mete miedo. Nuestra posición no es buena, obligados por el amarre a la única boya disponible y porque el suelo, de roca, no anima a quedarse solo al ancla.

09 en el Club de Yates

                               En el Club de Yates

La única solución es seguir hacía Ecuador, como estaba planeado. Hoy toca rellenar el gasoil consumido en la ultima “navegación aburrida”, hacer un poco de compra, avisar a las autoridades para que vengan a inspeccionar el barco antes de autorizarnos el zarpe y si hay suerte con todo esto, mañana a navegar.

En principio hemos pensado hacer travesía directa a Bahía de Caraquez en Ecuador, unas 1.500 millas, bordos incluidos. El pronóstico meteorológico es regularcillo, vientos suaves por la popa e inconstantes, por eso entendemos que la travesía durará 15 días o más. Si no hay imprevistos, pasaremos la costa peruana sin hacer escalas. Perú lo visitaremos después por tierra.

Navegación aburrida

El anticiclón del Pacífico, que está fijo, muy lejos de la costa, mete vientos sures que por estas latitudes son muy flojos. Navegar hacia el norte, con vientos de popa de F-3 o incluso menos, resulta de un aburrido que te cagas. Bordo pacá, bordo pallá, sol y moscas.

Ayer, casualmente, descubrimos que el último eslabón de la cadena de fondeo, el que la une al ancla, estaba con avanzada corrosión. Dado que tenamos previsto fondear en la Caleta Punta Arenas, sanear el último tramo de cadena se hizo obligado. Con poco viento y velas arriba se inició el trabajo. La galería de paso de cadena es angosta y su parte inferior tiene caída directa al mar. Se asegura el ancla antes de soltarla de la cadena. Sacar el bulón llevo casi dos horas. Las precauciones han de ser extremas para evitar su caída al agua. Estaba con óxido en la parte interior y el golpeo no es posible en esta circunstancia. A media tarea arriamos velas, que pintaban más bien poco y quedamos al pairo. Mucho calor, mucho sudor y gran incertidumbre por el resultado. Con afloja todo y mucha paciencia, salió el bulón. Se cortan cinco o seis eslabones y vuelta a colocar el dichoso bulón. También se resistió a entrar, hubo que mecanizar ligeramente el último eslabón y por fin todo quedó ok.

Llegamos al fondeo y vaya cuadro que nos encontramos. Está al lado de una explotación minera que contamina tela marinera. Aguas marrón rojizo, camiones gigantes levantando polvaredas y el fondeo sin resguardo de viento. A más y más,  rocas y bajos. O sea, media vuelta y poñan a cara donde teñen o cu.

La tarde a despacio a vela. Al atardecer motor a poner por mar un poco agitada y nada de viento. En el cambio de guardia de las 5 de la mañana, ligera brisa, desenrolle de génova y paro de motor. Llevamos todo el día a vela y son las seis de la tarde.

Lo dicho, aburrimiento. Lo del eslabón de cadena un coñazo y lo del viento una miseria.

Posición a las 18 hora local:
Latitud.-     19° 30’14 S
Longitud.-  70° 21’86 W

Nos quedan 62 millas para arribar a Arica.

El Niño, fenómeno

Amaneció plácidamente en el fondeo de la Isla Santa María. Casi sin viento, una ligera brisa que hizo subir al anemómetro hasta 4 Kts. De repente éste quedó en 0,0 Kts. Aunque la brisa era la misma, incluso la veleta seguía dando vueltecitas, lo que indica que viento en perilla sí que había. Las cazoletas del anemómetro inmóviles. Pesquisas y más pesquisas y aún sin intención, ni ganas, habrá que subir al palo, a 24 m. sobre el nivel del mar, a ver qué coño pasa.

Mochila al hombro con herramientas, útiles, bridas, cinta, etc. Guindola calzada y up, up. La first mate pone en marcha el winche central para iniciar la subida y:

  • ¡Ay!, ¡Ay, ay, ………… suelta, larga, tengo los dedos pillados en la polea, ay, ay, ay……………… La first mate sale corriendo y el capi, medio desmayado, tumbado bajo la botavara y con cara de dolor agarrado a sus dedos heridos de la mano izquierda. Lo primero y más rápido, aplicar una botella de cerveza de la nevera, mientras se busca la bolsa de gel del congelador. El frío siempre hace su magia. Hay sangre en las uñas de los dedos corazón, anular y meñique. Tienen mala pinta y se están poniendo negros e hinchados. Después de un buen rato con el gel helado, cura de emergencia, cortar pieles, alcohol, betadine y tiritas y el capi empieza a respirar con cierta normalidad. Un rato sentado a pie de mástil y a empezar de nuevo. Up, up y en maniobra normal, corona la perilla sin novedad.

