Todo tranquilo por Puerto Montt

De momento, todo está bastante tranquilo. El Calbuco va teniendo menor actividad y todo, poco a poco, vuelve a relajarse, aunque las autoridades aún no han levantado el estado de excepción y esta tarde decidirán si sigue el toque de queda. Las cenizas, de momento, no han caído aquí. El día está luminoso y hay buena temperatura.

Los vulcanólogos avisan de que hay que mantenerse en vigilancia. No se desestima otra erupción. Este volcán dicen que es de los más peligrosos de Chile.

Según hemos ido leyendo, hay erupciones que duran unas horas y otras que duran años.

Seguiremos expectantes.

Ahora más tranquilos hemos subido el video de los primeros minutos de la erupción y unas fotos de la evolución, desde pocos minutos después del estallido hasta el anochecer.

 La erupción del Calbuco (1)
La erupción del Calbuco (2)
La erupción del Calbuco (3)
La erupción del Calbuco (4)
La erupción del Calbuco (5)
La erupción del Calbuco (6)
La erupción del Calbuco (7)
La erupción del Calbuco (8)
La erupción del Calbuco (9)
La erupción del Calbuco (10)
La erupción del Calbuco (11)
La erupción del Calbuco (12)

Fotos de la erupción del Calbuco

Ayer, fuimos a cenar invitados por los amigos del TANGAROA. El PIC LA LUNE, recién llegado a Puerto Montt, también se incorporó a la cena.

La travesía del Pic ha sido muy dura, vientos fuertes, mucha lluvia, mal tiempo, de lo peor.

Anoche, bebiendo cerveza y comiendo tortilla, lo contaban con tranquilidad, pero lo han pasado bastante mal.

Nosotros abandonamos pronto la velada, para regresar a nuestra marina antes del toque de queda, que empezaba a las 11 de la noche.

Vamos terminando los trabajos en el PRATI y posiblemente a mitad de la próxima semana zarpemos.

La erupción del volcán Calbuco

Ayer, absolutamente por sorpresa, el volcán que tenemos más cercano, a unos 25 Km. El Calbuco, erupcionó.

Estas imágenes, grabadas desde la cubierta del PRATI, nos dejaron impresionados. A partir de aquí, no sabemos lo que ocurrirá. El mayor miedo es a la toxicidad de las emanaciones del volcán, tanto para los acuíferos subterráneos como para el aire que respiramos.

Han evacuado la zona más cercana al volcán, aquí se habla de 2.000 personas y sabemos que de momento ha habido 2 erupciones y ahora ya hay un río de lava.

El administrador de la marina nos llamó para tranquilizarnos y pensando que como no estamos acostumbrados a estas situaciones, podíamos tener más miedo. Incluso sugirió que podíamos marcharnos, aunque no se hubieran acabado los trabajos. No podemos hacerlo porque los motores no están operativos, tampoco lo hubiéramos hecho en caso contrario. Compartiremos la situación.

Tenemos preparada una bolsa de emergencia, como cuando cruzamos el océano, pero con otros elementos y seguimos de continuo las noticias de la radio.

Los chilenos lo ven como algo normal, tienen más de 2.000 volcanes y unos 500 activos.

Ayer, bajo el control del ejército, como aquí es habitual, se decretó incluso toque de queda para que las carreteras estuvieran despejadas ante posibles emergencias.

De momento el viento se está llevando las cenizas hacia Argentina, a la zona de Bariloche. La previsión es que mañana role el viento al Norte y que el resto de cenizas que siguen en la atmósfera, empiecen a caer sobre Puerto Montt y sobre nosotros.

Camino a Chinquihue

Ahí está situada la Marina del Sur, donde estamos atracados. En la misma zona están las otras marinas deportivas de Puerto Montt, a resguardo de la Isla Tenglo.

01 PRATI en la Marina del Sur (1)
01 PRATI en la Marina del Sur (2)
01 PRATI en la Marina del Sur (3)

                                              PRATI en la Marina del Sur

La comunicación con la ciudad, a unos 6 km. es muy buena. Hay pequeños autobuses que cubren la ruta y que pasan con mucha frecuencia. Nunca hemos esperado ni 10 minutos.

Nos gustan estos autobuses, su ambiente. Paran donde la gente se lo pide, aunque el autobús vaya a reventar, que es bastante frecuente, todo el mundo da las gracias al bajar. Si no pagan justo al entrar, no pasa nada. Vienen después o al momento de salir y cancelan, que es la expresión habitual. Están viejos, reviejos, algunos se caen a trozos. Te dan un billete chulísimo, los hemos ido guardando y son así:

02 Algunos tickets del autobús a Chinquihue

Tickets del autobús a Chinquihue                                              

Cuando sube una persona mayor, por ejemplo los Pratis, la gente joven, de ambos sexos, se levantan inmediatamente para ceder su asiento. Uno de los días, una señora quedó un ratito de pie y el conductor, elevando el tono de voz para que todo el mundo lo oyese, llamó al orden, una vez sentada la señora y recordó a la gente joven que no iban a serlo eternamente y que en algún momento necesitarían también ayuda. Nadie comentó nada, ni contestaron ninguna gamberrada. Hay una cultura de respeto, sobre todo a la gente mayor, que ya no recordamos los europeos. Aquí la deshumanización todavía no ha hecho acto de presencia, aunque estamos en una ciudad que ronda los trescientos mil habitantes.

En la Marina del Sur estamos haciendo una puesta a punto del cata. Los motores y el generador han tenido un mantenimiento profundo, incluso se han llevado los turbos a un taller especializado en Santiago para su reparación. No es que hubieran fallado, pero su estado ya pedía un mantenimiento especial. Se han cambiado correas, filtros, aceites, bla, bla, bla. Y por último unos buenos retoques de pintura en las partes oxidadas para que queden de primera comunión.

Hemos cambiado de posición la caldera de la calefacción. En su día se montó al revés, con el cabezal contra la pared y lo hemos sufrido en todos los cambios y/o limpiezas de quemador habidos hasta la fecha. Hasta aquí hemos llegado. Ahora cuando haya que cambiar o limpiar otro quemador, será una tarea más rápida y fácil.

