Navegando A Polinesia desde Ecuador. Día 15°

En la tarde de ayer, por fin llegó la lluvia. El chubasco, en contra de lo habitual hasta ahora, soltó agua a cántaros. El PRATI no recordaba ducha semejante. La última tocó en Bahía de Caraquez.

Por encima nos está pasando un frente nuboso que de vez en cuando forma tormentas.

De madrugada, el radar nos avisa con su alarma de la presencia de dos pequeños núcleos por barlovento. Nada importante a la vista. Minutos después, estos núcleos y otros que se les van añadiendo, forman ya un eco fuerte  en pantalla. Ahora tormentón a la vista, aunque sin aparato eléctrico.

El viento acelera y los roles aparecen, pasaron de NE a NW y viceversa.  Pasó un tiempo y parecía que la tormenta  se alejaba por la proa. De súbito reapareció con virulencia. Bien atentos al piloto automático, corrigiendo rumbos para dar continuamente aleta al mal tiempo. En un momento el autopiloto no se hizo con la situación, perdió el rumbo y el barco entró en orzada a pesar de que el capi ya estaba con su chaleco y a la rueda. Así y todo, no se pudo controlar y la orzada se hizo efectiva. Motor avante y poco a poco pudimos volver a rumbo, aunque costó largos minutos estabilizar la marcha. Seguimos expectantes hasta que todo volvió a la normalidad y la first mate regresó a la cama en su turno de descanso, del que había salido despavorida al escuchar la chicharra de pérdida de rumbo.

Apenas diez minutos después se repitió el ciclo completo. El resto de la noche discurrió sin novedad y con el  viento llevándonos prácticamente a rumbo.

Al amanecer  el contador de millas a destino, ha bajado de las 1.000. Las millas cada vez son menos pero el cansancio y la rutina se van haciendo presentes. Por otra parte las previsiones meteorológicas vuelven a provocar incertidumbre sobre las encalmadas, vientos muy flojos y roles permanentes.

Ahora mismo estamos navegando con 20 kts de viento y rumbo directo, cosa muy distinta de lo anunciado en las previsiones meteorológicas del Predictwind, que daban 5 Kts. de dirección variable.  El  meteo que nos da Miguel todos los días, se aproxima bastante más a la realidad.

Habitualmente presumimos de que a bordo no se discute y en multitud de ocasiones así ocurre. En esta travesía, entrada ya la tercera semana y con el mal tiempo de estos largos días de atrás, no pudiendo salir a discutir de fútbol al bar, lo hacemos en casa. Llevamos también un récord de broncas, ya van tres o cuatro.

Fulanita, ¿tu marido te pega?

Va, lo normal.

Pues aquí lo de pega, lo solucionamos con el superglue y el resto a voces. Reflexión, don’t worry, be happy.

En las travesías largas, cruces de Atlántico por ejemplo, se escucha con frecuencia que tal o cual tripulación acabaron a palos, materialmente a palos. En otros casos, cuando se llega a tierra firme, hay desembarcos masivos y cada uno por su lado. Amigos que lo eran, dejan de serlo.  Las menos veces se encuentran tripulaciones bien avenidas al final de una de estas travesías. Nuestro caso no es así, pero en esta ocasión casi.

En el décimoquinto día de travesía, seguimos sin divisar ni a vista ni en la pantalla del radar, barco alguno. Esto sí que está suponiendo un súper récord de soledad.

Nuestra Posición a las 16 h UTC del día 01/07/2016:
Latitud.-    17° 47’08 S
Longitud.- 118° 29’00 W
Temperatura del agua: 27 a 27,5°
Temperatura del aire: 24,5 a 27,6°
Navegadas  en las últimas 24 h. 147 Nm.
Acumulado a origen: 2.503 Nm
Millas a destino: 982