Como ocurre en algunas ocasiones, justo al llegar a lo alto el palo, el anemómetro arranca por su cuenta. Unos toquecitos pacá y pallá y parece resuelto sin haber hecho nada. Posible falsa alarma. Se aprovecha para dar algunos retoques a las puntas e hilos de pesca instalados en Antofagasta para evitar que se posen los dichosos jotes. Los jotes son aves, familia de los buitres, también bien feos, que todas las mañanas se instalan en los mástiles de los barcos, las farolas, los árboles, y en cualquier lugar en alto, no sabemos para qué, pero se pasan toda la mañana cagando y cagando. Como lo dejan tooooooo. Después de medio día se largan de nuestra zona.

La pequeña brisa pasó de 10 Kts. Rápidamente levamos ancla y a las 12,30 h. Estábamos de nuevo, navegando rumbo norte. La previsión decía que solamente saltaría algo de viento al atardecer para caer a media noche. El pronóstico falló otra vez y todo el día, la tarde y la noche, tuvimos vientos de entre 10 y 20 Kts. luego bajaron de 10 y más despacio seguimos a vela.

En la tarde de ayer, la temperatura del agua, normalmente sobre los 21°, fue subiendo y llegó hasta 26,3°, de aquí el título de esta crónica, el fenómeno "El Niño" que según nuestras vivencias en esta Costa chilena, está provocando anomalías diversas. Llevamos todo el verano con marejadas fuertes en las costas. Estos días se oye que al subir anormalmente la temperatura de las aguas, mueren los pequeños organismos que sirven de alimento a otros mayores, sardinas y similar. Toda la cadena se resiente y los grandes, como los leones marinos, están apareciendo muertos por falta de alimento. Todo lo que está sucediendo con difícil justificación se le achaca al dichoso Niño.

Durante toda la noche hemos llevado, en el balcón de proa babor, directamente sobre la roja, un ave marina, tipo gaviota parda, de largo pico y patas palmípedas que se entretuvo a ratos en ordenarse las plumas, otros haciéndose una bola y durmiendo, otros vigilando el génova que le pasaba bien cerca en los gualdrapeos y sobre todo, cagando y cagando. Quedó el balcón de proa hecho una yacería. Fue una distracción durante toda la guardia nocturna ver al bicharraco iluminado por la luz roja, en plan sicodélico.

Por la mañana y sin asustarse de nuestra presencia, en un momento levantó el vuelo y desapareció 60 millas al norte de donde se había enrolado.

A la 1 UTC cruzamos el Trópico de Capricornio, sin celebraciones. Una estaba de guardia y el otro durmiendo. Dejaremos la celebración para el siguiente paso del Ecuador.

Posición a las 12 horas UTC del día 9 de marzo de 2016

Latitud,- 21° 49’84 S

Longitud.- 70° 17’43 W

Isla Santa María

Un mes después de arribar a Antofagasta levamos ancla en una mañana luminosa, sin viento y con muy buena temperatura.

Hemos estado fondeados con nuestra ancla y 70 m de cadena, una boya en proa estribor, otra en popa estribor y dos cabos por popa babor al pantalán, del que nos separan unos 10 m.

Los últimos días han llegado también aquí las famosas marejadas que llevan todo el verano fastidiando a los bañistas y a los navegantes. A pesar de estar situados en la entrada del puerto, hemos estado más tranquilos y seguros que los barcos que están atracados en los pantalanes y que con la fuerte resaca daban golpes secos contra las tablas. El puerto estuvo cerrado y como novedad, absolutamente lleno de espuma.

Todo esto sigue ocurriendo sin viento. De hecho hemos esperado a zarpar por si aparecía algún soplo de viento que nos empuje hacia el norte. Ahora, cansados de esperar, hemos decidido probar suerte.

Navegamos a motor 22 millas, bordeamos la Punta Tetas y fondeamos al abrigo de la Isla Santa María.

Posición :
Latitud.-    23° 25’887 S
Longitud.- 70° 36’038 W

Tarde de pesca, paisaje del Gran Desierto de Atacama, en la costa. Como todas las tardes pasadas en Antofagasta, el viento aparece por 2 ó 3 horas, se forman unos nubarrones de dar miedo y luego "fuose y no hubo nada" no cae una gota de lluvia ni sacando al santo en procesión.