No nos hemos perdido

No nos hemos perdido. Seguimos en Mar del Plata y no precisamente de vacaciones. La reparación de nuestro equipo de viento se ha ido complicando de forma exponencial. Todo lo que podía fallar, falló. Los técnicos ya son de la familia y el que haya alguien en lo alto del palo se ha convertido en costumbre.

 01 comiendo pizza con los chicos Furuno

                                                                                          Comiendo pizza con los chicos de Furuno

 02 Fabian en lo alto del palo

Esa luz no es de fondeo, es Fabián con una linterna de cabeza, en lo alto del palo.

 

Cuando pensábamos que estaríamos zarpando, en la madrugada del viernes, teníamos dentro del mástil un atasco total, aquí la palabra que lo define es “matete” que impide subir y bajar cualquier cable. Por esas casualidades de los trabajos a bordo, la guía, de cabo, con la que había que pasar la nueva instalación de una antena PB-100, que es una estación meteorológica que puede sustituir, en caso necesario, al anemómetro remendado, se ha quedado totalmente liada dentro del mástil e impide cualquier movimiento.

Han instalado una polea en lo alto del mástil y con ella y atados a un cabo fuerte se van retirando los cables del mástil, con la ayuda del winche de pie de palo. Después habrá que volver a montarlos todos nuevos. Resulta lento y tiene el handicap de que no sale el capullo del cabito y el problema sigue inside.

Por fin, entre gran regocijo, salió el “matete” a última hora de la tarde. Fue un parto laborioso y esta es la criatura.

03 el matete

                                                                                                                El matete

 04 cablerio
                      Aspecto de la cubierta tras el parto del matete
Las bajas han sido: cable de VHF, cable del anemómetro y cable de antena de TV. Ahora, si hay suerte, hay que instalar esos tres más el de la estación meteorológica PB 100, que suena importante y es una setita de nada.

El sábado, día en que los técnicos quedaron en venir temprano, porque no tenían ningún otro barco al que atender, llegaron a bordo a las 12 del mediodía……

Los cabos, todos a la vez, han pasado estupendamente y ya estamos en el proceso de conectar cada equipo y cruzar los dedos para que todo funcione. La antena de la TV estaba totalmente corroída, como hace tanto que no la usamos, ni nos habíamos enterado.

A las 6 de la tarde, cuando todo está conectado, comprobamos que el anemómetro vuelve a dar fallos. Está caput. Nos hemos quedado solo con la PB-100 hasta Puerto Willians, donde recibiremos el repuesto de anemómetro mecánico, ya que parece más fácil hacerlo llegar a Chile que a Argentina..

Para el domingo quedan los remates y puesta a punto. En ese momento salta la sorpresa, la sonda empieza a dar datos fallos y vuelta al desanimo.

Tras estudios minuciosos, durante todo el día, no se encuentra causa que justifique las lecturas erráticas de la sonda, tan pronto da 1 m. como 53 m. lo que le da la gana de forma aleatoria. Ya por la tarde y tras varios reset, parece que vuelve a funcionar.????

Mañana, lunes, pensamos salir, hacer unas pruebas por el puerto y si todo va bien, chao a Mar del Plata, en caso contrario ya veremos.

Se ha fundido, por segunda vez, la luz de deck (de leds). Ese invento maravilloso que permite tener bien iluminado el barco con un consumo mínimo, no parece tener una calidad muy allá. Para completar, cuando se estaba probando abajo, se ha llevado por delante el sistema de iluminación de la cocina. Lo de arreglarlo, tampoco se está dando muy bien y la first mate ya se ve cocinando con la linterna de minero.

Mientras tanto se han sucedido los días con vientos favorables y desfavorables y cuantos más meteos estudiamos más nos convencemos de que hay que salir en cuanto podamos y después ya se verá. Una posibilidad es parar en Necochea-Quequen, apenas a 80 millas, no es gran cosa como singladura, pero algo es algo.

Nuestro amigo Toni, se ha preocupado con el tema de los “rompehielos” porque no le parecían suficientemente potentes. Era una broma el nombrecito, por aquello de que vamos al Sur. Realmente son unas protecciones de acero inoxidable para que no escache el gelcoat de las proas, ya que todos los golpecillos en navegación, van contra ellas.