Los techos de los camarotes, por encima del falso techo de tablero tapizado, se están pintando con una pintura especial, anticondensación, es una especie de mousse, gomoso y algo esponjoso, de la que hay que aplicar 4 ó 5 manos. Estamos como en las casas, de pintores.

También hemos remozado los portillos y cristaleras del puente, se ha quitado el sika viejo y se ha puesto todo nuevo, además de pintar los cercos. La misma operación con el sika se ha hecho en la unión cascos – cubierta, es decir, toda la estanqueidad de la obra muerta.

Faltan los retoques de pintura en dinghy, flybridge y pescantes, así como pulimentado de los cascos. Ya procedía el retoque porque el barco ya empezaba a amarillear. Vamos, que le estamos dejando la cara bien limpia a nuestro PRATI.

Cuando todo esté listo, saldremos para Valdivia, donde vamos a dejar el barco en invierno.

Nuestra idea original era llegar más al norte, buscando mejor clima.

Hablando con unos y otros, ahora ya con bastante gente, nadie nos recomienda ningún lugar al norte de Valdivia para dejar el barco solo. Los lugares son Puerto Montt o Valdivia. Más al norte no hay buenos abrigos, son puertos deportivos muy pequeños en los que el Pacífico entra con fuerza, sobre todo en el invierno. Como no encontramos lugar para dejar el barco en seco, nos hemos decidido por dejarlo en Valdivia a flote, en agua dulce de río, que es la opción menos mala.

Con esta nueva idea, posponemos lo de sacar el barco para la pintura antifouling y el cambio de gomas de estanqueidad y retenes de los sail drives, hasta el regreso. Así volveremos a navegar con el casco reluciente.

Nuestra casa en la Marina del Sur, es un poco aburrida en cuanto a veleros vecinos. La mayoría son veleros chilenos y en esta época están cerrados y sin gente. Lo que si tenemos son vecinos, como estos.

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Leonera en el pantalán                                                    

A dos barcos del nuestro, en un pequeño finger, se suele instalar un leoncito pequeño, al que saludamos al pasar y él nos suelta un gruñido.

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El vecino                                                                

En el Club de Yates Reloncaví, han ido quedando los veleros de los conocidos. Los dejan en tierra para volver a casa.

Allí hemos acudido en varias ocasiones para compartir cenas y copas con los amigos. También los hemos recibido en el PRATI.

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En el quincho del Reloncaví, de asadito                                    

06 en el PRATI los Tangaroas y los Acquadorias

En el PRATI los Tangaroas y los Acquadorias

Tenemos previsto terminar los trabajos a final de la semana que viene. A partir de ese momento, esperar un buen meteo y con vientos del Sur, dar el salto a Valdivia. Allí, otra vez, habrá que preparar el barco para invernar y buscar una persona que lo cuide.

Antes de volver a España tenemos pensado darnos un garbeo por la Isla de Pascua, en avión, ya que en barco es complicado y queda a 2.300 Nm. de ida y otras tantas de vuelta.

Otras fotos que aparecieron despistadas en el Iphone y que nos han recordado, de nuevo, a los amigos de Puerto Aguirre.

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                                             en Puerto Aguirre

Por cierto, hoy hemos acabado el último trozo de congrio del que nos regaló Michael, preparado en una riquísima salsa verde a la esencia de berberecho gallego. Ya podéis ir mandando otro.

Vamos acabando con el almacén de a bordo, sobre todo de las cosas ricas.

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                            supertapas de jamón y salchichón ibérico

Dos supertapas con el último jamón y salchichón ibérico. Hay que tener en cuenta que la tabla donde está el jamón, tiene 16 cm de diámetro……. Una supertapa.

El plato del salchichón es de los de postre.

En el capítulo de comidas, aspecto que tienen los huevos que compramos hace tres meses y medio y que seguimos consumiendo. Damos la fecha de la compra, no la de la puesta por parte de la gallina. ¿Cuánto puede durar un huevo?  ¡ Uf ! ¡Un huevo!

09 huevos de hace 3 meses y medio

Los huevos de tres meses y medio                                                

CABO DE HORNOS, el reto

A bordo del catamarán PRATI, la pareja que formamos Carlos Vega y Magdalena Herrero, soltamos amarras de nuestra vida anterior en el centro de España, cambiamos el proyecto de vida y nos echamos a la mar. Nos enriquecemos con nuevas vivencias y especialmente conociendo nuevas gentes y culturas. Desde ese momento lo estamos compartiendo, a través de la Web www.prati.es con familiares, amigos y lectores interesados en el mundo de la navegación.

Siempre hemos contado que cuando empezamos a navegar, allá por el 2.004, no teníamos conocimientos previos, ninguna experiencia y más de 50 años. Nos lanzamos y cruzamos el océano por primera vez, con más ilusión que sentido común.

En 2.007, después de un verano por el Mediterráneo, en travesía a Croacia, con esa ola corta que le caracteriza y que nos machacó bien, nos planteamos que para emprender travesías de mayor envergadura había que cambiar de barco. Una mayor eslora negocia mucho mejor el paso de ola. Ya que …….. cambias de barco a otro de mayor eslora, buscas uno más técnico, más equipado y que compense el lastre de una tripulación que a la vez que acumula millas, acumula años. Así aparcamos nuestro Lagoon 41.

Con un flamante CATANA 50, construido en 2.007, con diseño del arquitecto Barreau Christophe, decidimos iniciar la vuelta al mundo. Comenzamos por Sudamérica, donde siempre hemos pensado que merecía la pena una larga estancia. En este contexto, doblar Hornos a bordo del nuevo catamarán, podía ser nuestro reto particular.

Así salimos de Melilla, en el año 2.009, con la idea de hacer la primera etapa de nuestra vuelta al mundo: Melilla – Cabo de Hornos.

“En el pantalán quedan diciendo adiós, después de soltar amarras, los taberneros y los donmanueles que tan majos han sido siempre con nosotros”.

Cuando hablamos de los taberneros, nos referimos a los creadores del Foro Náutico de LaTabernadelPuerto.com. La LTP nos acompañó y nos fue de gran ayuda en nuestros primeros pinitos. En agradecimiento, pensamos que el lugar de partida de una vuelta al mundo, debía ser Melilla, donde ellos residen.

