Ushuaia

Pues lo dicho, que estamos en Ushuaia, felizmente instalados en el Náutico, como las veces anteriores.

El meteo para venir hasta aquí era bueno. ¡Ja!

Salimos plácidamente de Puerto Williams, soltando a los 4 veleros que nos abrazaban por estribor y largando amarras del Micalvi y del Victory que por babor nos brindaron seguridad durante todo el invierno.

Poco a poco, dando atrás, el PRATI abandonó su atraque y puso rumbo al Canal de Beagle, en medio de una calma total y un cielo azul espléndido. ¡Que buena forma de retomar la vida náutica!

Una hora después, todo cambió. El viento empezó a subir, como es habitual en este Canal, del W, y por tanto de proa. Siguió subiendo hasta llegar a puntas de 40 kts. cuando ya estábamos cerca de destino y mantenidos 30 – 35. Con el segundo motor avante estuvimos más de dos horas para hacer 6 millas.

Las olas que se formaron, tipo coctelera, entraban por la proa, saltaban el puente y descargaban en popa tan ricamente.

Nos preocupaba, sobre todo, lo que habría dentro del puerto de Ushuaia y si podríamos atracar sin problemas o tendríamos que dar vueltas hasta que mejorara el tema.

Las autoridades nos resolvieron el dilema. Nos mandaron atracar en el muelle comercial, junto a los catamaranes de paseo, para hacernos una inspección. Nos abarloamos a uno bien grande que nos daba abrigo. Su tripulación nos ayudó, muy amablemente y allí nos dispusimos a esperar.

Pasó un cuarto de hora y vinieron de Prefectura a comunicarnos que la inspección, de Aduanas, no podía realizarse, porque el perro no estaba. No sabemos si tenía el día libre o menesteres más interesantes que darse un garbeo por un cata "pelao" tras su invernaje.

Mientras tanto el viento bajó de intensidad y el atraque en el Náutico no tuvo problema.

Aquí estamos ahora, con los techos desmontados y todo revuelto, mientras Gustavo instala los nuevos equipos.

Ushuaia, no por familiar, deja de parecernos un enclave maravilloso. Un poco frío, con la nieve en todas las crestas que nos rodean, con una climatología siempre cambiante y un ambiente estupendo por las calles.

Aquí recibiremos a nuestro amigo Sebastián, del SURAZO, que hará escala en su viaje a Puerto Williams y a finales de mes a Begoña y Carlos, los nuevos y felices tripulantes que nos acompañarán esta temporada y que ya han aparecido por esta Web.

Durante la espera, reparaciones y mantenimientos diversos.

La potabilizadora a 220 V, durante la travesía dio fuga de agua. Un latiguillo saltó de su racor e inmediatamente hubo que suspender la operación. Esto mismo ya nos había ocurrido en Brasil, hace un par de años y la reparación tiene tela. Hay que desmontar la potabilizadora a 24 V que tiene instalada encima, luego sacar la grande y en su parte posterior, que era inaccesible, reparar la fuga.

La calefacción, mejor dicho su circuito hidraulico, estando ya en Ushuaia, también dio fuga. Hay un racor roto y hay que localizar repuesto.

Hemos montado la bomba de trasiego de combustible que se había roto a final de la temporada pasada.

Una de las bombas de agua sanitaria, también ha pasado a mejor vida. Aún no sabemos si tendrá arreglo o los tripulantes valencianos tendrán que traerla en su equipaje. Como el cata tiene dos, seguimos teniendo servicio a través de la otra.

Ya queda menos para tener el barco en estado de revista.

La próxima semana "hablaremos del gobierno" como decían Tip y Coll