Sexagenarios around the world

Carnaval, carnaval, vaya fiasco de carnaval. Cierto es que el listón lo teníamos en el 9,8 en nuestro anterior carnaval en Salvador de Bahia. Tampoco estuvo mal el de Saint Pierre en Martinica, en el año 2.006. Sin olvidarnos del fabuloso carnaval que vivimos con Rick en Cadiz, el número uno en imaginación y gracia. Justo lo contrario que este de Paraty. Ni pena ni gloria, solo calor y unos disfraces, por llamarlos de alguna manera, de lo más triste y sosaino. Abundaban los cuernitos luminosos, que parece que eran los que estaban de moda este año. Lo que si parece es que la gente joven se divierte con cualquier cosa, un poco de música, como siempre estruendosa, muchas cervezas y a pular y pular (saltar) el resto de la gente, deambula por las calles, de un lado a otro sin saber qué hacer. Hoy quarta de cinzas (miércoles de ceniza) aquí estamos en el PRATI, arrancha que te arrancharás, para mañana emprender travesía hacia el Sur. Retomamos lo de la vuelta al mundo y ahora, ambos los dos, hemos adquirido la condición de sexagenarios.

Las baterías, como venían anunciando desde julio pasado, están agonizando, mientras las nuevas aún están cruzando el Atlántico en dirección a Montevideo. Salieron de Hamburgo el día 7 y llegarán a primeros de marzo. Un sinfín de dudas nos pasa por el coco, estamos comprobando que en cuanto se les mete un pequeño consumo, la tensión toma valores peligrosos y se acerca a 22 V, valor en que no sabemos si funcionará el radar, el piloto automático, los winches eléctricos, etc. Por otra parte, uno de los 2 motores no está para muchos trotes, pues tiene agua salada en la reductora y no será muy conveniente abusar de él. A más y más, esta travesía de unas 1.000 millas tiene muy pocos resguardos donde hacer escalas. De Paraty a Ilhabela solo hay 70 millas, allí hay varios fondeos. De Ilhabela a Florianópolis hay más de 350 millas que pretendemos hacer de tirón. Allí haremos la salida oficial de Brasil. De Floria a La Paloma, primer puerto en Uruguay, hay más de 400 con solo un resguardo en Rio Grande do Sul, que tiene tela, es un mar interior con sondas de 0 a 2‐3 metros, con un canal balizado y cuando oíamos la Rueda Argentina, era la solución para momentos de arribada por mal tiempo.

En condiciones normales, esta travesía sería como ir de merienda, pero con el barco como está, todo es incertidumbre, que se irá resolviendo sobre la marcha.

Después de tan larga singladura en tierra, ha sido un gusto ver que tenemos amigos que nos siguen e incluso que entran en el apartado de COMENTARIOS y nos escriben.