La intención inicial era hacer esa travesía en dos o tres meses. Una boya, en Salvador de Bahía, de esas de fierro, con castillete de celosía metálica que soporta una luz verde de señalización, se cruzó en nuestra derrota y nos cambió los planes.

La boya causó daños en el casco y como en Brasil no era fácil reparar, tuvimos que subir a Trinidad y Tobago para hacerlo. Gracias a ello, vivimos otra temporada de Caribe. Ya que estábamos cerca, decidimos cruzar el charco y regresar a Galicia, donde equipamos mejor el barco para lo que le esperaba. Calefacción sobre todo. En un principio la idea era que ese equipamiento lo haríamos en Buenos Aires, pero como estábamos en casa, lo adelantamos y fue lo mejor que pudimos hacer. En Buenos Aires es difícil conseguir algunos equipamientos, por tener cerradas las importaciones.

Así, esta vez desde Galicia, iniciamos de nuevo la travesía al Cabo de Hornos

1.- CABO DE HORNOS, el triple salto

Doblar Hornos, fue un momento muy emotivo y especial que quedará en nuestro recuerdo para siempre. Aunque casi todos decimos que no es tan importante, cuando lo doblas, sientes una profunda emoción.

Así lo hemos relatado en su momento, cuando lo teníamos muy fresco:

Travesía “TRIPLE SALTO”

“El martes nevó con intensidad sobre Ushuaia, el viento hacía que la nieve formara una cortina horizontal. La llegada al barco por la noche, después de cenar en casa de nuestro amigo Gustavo, se convirtió en un lento caminar sobre el hielo que se había formado con la nieve sobre las tablas del pantalán.

El miércoles llovió todo el día, desde la mañana temprano hasta casi el día siguiente.

El jueves no llovió, ¡¡Viva!! A las 9 de la mañana nos encaminamos a Prefectura Naval para tramitar la salida hacía Chile. Papeles, rico desayuno, despedida de los amigos del Pic’ la Lune, que soltaron las amarras y proa a Puerto Williams.

Buena navegación, toda a motor, con un viento de 5-6 kts. que algunos momentos se disparaba hasta más de 20, sin que durara lo suficiente para sacar la vela. La primera navegación de los Panautas en el PRATI, resultó bonita pero no muy marinera. Nos cruzamos por el camino con algunos de los Grandes Veleros de Sudamérica, buques escuela, que se están concentrando en la zona para DOBLAR Hornos. Todos, como nosotros, a palo seco. Cuando llegamos a Puerto Williams incluso lucía el sol. Precioso paisaje. Nos amarramos a una boya del MICALVI, para que la maniobra fuera fácil, ya que la idea era zarpar al día siguiente.

Acertamos llegando el día de san navegante. Era como si nos hubiéramos dado cita. Aparecían barcos por todas partes, unos que volvían de la Antártida, otros que llegaban de los ventisqueros, los que íbamos a DOBLAR Hornos, vamos que el MICALVI era una fiesta.

Por la noche, después de una cena especial en el restaurante de la Señora Carmen, cuando llegamos al MICALVI había fiestón. No se podía entrar. Bailoteo pachanguero y arrimón, ambiente festivo, curiosos espectáculos que dan todos los que llegan con la cabeza al techo bajo de este salón, que son muchos, que tienen que bailar con la cabeza doblada.

Nosotros, dada la importancia de la travesía que iniciábamos el día siguiente, nos retiramos más bien pronto, con buena pena por parte del capi.

Empieza el “TRIPLE SALTO”

PRIMER SALTO.- Travesía Puerto Williams – Puerto Toro

Hoy, día 14, amaneció lloviendo. A las siete salimos de la cama para desayunar e iniciar esta travesía en compañía de otros dos barcos. El POLARWIND y el LOJAN.

Osvaldo, el capitán del POLARWIND, barco de charter que trabaja estas latitudes, casi siempre con pasajeros alemanes, es un gran conocedor de la zona y a su popa hemos llegado hasta Puerto Toro, a través del archipiélago Holger, un lugar al que nunca nos hubiéramos metido sin su tutelaje. Recorrido espectacular que nos hubiera dejado maravillados si no hubieran estado cayendo chuzos de punta todo el rato. El agua, el frío y el viento hacía dura la permanencia en la cubierta, obligada por otra parte al ir navegando pegados a la costa y con montones de obstrucciones, piedras, boyas y cachiyuyos.

La sensación térmica, que marcó nuestro termómetro, situado bajo el flybridge y bien cerca de la entrada al barco, llegó a ser de – 7º C. en el puesto de gobierno, mucho peor.

Pasado Holger entraron rachas duras por la amura, casi 40 kts. y con ellas el agua se incrustaba en la piel. Enrollamos foque y a pelearnos la ceñida a motor como hicieron los dos monocascos.

Cuando llegamos a Puerto Toro, por el paso Picton, la lluvia se había convertido en nieve.

Aquí nos hemos atracado, nosotros en primera fila, en un pequeño pantalán pesquero, ahora con toda la actividad de la pesca del centollón. A nuestro costado los otros dos yates que nos acompañan. Con la nieve cayéndonos encima, los pescadores nos miran y alucinan. Cuando además nos ofrecieron centolla y la first mate les dijo que después hablaríamos que ahora estábamos trabajando (maniobras de atraque) simplemente se descojonaron.

Nosotros todos con nuestros trajes tipo astronauta (simplemente trajes de agua colorados con gorros amarillos), gorros polares, guantes, superbotas y ellos, en camiseta y pantalón vaquero.

Al atardecer habrá una reunión del alto estado mayor, Osvaldo y nosotros (todos los demás son alemanes y nos entendemos poco), para decidir el siguiente paso, a la vista del meteo actualizado. La idea es seguir mañana hacia Caleta Martial, a unas 45 Nm. y en el tercer salto, Hornos.

Nuestra Posición en Puerto Toro:

Latitud.- 55º 04’912 S

Longitud.- 67º 04’441 W

SEGUNDO SALTO.- Travesía Puerto Toro – Caleta Martial

La reunión del “alto estado mayor”, con los meteos aportados por las autoridades chilenas, nos dejó con los ánimos por los suelos. Previsión de vientos del SW (justo nuestro rumbo) de 15 kts. lo que con la experiencia que vamos adquiriendo bien pueden ser 20-25 kts. y así cruzar la bahía de Nassau podía ser una paliza. Hasta Caleta Martial, nuestro objetivo, hay 48 Nm. que se pueden hacer muy largas con malas condiciones.

