Día de sol, noche de grandes tormentas.

Mañana espectacular, parecía que íbamos hacia el Caribe. Viento constante, sol esplendido, buena temperatura, mar rabiosamente azul.

A medio día se va Eolo y a motor. Poco después, rolada y velas arriba. Sobre las nueve, hora local, el tema se pone feo. Arriamos trapo ante la amenaza de tormentas. Apenas hechas las maniobras, la pantalla del radar muestra esas manchas rojas intensas que significa tormenta a la vista.

Fabián se hizo cargo de la primera guardia. Desconectamos el piloto automático en prevención de alguna descarga eléctrica por las proximidades. La capota de mal tiempo, bendita, permitió llevar el barco a mano con algo de comodidad. ¡ Que guardia ¡. Lluvia, viento, mas lluvia. Los rayos caían sin cesar por los cuatro costados. No recuerdo noche de tormenta tan virulenta.

Apenas sin pegar ojo, pues la navegación se hacía muy incómoda, Prati toma el relevo. La cosa ha mejorado, por la proa despejado. Sin pasar ni diez minutos se organiza otra fiesta de órdago a la grande. Durante cuatro horas estuvimos sorteando los puntos de tormenta más fuertes. Coincidió que nuestra intención de rodear los puntos de mayor intensidad fue saliendo con éxito. Vaya entrada del verano austral.

La first mate tomó el relevo con la tormenta vencida y despuntado el alba. Suerte.

Con viento flojito, continuamos avanzando a motor con Caleta Horno por la proa, esperándonos.

Nuestra Posición a las 12 horas UTC.

Latitud.- : 41º 49’09 S

Longitud.- 61º 30’76 W

Temperaturas del aire entre 18º y 29º

Millas navegadas en las últimas 24 h: 136 Nm

Distancia a Caleta Horno, rumbo directo: 262 Nm.