Huahine, la bella

Fare es la villa principal de Huahine. Bastante turística, tiene varias tiendas de artesanías, souvenirs, puestos ambulantes, dos o tres restaurantes chulos frente al mar, un buen supermercado y por las mañanas mercadillo de frutas y verduras en la calle.

Todos los veleros recalan aquí para hacer las compras. En dirección sur, varios fondeos desde donde puedes disfrutar una naturaleza de especial belleza.

Nosotros hemos navegado 8 Nm. dentro del lagoon por camino bien señalizado y balizado, para fondear en la bahía de Avae. En la costa, pequeñas villas, tres bahías muy protegidas, algún hotel con bungalows over water, vegetación tupida y esponjosa, palmerales hasta bien arriba de las laderas, con paleta monocolor de verdes. Solamente en los jardines de algunas casitas, brota el color de bungavillas y otras flores tropicales. El color del lagoon fantástico, azul profundo, azul turquesa y verde esmeralda. Al fondo el blanco de espuma de la rompiente en el atolón.

Estamos en un lugar idílico, al sur de Huaine, junto al hotel Mahana. El jueves,  por la tarde noche nos dedicamos a socializar con los tripulantes de un barco australiano, para las copas y los de uno colombiano para la cena. Noche preciosa, música Polinesica en vivo, en el jardín del hotel,  frente al mar, por ser víspera de fiesta, la celebración del final de la Primera Guerra Mundial.

Cuando volvimos al cata el portillo del techo del salón estaba abierto y llovía dentro. Nos habían entrado.

Dice Toni que cuando no pasa nada, se pierde audiencia. Nosotros muy preocupados, contratamos una agencia de ladrones para darle vidilla a la crónica.

Lo curioso es que después de una profunda revisión, pasaportes, dinero, documentos del barco, equipos informáticos, bebidas alcohólicas, etc, etc. no hemos detectado falta alguna. Seguimos sospechando que algo se nos escapa.

Parece que abrieron los cajones de nuestro camarote y el primer armario, posiblemente en busca de dinero. No lo encontraron y sin desorden alguno se marcharon por donde entraron, dejando el portillo abierto. Estamos a 80 m. del hotel e incluso dejamos la puerta sin cerrar, solo entornada y sin embargo entraron por el techo.

También sospechamos que en lugar de robar quisieran dejar algún "regalo" drogas o similar, por lo que dimos parte telefónico a la gendarmería.

Nos hemos quedado muy mosqueados y pensando que este año nos van ocurriendo tantas y tantas cosas que necesitamos un descanso !ya¡

Nos cuentan que en esta zona de Polinesia la gente estaba acostumbrada a recibir de la metrópoli dinero fácil. Desde la crisis, las ayudas y subvenciones han ido disminuyendo hasta casi desaparecer. Ahora hay mucha gente joven sin trabajo, sin dinero y sin un futuro claro. Parece que la delincuencia menor está asomando en esta zona tan turística.

Ayer aparecieron cinco catamaranes de Charter que nos rodearon con sus anclas. La bahía es grande y todos vinieron a nuestro alrededor. Cosas de los fondeos y de los Charter.

Muchos baños, hace mucho calor, mucho coral, muchos peces y en un par de ocasiones, estando a bordo, nos pasaron por el costado dos alertas de tiburón, que sospechamos que llevaban bicho debajo.

Hoy sábado hemos regresado a Fare y el fondeo está bastante tranquilo, incluso hemos tomado boya pública.

Después de comer iremos a Gendarmería a completar la denuncia.

Mañana temprano, con viento suave pero en la proa, zarparemos hacia Raiatea. El carenage, varadero, nos espera el lunes a primera hora. Desde allí esperamos poder enviar las fotos de los últimos días.