Nos fuimos a dormir con la incertidumbre de lo que haríamos al día siguiente. Madrugón a las 6,30 horas, apenas amaneciendo. Calma total en Puerto Toro, los barcos y el pantalán con una buena capa de nieve. Temperatura 3º C.

Osvaldo, del velero POLARWIND, se había puesto en contacto con las estaciones de la armada del archipiélago Wollaston y de Hornos, la situación muy buena en ese momento nos animó a soltar amarras a las 7 en punto de la mañana.

Las primeras 15 Nm. que discurren bordeando la isla de Navarino son una trampa para los veleros, están sembradas de boyas con las nasas de los pescadores que utilizan cabos flotantes y en algunos casos puede haber hasta 30 metros en superficie. Hay que ir oteando continuamente el horizonte. Nos colocamos en fila india y todos de guardia.

Superado el paso de Goree, entramos en la bahía Nassau con un viento de 10 kts. por el través que animaron a sacar trapo y apagar el dichoso motor. Durante una hora regateamos felices, con un marco de montañas nevadas incomparable, bajo un amenazante cielo gris plomizo que tuvo el detalle de no soltar una gota de agua. Tuvimos bastante con las del deshielo de la cubierta y el techo del cata. Lo de sacar trapo se redujo en nuestro caso a desenrollar el Génova, la mayor sigue guardada en su saco ante el cagazo que tenemos a las continuas rachas que se descuelgan de las montañas a traición, ya hemos hablado varias veces de los famosos williwaws.

Solo duró una hora la regata, de repente el viento paró y volvimos a motorear para acercarnos al Paso Bravo que nos ha conducido al fondeo de la Caleta Martial, donde está la única playa de arena de toda la zona.

La travesía, de casi ocho horas, ha resultado estupenda, sobre todo porque no esperábamos tener tanta suerte, poco viento, poco mar y sin lluvia, una fiesta. Con la ilusión añadida de tener el Cabo de Hornos, justo en nuestra proa y a tiro de piedra.

Fondeo en 6 metros de sonda, calma total del viento y cielo gris, cada vez más oscuro, que está empezando a soltar algunas gotas.

Nuestra Posición en Caleta Martial es:

Latitud.- 55º 49’286 S

Longitud.- 67º 17’ 808 W

Nos quedan 3 horas de navegación para DOBLAR el Cabo de Hornos. El meteo para mañana parece que es bueno y nuestro interés está en una vez doblado el Cabo, hacer travesía de vuelta directa a Puerto Toro.

TERCER SALTO: Caleta Martial – Cabo de Hornos y recalada en Puerto Toro.

Cabo de Hornos y …… ¡a vela!

Hemos doblado felizmente el Cabo de Hornos, navegando estupendamente a vela y hemos concluido con ello una etapa importante de nuestras navegaciones.

Acabamos de atracar de nuevo en Puerto Toro y nos disponemos a celebrarlo. Mañana contaremos con detalle el día de hoy.

Abrazos para todos de los Panautas y los Pratis.

El PRATI ha doblado El Cabo de Hornos

El 16 de marzo de 2.014, cuando el verano austral toca a su fin, doblamos a bordo del PRATI el Cabo de Hornos, culminando así la primera etapa de aquella vuelta al mundo que comenzamos en Melilla en junio de 2.009, hace 21.100 Nm. Tripulación: Carlos Vega, Magdalena Herrero, Paula Bea y Pablo Caneda. Familiarmente, los Pratis y los Panautas. Y en tierra, Toni Cea.

A las seis, aún de noche, sonó el despertador. Con un frugal desayuno, para no perder tiempo, levamos ancla en la Caleta Martial. Amaneció con cielo cubierto y frío, apenas sin viento.

El POLARWIND da máquina avante y el pequeño convoy a su popa arrumba hacia el oeste bordeando por el norte la Isla Herschel. Dejando Jerdan por estribor, tomamos rumbo sur por la Bahía San Francisco y con viento suave izamos mayor con un rizo y largamos génova. Tenemos viento componente WNW. En latitud de la Isla Hall, donde avistamos por primera vez el monte Cloyen situado al NW de la Isla Hornos, el viento rola al W y tomamos rumbo SSE. Aquí se deshace el convoy, el POLARWIND y el LOJAN siguen a vela y motor contorneando la Isla de Hornos, mientras nosotros optamos por doblar Hornos a vela, solo a vela.

El viento va subiendo hasta F-5 y damos un bordo largo hasta unas 5 millas al sur de la isla,

Nuestra Posición a las 10 horas es:

Latitud.- 56º 01’000 S

Longitud.- 67º 24’75 W

donde nos da para cambiar de bordo. En este momento el cielo se oscurece aún más, las nubes vienen bien cargadas, comienza a llover y la mar de fondo hace acto de presencia, lo que eleva el nivel de adrenalina en la tripu del PRATI. En esa latitud nos encontramos un velero que en dura ceñida nos corta la popa a escasa distancia.

El mal tiempo y la tensión del momento nos impidió acordarnos de hacer un brindis como suele ser habitual. Solo estábamos ocupados en iniciar cuanto antes la retirada, ya que la previsión era de subida del viento, role al SW con F-6 por la tarde, para nuestro recorrido por la Bahía Nassau, hacia Puerto Toro y generalmente las previsiones siempre se quedan cortas.

El paso nos dio para hacer las fotos con aquellos gestos típicos de victoria y alegría mientras arrumbábamos al Paso del Sur. En nuestro pabellón de babor ondulaba además de una bandera de España, de mayor tamaño del habitual, un gallardete que nuestro amigo Pepe nos regaló y que él conservaba del buque escuela Juan Sebastián el Cano. En su memoria cruzó Hornos otra vez.

Cuando doblamos el faro en la punta este que es donde está el monumento de Hornos, la visibilidad era muy mala. Hablamos con el control ALCAMAR HORNOS para saludarles y reportar nuestro paso. Gente muy amable que agradeció nuestra llamada y nos envió saludos en nombre de toda la familia. Estos puestos los ocupa un militar con su familia durante un año.

