Desde el fondeo de Rikitea- 2

Rikitea, capital de la isla Mangareva, archipiélago de Gambier, Polinesia Francesa, dentro de los famosos Mares del Sur.

Llevamos al ancla 4 días. Las fiestas nos siguen dejando boquiabiertos. Grupos de danzas y música polinésicos, súper atractivos, súper pintorescos, súper agradables, dulces, amables, bonitos.

Cada noche distintas actividades, competiciones divertidas por equipos, arrastrar  neumáticos grandes, carreras, saltos, gimnasia, acarreo de sacos terreros, mientras el people jalea a sus favoritos. Música Polinesica, compitiendo en grupos, unas veces grupos con ukeleles y otras solo percusión, danzas, de aquellas de las películas, un día fue de adultos y ayer,  de niños. Mientras danzaban los adultos, cayó una tromba de agua impresionante, ellos danzaban descalzos sobre el césped y no se inmutaron por la lluvia. Los trajes son de materia vegetal al natural y no sufrieron con el agua, incluso los embelleció. Danzan en un gran grupo de 20 ó 30 personas, a destacar,  que no hacen selección por aspecto. Los hay altos, bajos, gordos flacos, feos, guapos, jóvenes, mayores, resulta muy integrador. En nada parecido a los espectáculos de este estilo que hemos visto en la Isla de Pascua y en las islas de la Sociedad, Tahití, Morea, Bora, Bora, para turistas.

Las mujeres y niñas, en estas fiestas, se adornan con preciosos tocados de hojas y flores. Una niña le regaló el suyo, cuando ya se retiraba, a la first mate, para envidia de los amigos franceses. Todas se hicieron fotos con la bonita corona de tonos amarillo-verdes, fusia, rosa, bonita, bonita, con un rosetón en el frontal. Ahora adorna nuestra mesa hasta que se vaya quedando mustia.

De momento, no tenemos wifi, parece que no está fácil y las fotos se harán esperar.

Durante el día también hay actividades, voleibol, fútbol y seguramente más cosas de las que ni nos hemos enterado.

Nos llama la atención,  tantas actividades en una población tan chiquita.

El lunes hicimos la entrada oficial a Polinesia, en la Gendarmería. Todo el trámite, entre sonrisas y amabilidad, costó escasos cinco minutos. También fuimos a Correos para enviar la copia del documento de entrada a la Aduana de Papeete y cambiamos euros a francos polinésicos. Dimos billetes, de los grandes, y ni los tactaron, ni los miraron al trasluz, igualito que en Occidente, que en algunos súper, comprueban hasta los de 20 €.

Todo el mundo saluda por la calle, la gente es amable y tranquila. Hay un buen nivel de vida. Este lugar, presume de ser el mayor productor de perla negra del mundo. Hay 70 pequeñas empresas dedicadas a ello. Las aguas son muy limpias y la temperatura, fresca para estas latitudes tropicales, parece que es la condición óptima para este cultivo. Todo el mundo vive de la perla.  Dicen que incluso se produce una variedad, la más apreciada, de perla azul, que solo se da aquí.

Desde el fondeo estamos viendo Rikitea, una pequeña villa, a la falda del monte, de menos de un kilómetro de longitud y con solo un par de calles, paralelas a la orilla de la bahía. Vegetación verde, casi monocolor, espesa, espesa, que apenas deja huecos.  Casitas bajas, diseminadas. A un extremo un polideportivo, casi al opuesto, la catedral y justo en medio un pequeño dique donde ayer atracó la goleta, que es como llaman al mercante que trae los suministros cada 15 días, si las condiciones meteorológicas lo permiten. En la parte interior del dique, tiene su puesto fijo el minitransbordador que lleva a la gente al aeródromo, situado en la parte NE del atolón. En estos momentos, hay dos vuelos semanales a Papeete.

RESUMEN DE LA TRAVESÍA DEL PRATI
Nombre de esta, nuestra travesía: "La coctelera"
Millas navegadas: 3.642
Horas de navegación: 567 = 23,6 días.
Velocidad media: 6,5 kts.
Horas navegadas a vela: 508
Horas navegadas a motor: 59 (muchas de ellas, con apoyo de velas)
Consumo aproximado de gasóleo: 175 l.
Los vientos casi siempre suaves, portantes.
La mar casi siempre dura, mar de fondo del SSW y mar de viento del E
Unos 10 días con olas superiores a 4 m y baja frecuencia.
Otros 4 ó 5 días con ola media
El resto, buena mar.
En la segunda mitad, buenos chubascos, sin tormenta, ni aparato eléctrico.