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Lo que contábamos de que nos había resultado excesivamente turístico, lo corroboramos con las fotos.
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Viajando de La Paz al Lago Titicaca
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Para hacer 90 km, nos sacaron del hotel a las 5 de la mañana “torturismo” y llegamos a orillas del lago a casi las 9.
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En el catamarán que hace la visita por la parte boliviana, hacia la Isla del Sol
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La Isla del Sol
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Un chamán nos hizo una ceremonia para convocar a la buena suerte y alejar los malos espíritus
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Los colibrís mientras tanto, a lo suyo
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Seguimos en la Isla del Sol
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Navegación en un barco de totora, aquí hicimos un poco el “tonturismo”
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La ciudad de Puno, en el lado peruano del Lago Titicaca, desde nuestra ventana.
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Ahora toca la parte más sandunguera. Los uros han visto que las visitas de los turistas son una buena fuente de ingresos. Cuando se acercan los barcos, desde la orilla, llaman a que atraquen en su isla concreta, esperando en la orilla, con sus trajes bien coloristas e invitando a ir allí.
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Eligiendo atraque en las Islas Flotantes de los uros
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En la Isla con María Luisa, que nos “adoptó” y su familia. Las placas solares en el medio del paisaje, quedan de lo más auténtico.
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El paseo en la lancha de totora
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¿alguien da más? Pasen, pasen, que al fondo hay sitio
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La Isla de Taquile
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Aquí los hombres llevan este tipo de gorro, una barretina con final folclórico.
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