desde Aukena

Estamos fondeados con 6 m. de sonda, sobre arena coralina, blanca, blanca, en aguas azul turquesa.

En la orilla pequeñas playas bordeadas de vegetación exuberante, en la que destacan altos cocoteros.

Aquí reina la paz  absoluta, no hay viento y luce el sol.

Como todo tiene su fin, las fiestas en Rikitea acabaron el domingo, una pena, pues las disfrutamos cantidad. Además proporcionaban la oportunidad de cenar con los amigos franceses cada noche, en un chiringuito de feria, regentado por Josephine, la maestra del pueblo, donde pudimos degustar con asombro rica comida.

El domingo a las 8,30 h. ya estábamos en la catedral de Saint Michel. Como ya dijimos anteriormente, aquí no hay cura. Sin embargo, asistimos a una misa completa, toda ella cantada, en la que sólo faltó la Consagración. Varios diáconos la ofician y dan la comunión, imaginamos que alguna vez venga un cura de verdad para poner el stokage al día, porque no parece serio que las manden en la goleta.

La catedral tiene una decoración basada en el nácar de las ostras perleras. Incluso la Cruz está adornada con unas bien grandes,

El coro canta sin parar toda la misa, lo hace lindo y exótico.

Para desengrasar un poco de la fiesta, una mañana ascendimos caminando al Monte Duff, de  441 m de altura. Fuimos con Nelly y Luc.

!vaya subidita! Buena parte del recorrido es bajo los pinos, que dulcemente dejan caer sus agujas y hacen impracticable por resbaloso el terreno. La subida es muy empinada, en algunos tramos próxima a la vertical. Han instalado cuerdas en esos tramos para poder progresar. No obstante es bien difícil la ascensión, aún estando él terreno seco como nos tocó a nosotros. No recomendable para mayores de 40. Cuatro horas de machaque.

El lunes la mini city despertó en pleno relax. Por la costanera de vez en cuando se ve alguna moto, coche, peatón, de todo poco y muy tranquilo. Rikitea ha vuelto a la normalidad que debe ser la tónica general con excepción de las fiestas anuales.

Hay días con cortes de energía eléctrica y la Poste (correos) no abre en todo el día. Internet, que normalmente funciona mal, con los cortes de energía, cae a cero.

Otro día compartimos almuerzo con la tripulación del velero chileno Micasona. Un padre, Jean Pierre, sus tres hijas, yerno y dos nietas. En mitad de la comida, llegó la noticia de que funcionaba el internet. Se acabó la tertulia. Salvo los dos capitanes, los demás, a una, como fieras a darle a los pulgares, teclear y teclear.

Estamos en uno de los lugares más naturales y alejados del resto del mundo, al que hemos venido precisamente por eso y celebramos entusiasmados conectarnos a Internet. Qué contradicción.

Ayer, jueves, levantamos el fondeo para hacer una larga travesía de 3 Nm. A motor, serpenteando entre las boyas y los cabos de las granjas perleras. Tardamos más de una hora, con el CAP A CAP de quitanieves. El cala solo 1 m. pues tiene derivas retráctiles.

Estamos los dos barcos fondeados cerca de una casita de pescador. En cuanto nos vio fondear, vino en su kajack para darnos la bienvenida y decir que podíamos salir a la isla sin problema, que ya había amarrado a sus dos pitbull (ni idea de cómo se escribe).

El tipo muy amable y recién llegado de pescar, nos hizo una demo de escamado y destripado de pescado vivo y limpieza de ostra perlera, con degustación incluida del kororin, que es el músculo de la ostra. Nos tocó probarlo allí mismo para no hacer el feo. También, a martillazo vivo, partió varias caracolas (lambis), cuya carne limpió con arena y también probamos.

Pequeño paseo para ver la Iglesia de Saint Raphael. En toda la isla hay unas 10 casas  y la iglesia, alejada del pueblo, la tienen impecable.

La mitad de la isla es propiedad de un magnate chino, que tiene una de las más grandes granjas de perla negra. Parece ser que al chino no le gustan las visitas, así que estamos en la otra mitad de la isla.

Como decíamos, por un lado tienes los pitbull de nuestro amigo el pescador, que los tiene porque dice que algunas veces vienen ladrones de nácar para robárselo cuando lo tienen almacenado y si prefieres estar en el agua, resulta que hay tiburones. Dice que si nadas sin chapotear no problem. Puedes elegir: pitbull o tiburón. Ha dejado de apetecernos el baño en el fondeo, habrá que ir a la playita.

Estamos en Posición :
Latitud.-      23°08’047 S
Longitud.- 134°55’016 W
La temperatura es muy suave, tanto la del aire como la del agua.

Ayer cenamos en el CAP A CAP, con vinos chileno y francés, ninguno bueno y un buen repertorio de postres, especialidad de Dominique. A pesar del vino malo, un súper lujo. Comentaba Frederic que somos unos privilegiados y lo somos, lo somos.

Hoy, onomástica de la Magdalena, first mate al uso, se obsequiara a los amigos con empanada gallega y champån chileno. Más lujo.