Con rumbo norte cruzamos el estrecho Paso Mar del Sur, dejamos Freycinet por babor y todo seguido hasta Puerto Toro. El viento, como estaba previsto, subió a F-6 con rachas de F-7, mantuvimos con cierta intranquilidad un solo rizo hasta mitad de la bahía. Aquí tomamos la segunda mano de rizos, manteniendo la misma velocidad del velero y quedando el barco más estabilizado y los tripulantes menos estresados. Los 8-9 kts. de velocidad nos acompañaron hasta la entrada en el canal Goree, donde por aquello de las boyas de los pescadores, bajamos mayor, arrancamos motor y con vigilancia especial hicimos las últimas 15 millas hasta puerto.

Amarrados al pantalán nos dimos cuenta de nuestro lapsus de celebración justo al doblar el cabo. Llegamos cansados, satisfechos pero cansados. La navegación de 86 Nm, en 13 horas con bastantes momentos de tensión, nos pasó factura. Nos homenajeamos con una buena cena, pusimos una nota breve para los que nos seguís y a descansar.

Hoy estamos digiriendo el día de ayer y haciendo repaso a nuestras vivencias de navegación.

Quien les iría a decir a Lolo y Javier de nuestro Club de Vinarós, que los Pratis iban a doblar el cabo de Hornos y sin romper nada. Bueno, hablamos de Lolo y Javier pero se puede hacer extensivo a mucha más gente. ¿A que si ?

Otra de las preguntas que nos veníamos haciendo esta última temporada es ¿Qué hubiera pasado si el PRATI en la Bahía de Salvador no hubiera chocado con la putaboya y hubiese seguido en ese momento su viaje hacia el Sur? Han pasado desde entonces casi 5 años y ha sido duro y complicado llegar hasta aquí. La respuesta es que probablemente en aquella época hubiésemos hecho rehúse a medio camino o los vientos patagónicos nos hubiesen puesto del revés.

También nos hemos acordado de aquel relato del hijo de nuestro amigo de Navia, Manolo el Chamaco, cuando dobló Hornos y contaba que las gotas de lluvia eran como pequeños cristalitos que se incrustaban en la cara, en aquel amanecer de principios de verano a una hora bien temprana. Porque frío, se pasa mucho frío. Vamos muy abrigados y a pesar de eso el frío y la humedad te castigan duramente. Algunos ratos, con Paula y Pablo, recordamos nuestras reciprocas correrías en el cálido Caribe y eso nos calienta al menos el espíritu.

Se ha hecho realidad una historia con la que ya soñábamos allá por el 2.008 estando en nuestra casa de Guadalajara, cuando por la noche, navegando en Internet, entrábamos en páginas con relatos de expediciones al Cabo de Hornos, aún guardábamos en memoria nombres como Caleta Martial, Bahía Nassau, Puerto Williams, Puerto Toro, etc. todo bastante desordenado y ahora llevado a la realidad.

Y haciendo referencia a un comentario que nos trascribió de un artículo náutico, nuestro amigo Toni, es bien cierto que ahora Hornos lo dobla cualquiera en un barco de chárter, pero también es bien cierto que llegar hasta aquí en velero no es tan sencillo.

De todas formas, aunque estamos orgullosos, no es como para ponerse ningún pendiente. No nos los vamos a poner. La first mate seguirá como siempre con los que ya tenía y el capi con sus orejas vírgenes. Tampoco pensamos mear a barlovento, que nos parece cosa de idiotas, ni saludar de tú a tú al Juanca.”

Lógicamente para llegar a Hornos debes recorrer toda la costa argentina si vienes de Europa o bien la chilena los que vienen del Pacífico.

2.- Consideraciones generales de la navegación por el Cono Sur Americano

2.1. La Costa Atlántica

Hemos superado ese reto de llegar hasta el Sur del Sur. Una vez que zarpas de Buenos Aires y haces escala en Mar del Plata, a partir de ahí, la costa argentina se las trae. Vientos patagónicos muy fuertes y sin apenas resguardos. Los grandes ventiladores de las zonas del Golfo de San Jorge y del Estrecho de Magallanes complican el descenso hacia Ushuaia. A nosotros personalmente nos tocó temporal en el Golfo de San Jorge y al Sur de Magallanes. Ambos con mucho viento y no mucho mar, puesto que fueron de reciente formación y de corta duración.

No hay un solo puerto para un velero a partir de Mar del Plata, salvo el pequeño Club Náutico de Necochea – Quequén, que está a solo 70 Nm. Los abrigos naturales son contados. En Puerto Madryn (Península de Valdés) hay dos fondeos, uno al NE y otro al SW, distantes unas treinta y tantas millas, en los que se puede fondear y abrigarse dependiendo del viento dominante, dista 3-4 días de navegación desde Mar del Plata. Justo a la vuelta, hacia el S. está la Caleta Horno, no Hornos, que es una rada natural, de protección 100%, echas ancla por proa y dos cabos a las piedras y a dormir tranquilo. Naturaleza salvaje, donde solo te visitan los guanacos desde lo alto.

El siguiente abrigo está en Puerto Deseado, a un día de navegación, ría amplia y profunda, con mareas de amplitud hasta los 6 m. y por tanto corrientes de 5-6 kts. El viento entra directo y con toda la intensidad. Incluso se forman temporales dentro de la ría. Hay un dique de hormigón para grandes pesqueras donde ni te dejan ni debes intentar amarrarte. El nombre de Puerto Deseado ???

Mas abajo está Puerto San Julián. Ahí las mareas tienen una amplitud de hasta 9 m. Sin comentarios.

La entrada a Magallanes no la aconseja ningún derrotero para el fondeo en travesía hacia el S. hay que seguir hasta Bahía Thetis. Se necesita ventana de viento de 4-5 días para llegar hasta aquí. A continuación viene el mítico Estrecho de Le Maire y para pasarlo hay que esperar a marea y viento en el mismo sentido, o bien vientos flojos. De no ser así puedes encontrarte con escarceos que, en ocasiones extremas, montan olas de hasta 10 m de altura.

