¡En marcha!

Hoy, día 14 de febrero, a las 14 horas UTC, tras haber pasado un par de horas en una boya para que pudieran, en la Marina y con una buena máquina a presión, limpiar los cabos de las amarras, que en estos meses se habían llenado de caracolillo, algas y mucha suciedad, dijimos adiós a la Marina do Engenho y a Paraty.

Anoche salimos a buscar las últimas compras y a despedirnos de los lugares y las personas que nos han ofrecido su compañía en estos días. Cena en El Quintal Verde, un pequeño restaurante, que además de una comida bien gustosa, tiene una propietaria, Irasema, encantadora y siempre dispuesta a que disfrutes del lugar. También fuimos a visitar a Andrés, un chileno dueño de un colmado en el casco histórico, con el que hemos departido muchos ratos. Aprovechamos la visita para adquirir mermeladas de jengibre, de mango, de goiaba, especialidades muy de zona que él tiene en su delicatesen.

El último café pingado en Arte Cachaça, un diminuto bar de copas del que nos hicimos asiduos desde nuestra llegada por julio. Mesmo parece la ONU, la clientela representa lo mejor de cada país. Esta gente jovencita en su mayoría, que trotan por el mundo buscándose la vida y a los veintipocos años, resultan bien maduros. Ayer concretamente, alternamos con una pareja de alemanes que conocen medio mundo entre periodos de estudios. La Argentina tiene una amplia representación en el local, incluso sus camareras. Las caipiriñas tienen tela marinera, además de buena calidad son casi de litro, con una, alternas toda la noche. Como ya hemos hablado del lugar, no vamos a hacernos pesados. Queda claro que nos gusta y que lo recomendamos.

Hemos pasado un mes, en etapas, en Paraty, aunque en principio nos gustó mucho, hemos acabado un poco aburridos, la pequeña ciudad no da para tanto, aunque es linda, agradable, pintoresca, muy tranquila en cuanto a seguridad y deja un buen recuerdo, quizá la estadía ha sido larga. El clima de esta última semana, óptimo, con lo que la despedida ha sido afortunada y marchamos encantados a conocer nuevos lugares.

La primera jornada de navegación ha sido de risa, para ir entrenando. Hemos recorrido 13 millas, en 3 horas. Las dos primeras a motor y en la tercera hora alternamos motor y foque, foque solo y de nuevo motor. Se trataba solamente de acercarnos al Atlántico, buscar aguas limpias y bien temprano mañana, por la mañana, tener ganada una buena posición.

Estamos fondeados en un lugar llamado Enseada do Pouso, que está prácticamente abierto al Atlántico, sonda de 8 metros y fondo de arena. Ya hemos disfrutado de un maravilloso baño limpia cascos. Como se puede adivinar en lugar de relajarnos en el agua, nos hemos dedicado a quitar la mugre de 7 meses en aguas paradas, al fondo de la bahía, que dejan la línea de flotación asquerosa.

Nuestra Posición
Latitud: 23º 16`130 S
Longitud: 44º 34`432 W

Mañana, como será un día de navegación y normalmente no hay mucho que reseñar, contestaremos a Pedro José. Es bien cierto y Martín que ha escrito ayer tiene razón, que los comentarios no suelen tener respuesta. Así que vamos a enmendarlo de alguna manera.