A diez millas del Estrecho de Magallanes

Tras la jornada de descanso en Caleta Brecknock, donde no paró de llover ni un momento, volvimos a ponernos en camino. Esta vez no madrugamos mucho y milagrosamente la lluvia paró en el momento de soltar las amarras.

Nos dirigimos al Paso Adelaida y desde allí al Canal Bárbara. El viento, se fue poniendo propicio y enseguida desenrollamos foque y génova para apagar el motor y navegar como más nos gusta.

Poco a poco las cartas electrónicas empiezan a parecerse a la realidad y aunque todo el camino está lleno de islotes, piedras y bajos, no hemos tenido ningún problema. El capi siempre en su puesto y el resto de la tripulación colaborando con el estudio de derroteros y cartas de papel, formamos un equipo muy seguro.

El frío, un día más, de bigote. Hoy no hemos superado los 9º y como el viento ha sido portante, entraba en la bañera y agudizaba la sensación gélida.

Apenas llovió en todo el día y tuvimos momentos estupendos, navegando a vela a más de 10 kts. A pocas millas del fondeadero, tuvimos que enrollar el génova para ralentizar la marcha, daba miedo en un lugar tan lleno de obstrucciones, llevar semejante ritmo.

Justo al momento del atraque cayó un chubasco que nos puso pingando. Para un día que habíamos librado.

El fondeo de hoy se llama Puerto Nutland, lo de puerto es un eufemismo. Parece ser que en tiempos hubo un pequeño pantalán del que solo quedan algunos puntales en la playa. La realidad es una pequeña ensenada de escasa profundidad, entre 1 y 4 metros, llena a rebosar de cachiyuyos que nos entorpecieron la entrada y presumimos que aún sea peor en la salida, porque la cadena del ancla suele cargar bolas gigantes de todos los que va agarrando por el fondo y hará falta el machete para soltarlos. Además de esto, estamos de costado a los vientos dominantes. Vamos, que no es de los mejores fondeaderos.

La posición es:

Latitud.- 53º 54´641 S

Longitud.- 72º 20´854 W

Nos acaban de dar las previsiones para mañana y son de vientos bastante suaves y ausencia de lluvia. Nos quedaremos aquí a disfrutar de un fondeo sin lluvia.

Begoña y Carlos salen a tierra en cualquier situación y hacen excursiones bajo la lluvia. Nosotros, menos intrépidos, esperamos a los días buenos que siempre acaban apareciendo.

Ya estamos a 16 de enero, hoy hace 18 años que mi padre, Felipe, nos dejó. Sigo añorándolo y le recordamos Carlos y yo, por su bondad y el amor que nos dio en vida.

Como siempre se ha dicho que nadie muere del todo mientras alguien le recuerde, hoy, Felipe, mi padre, sigue vivo a diez millas del Estrecho de Magallanes en la Tierra de Fuego.

Caleta Brecknock

Estamos en posición

Latitud.- 54º 32´68 S

Longitud.- 71º 54´64 W

Ayer navegamos durante 13 horas para avanzar 70 millas en nuestro recorrido hacía el Pacífico. Por primera vez en esta navegación las velas de proa se desplegaron e hicieron su trabajo durante una parte del recorrido.

Los vientos de fuerza 4 y 5, con componentes SW lo hicieron posible.

En Caleta Emilita llovió sin descanso y el pronóstico también era de lluvias para este día, sin embargo el sol hizo su aparición en algunos momentos, entre nubes y claros y solo llovió de vez en cuando, lo que ya nos pareció una maravilla.

Las temperaturas oscilaron entre 6,7 y 9,8º y el agua está a 9º. En travesía la sensación térmica es de 0º y vamos pertrechados con 3 y 4 capas de ropa. Las capotas, cuyos vinilos que estaban opacos se sustituyeron por unos nuevos en Ushuaia, con cambio del sentido de apertura de las cremalleras, que ahora permiten abrir solo un resquicio por la parte superior para aumentar la visibilidad, son un elemento absolutamente imprescindible.

El recorrido está tachonado de bajos y piedras en muchas zonas, con lo que la vigilancia en navegación se debe hacer en el exterior y con mucha atención. Las cartas electrónicas, por estas latitudes, están descompensadas e incompletas. La mayor parte del tiempo el barco lo sitúan en tierra, lo que hace imprescindible navegación a vista. Cada vez que llega un chubasco fuerte, la visibilidad se reduce y la incertidumbre de en que punto estamos exactamente, aparece.

Salimos rumbo SW. En el través de Bahía Rosa, por el Canal Ballenero, recurvamos al NW. Entre Isla Stewart e Isla Basket aparece, por babor, una ventana al Pacífico. Luego doblamos Isla Georgiana y entramos en el Canal Brecknock para fondear en Caleta Brecknock, Seno Ocasión. Travesía a motor apoyada por el foque y solo a vela, con foque y Génova, unas 10 millas por el Canal Ballenero.

En la ventana al Pacífico aparece mar de fondo y oleaje. La Bahía Desolada, es el siguiente punto y como no podía ser de otra manera, está yerma, sin ninguna vegetación. Que triste debía resultar llegar a ella desde mar abierto, esperando encontrar las bondades de la costa y que lo que hubiera fuera algo tan pobre.

A las 8 de la tarde, hora local, entramos en el Seno Ocasión. Es un lugar totalmente diferente a los fondeaderos anteriores. Altas paredes de granito, con formas redondeadas, trazan este fiordo. La vegetación es escasa, concentrada en las partes bajas, el agua, en distintas cascadas, nos acompaña con su incansable sonido. Sobrecoge y cuando los últimos rayos de sol iluminan alguna de las zonas, sentimos un momento de respeto casi religioso por lo que la naturaleza puede ofrecer a nuestros sentidos.

Hoy la previsión es de vientos fuertes y lluvia y toca quedar a resguardo. Estamos fondeados con ancla y 5 cabos a tierra en un rincón donde apenas cabe el barco.