Pasado el estrecho, por estribor, tenemos Bahía Aguirre y en su fondo, al NW, Puerto Español que es un excelente fondeo, tenedero de arena, donde el ancla agarra de verdad y se puede esperar el tiempo necesario para encarar el Canal de Beagle, hacia Ushuaia, que casi siempre tiene viento en contra.

En nuestro caso, con previsión de mal tiempo, quedamos a resguardo 4 días en Caleta Horno y 13 días en Puerto Deseado, se anunciaban vientos de hasta 50 kts. por supuesto del S-SW. Otros dos días los pasamos, con vientos de hasta 62 kts. (Williwaws) en Puerto Español.

Toda esta travesía, de unas 1.700 Nm. es una carrera de obstáculos, que unida a todas las historias que se cuentan, algunas muy exageradas, hacen que vayas tensionado, al menos fue nuestro caso, desde que zarpas de Mar del Plata.

La recompensa es de alto nivel. Cuando encaras desde lejos Ushuaia se te pone la piel de gallina. Lo has conseguido. Has navegado por fin el Beagle y estás en Ushuaia. Está anocheciendo, son las 23 horas del 16 de enero de 2.014 y sus luces nos encandilan. A los pies de la cordillera nevada, presidida por el Monte Olivia, la ciudad desde lo lejos, parece de cuento. Paris, bien vale una misa y en navegación, Ushuaia incluso dos.

El siguiente hito lo marca Puerto Williams, a 30 Nm, en la parte chilena, su famoso MICALVI y la espera para doblar Hornos. Que días tan especiales, que buen ambiente de veleros, cuanta gente compartiendo las mismas emociones previas. Y algunas noches, fiestas por todo lo alto. Lo de alto, es un decir, el techo del Club está a 1,90 m del suelo y los larguiruchos doblan el pescuezo para bailar.

Como ya hemos contado, el MICALVI es un mercante varado que sirve de pontón para los veleros y en su interior está el famoso Club.

Ahora llegamos a este último capítulo de los Canales chilenos.

2.2 Canales Chilenos

2.2.1. Preparativos para la travesía Puerto Williams – Puerto Montt

Cartografía.- cuando se piensa en una travesía de estas características, lo primero es estudiar la cartografía. En esta zona del cono sur americano, las cartas electrónicas tienen una validez relativa. Frecuentemente las cartas están desplazadas, en algunas ocasiones hasta 1 milla, tanto las Cmap como las Navionic, que son las que conocemos. Nos han resultado mejor las Navionic, aunque en bastantes ocasiones el barco navega por tierra. La conclusión inmediata es que, salvo excepciones de canales amplios con un estudio minucioso de todo el recorrido en escalas grandes, donde se podría navegar con mucho cuidado por la noche, incluso algunos están balizados, lo ideal es hacer navegación diurna a vista y con atención.

La cartografía en papel, de la Armada Chilena es buena. Sería conveniente llevar cartas de punto de todos los canales.

Derroteros.- Los que conocemos y llevamos a bordo son Patagonia y Tierra del Fuego, Nautical Guide de Mariolina Rolfo y Giorgio Ardrizzi y Chile Arica Desert to Tierra del Fuego de Imray, ambos en inglés y un derrotero de Chile, en archivo informático, en español, que es un poco parco en detalles, aunque los complementa con fotos aéreas. Creemos que es de la Armada Chilena y nos lo proporcionó un amigo en Buenos Aires. Si alguien lo quiere, se lo pasamos sin problema.

El de los italianos es el más famoso, se le conoce en el argot náutico como “la biblia”, fotocopiada o en original, la mayor parte de los barcos la llevan. Abarca en territorio argentino, de Buenos Aires a Ushuaia y en el chileno de Puerto Williams, Hornos, etc. hasta Valdivia. Sus autores son italianos y vivieron 14 años por estas latitudes.

En general este derrotero es bueno, detalla buena parte de los fondeos posibles. Hemos encontrado diferencias en cuanto a sondas y dimensiones de algunas caletas, lo que sí está claro es que señala bien las obstrucciones, piedras, etc. es una gran ayuda, aunque en todos los casos hay que poner la experiencia personal, ver peinado de árboles, vegetación en las orillas, la presencia de algas, que siempre indican la existencia de bajos, las habituales son las kelp, llamadas en argentina cachiyuyos, en chile cochayuyos y también huiros.

La guía de Imray es más escueta y más selectiva. Ofrece menos fondeos y generalmente están más garantizados.

Instrumentos.- En cuanto a los instrumentos, solamente resaltar que la sonda juega malas pasadas. Debido a las fuertes corrientes submarinas y a las distintas densidades del agua dulce y salada, en infinidad de ocasiones la sonda da lecturas falsas, fijas de 6 m. por ejemplo, cuando hay 200 bajo la quilla. Por tanto, en la navegación hay que darle una importancia relativa. Hay que fijarse en la orografía, lógicamente en las sondas de la carta, una vez compensada la posición que a ojo ocupa el barco, ver las pendientes de las orillas y observarlo todo de continuo.

Motores.- Esta travesía se desarrolla, unas veces con otras, en un 80% a motor. Los vientos siempre vienen por la proa. Se podría navegar a vela en los canales más importantes, ciñendo a rabiar y aumentando considerablemente el número de millas. Lo habitual es ir a motor.

Por todo lo anterior, antes de salir de Puerto Williams hay que hacer una revisión exhaustiva de motor, baterías y tanques de gasoil. Es aconsejable llevar en garrafas todo el gasoil posible, aunque a unas 700 Nm de Puerto Williams está Puerto Edén, donde se puede repostar. El precio es casi el doble, pero hay suministro. Otra opción está en entrar en Puerto Natales, que está más próximo de la partida pero exige un desvío importante de la ruta principal, aproximadamente 2 días de navegación.

Capota de mal tiempo y calefacción.- Primavera y verano son las épocas más ventosas. Generalmente de Puerto Williams se zarpa desde enero hasta marzo. En otoño y en invierno el viento baja, hay más calma y naturalmente más frío.

Como la travesía se hace completamente gobernando a vista, la capota de mal tiempo tiene que ser bien robusta y que proteja totalmente del viento y de la lluvia.

La calefacción conviene, a ser posible, llevarla duplicada. En su defecto, unos buenos repuestos y el conocimiento técnico necesario para resolver averías.

La caldera más utilizada es la de tipo REFLEX, se trata de una estufa muy básica, no lleva ningún dispositivo electrónico y las averías se producen raramente y si llega el caso, se solucionan con facilidad.

Las electrónicas, tipo WEBASTO, dada su complejidad, dan más averías.

Las temperaturas en enero, pleno verano, en zona de glaciares, oscilan entre 3 y 10º, la humedad es muy importante y las condensaciones permanentes. Solo se consigue aislar el barco mediante el doble acristalamiento y una buena calefacción. Sin estos medios hay que secar los techos y portillos cada mañana.

Equipamiento personal.- Se debe utilizar el sistema multicapas: prendas de segunda piel, ropa térmica sobre ellas, tipo forro polar que puede estar duplicado o hasta triplicado y traje corta vientos que además proteja de la lluvia. Amen de gorros y guantes. El calzado tiene que mantener los pies secos constantemente. Calcetines de abrigo con muchos de repuesto para ir cambiando si se humedecen.

Teniendo en cuenta que lavar la ropa es complicado porque no se seca fácilmente, hay que tener repuestos para todo y la precaución de no mojarse.

Vientos.- En la parte del Beagle y hasta llegar a Magallanes, los dominantes son del 3º cuadrante, generalmente fuertes. Salvo excepciones F-7 y F-8 son comunes y las rachas son muy fuertes y abundantes.

A partir de Magallanes y con rumbo N los dominantes son del 4º cuadrante. No obstante, todos los vientos que van desde el 260º hasta el 100º se encañonan por los canales y siempre aparece el viento de proa. Y siempre es, siempre.

Las caletas normalmente están protegidas de estos vientos fuertes de los canales, no obstante siempre hay que tomar la precaución de fondear ancla por proa y 2 cabos a tierra e incluso 4 algunas veces. Los williwaws, vientos catabáticos de hasta 50 kts., pueden sorprender en el fondeo.

El viento más normal está entre 10 y 20 kts. con rachas de hasta 25 o 30 que forman una ola muy molesta y machacona. Por ello, con previsión de esta fuerza de viento, hay que buscar caletas que no superen la distancia de unas 40 millas. Más, puede ser muy cansado.

Como buena práctica de navegación es aconsejable tener elegidas varias caletas de recalada en previsión de empeoramiento del tiempo.

Mucha gente prefiere navegar en invierno dado que los vientos son más calmos, esto hace más larga la travesía pues las horas diurnas de navegación disminuyen de forma importante.

Fondeos.- imprescindible contar con 4 cabos flotantes de al menos 100 m de longitud, así como un bote que te permita ir a la orilla. Como normalmente todos los veleros disponen de un dinghy, no está de más añadir un pequeño kayak o similar por si se produjese una rotura importante. Las orillas suelen estar cuajadas de mejillones que pueden provocar una brecha en el flotador y dejarlo inutilizado.

Es aconsejable utilizar botas de agua altas para el desembarco. Amarrar a los árboles tiene algunas veces cierta dificultad, pues hay caletas en las que los pescadores han cortado todos los árboles de la orilla, para hacer fuego y no hay otra alternativa que subir ladera arriba.

La tripulación ideal para los fondeos en caletas son tres personas. Una a motores, otra ayuda a cabos y ancla y la tercera para amarrar en tierra. Buena parte de los barcos que hacen esta travesía van con dos personas e incluso hemos conocido algún navegante solitario. Todo es posible, pero puede ser muy complicado hacer amarres a tierra si el viento en ese momento es fuerte. También depende del tipo y tamaño de los barcos. Un barquito pequeño se controla mucho mejor que uno de eslora grande y francobordo alto.

Previsiones meteorológicas.- Para tomar las decisiones de avanzar o seguir en una caleta, es imprescindible conocer la meteo. Pueden utilizarse los sistemas satelitarios, Iridium, etc. o bien contactar, por la SSB, con las ruedas de navegantes que te facilitan la previsión meteorológica de la zona. En Argentina hay dos muy interesantes que cubren también la costa chilena. En Buenos Aires está Alejandro en la frecuencia 14.385 a las 23 h UTC y en Bahía Blanca, Miguel, que emite en la 14.395 a las 22 h UTC. Ambos son muy amables y colaboradores, con ellos se mantienen buenas tertulias.

Corrientes.- En los derroteros anteriormente mencionados, hablan largo y tendido de las corrientes y mareas. Generalmente hablan de situaciones extremas para que tomes precauciones.

Las corrientes más problemáticas suelen ser las derivadas de angosturas y viento, ya que las de marea son previsibles y se puede adaptar uno a sus horarios. Lo que está claro es que antes de enfilar estrechos y angosturas hay que estudiar detenidamente el momento de hacerlo. Las corrientes se aceleran muchísimo por vientos fuertes y angostura.

En nuestro caso, en toda la travesía, la corriente en contra más fuerte se produjo en la Angostura Inglesa, cerca de Puerto Edén y no superó los 3 kts. durante 15-20 minutos.

En todo el Canal de Beagle y en el Estrecho de Magallanes, parte occidental, hay una corriente constante de aproximadamente 1 kt. del W.

Comida.- Con la bebida, o sea el agua, no hay problema. Hay agua dulce en cualquier lugar. Grandes y pequeñas cascadas, riachuelos, torrentes. No se pasa sed.

La comida es otro cantar. Hay que hacer una previsión para dos meses. De Puerto Williams a Puerto Edén se hace perfectamente en un mes, aunque si te toca mal tiempo, cosa bastante frecuente, puede alargarse hasta 2 meses, puesto que hay que resguardarse del viento en las caletas, sin poder avanzar. No se puede contar con la pesca. A excepción de las centollas, que con una nasa a bordo suponen entretenimiento y alguna alegría gastronómica, no hay otras capturas. Tanto merluza como congrio están a mucha profundidad y no es pesca deportiva. Los mejillones, que son tan abundantes, están afectados por la marea roja y solo sirven de cebo para las centollas.

En cuanto al pan, en Ushuaia, preparan un pan francés, con unas características especiales, en la pastelería restaurante Ramos Generales, que previo encargo, lo retractilan con film transparente para evitar que pierda la humedad, y se mantiene aceptablemente comestible durante 3-4 semanas. Los últimos días necesita un pequeño tostado para mejorar. En todo caso es una solución perfecta para el primer mes. A partir de ahí, toca amasar.

También en Ushuaia se puede conseguir buena carne argentina, envasada al vacío en piezas de 1 Kg. Etiqueta Negra Premiun, que se conserva para la travesía llevándola en un lugar frío que puede ser nevera o sentinas.

Hay que tener en cuenta que el frío exterior conserva estupendamente los alimentos. Por ejemplo, los huevos, a nosotros nos han durado exactamente 3 meses y aún tenemos, sin que haya aparecido ni uno solo estropeado. También siguen en buen estado, después de este tiempo, las patatas, cebollas, ajos y calabazas.

La compra para esta travesía hay que hacerla en Ushuaia, que cuenta con supermercados grandes, tipo europeo y almacenes de fruta y verdura al por mayor, donde es aconsejable hacer este acopio, porque en los supermercados la calidad es variable y la fruta está toqueteada, conocemos el que se llama Mendosur, que además te lleva la compra al barco, cosa que no hacen los supermercados. En Puerto Williams se reciben alimentos frescos una vez por semana y son muy básicos.

Preparación psicológica.- Uno debe ir preparado para no encontrar lugar poblado ni gente con la que departir, al menos en 700 Nm. O sea, un mes sin ver a nadie fuera del barco y esto no debe provocar ningún problema. Después del primer lugar poblado, Puerto Edén, aún quedan otras 2-3 semanas para llegar a lugares habitados.

Siempre hemos escuchado que es una maravilla perderse por los canales chilenos durante 4 o 6 meses. Nuestra experiencia dice que es un poco exagerado este plazo. Pongamos mejor 2 a 3. Al llegar a un fondeo es frecuente salir a dar paseos, caminatas, montañismo, etc. pero te encuentras que la vegetación es muy espesa, ofrece mucha dificultad al paso y el terreno, por lo general, son turberas de consistencia muy floja en las que te entierras hasta la rodilla. Nuestra experiencia personal es que, por boca de nuestros acompañantes, no por la nuestra propia, las caminatas se hacen muy duras. A esto hay que añadir que te empapas de agua hasta los huesos y que luego secar la ropa tiene sus inconvenientes. A partir del 4º o 5º paseo, hemos notado que los ánimos van decayendo y que al final hay que conformarse con dar los paseos en el dinghy y ver la naturaleza a ras de agua. Que es mucho más cómodo.

En la zona del Beagle hay algunas caletas que tienen casi sendas para los paseos, quizá porque son las más visitadas. A partir de ahí, mucha dificultad.

2.2.2 .- La Travesía de Puerto Williams a Puerto Montt

El año 2014 hicimos un recorrido por la zona de los Ventisqueros del Canal de Beagle, brazos NW y SW, antes de dejar el barco pasando el invierno en Puerto Williams, que fue una muy buena elección. Este año hemos vuelto a navegar el brazo NW, en el comienzo de la travesía hacia Puerto Montt.

Como decíamos en la crónica de “El último de los Canales

“Hemos valorado que nos resultó más bonito el paisaje el año pasado, porque hacía más frío y estaban las cumbres más nevadas, en esa zona del Beagle que tanto nos gusta. Daba más la sensación de estar en uno de los confines del mundo. Nunca olvidaremos la vista de las cumbres nevadas de la Cordillera Darwin, en nuestro viaje de regreso de los ventisqueros, con el génova portando, en compañía de nuestros amigos Paula y Pablo, los Panautas. Si hay que dejar una sola imagen para el recuerdo de toda esta travesía, será esa..”.

Este año 2.015 hemos hecho la travesía completa para llegar a Puerto Montt. Los canales chilenos se extienden entre el paralelo 55º y el 41º S. se trata de navegación siempre con tierra a la vista, con canales de anchura entre 1 y 3 millas, más alguna que otra angostura, con la particularidad de no ser aconsejable la navegación nocturna.

Como el mal tiempo, viento y lluvia, es frecuente, te tienes que ir resguardando continuamente en caletas muy protegidas que están perfectamente localizadas en los derroteros.

Unas, además de ser protegidas, son amplias y de mucha visibilidad. Otras son estrechas, escondidas, incómodas e incluso ratoneras, con la vegetación prácticamente encima, sensación claustrofóbica y moscas pequeñitas, cojoneras, que de vez en cuando te dan un bocadito y te fastidian. Incomodísimas, te van machacando caleta tras caleta y te están acosando desde que se inicia la maniobra de fondeo hasta que te vas de la caleta. Nos obligaban a taparnos más que del frío.

Los fondeos, como ya hemos ido comentando, aunque en muchas ocasiones se podrían hacer solo al ancla, se suelen asegurar con dos cabos a tierra e incluso, en contadas ocasiones, cuatro. Así lo aconsejan los derroteros, puesto que te puede sobrevenir un williwaws y ponerte el barco del revés.

Insistimos en que la navegación es pesada, casi siempre a motor y con viento en la proa.

Este año lo que hemos tenido especial han sido las entradas a los glaciares del campo Sur, Ya bien arriba, a partir de la latitud 51º. Son espectaculares por tamaño y porque los hemos disfrutado con sol. La navegación entre témpanos se hace emocionante, vamos con un barco de fibra, que es bien frágil y los golpes con los pequeños témpanos de hielo te hacen encoger el estómago. En áreas de influencia de un glaciar te puede aparecer un growler transparente, que es casi imperceptible a la vista y chocarse con él produce el mismo efecto que darse contra una roca. Esta posibilidad provoca la contradicción de estar disfrutando de esta maravillosa naturaleza, a la vez que deseando alejarte para evitar los riesgos.

Hemos visitado el Glaciar Amalia, con sus hielos gigantes, en flotación, de color azul profundo. El Asia, vecino por estribor, al que se hacía difícil la aproximación entre tantos y tantos hielos, en este caso de tamaño menor. El Pío XI, enorme y majestuoso, de 3 Km. de frente y playa de arena, en su parte central, justo a sus pies, en la que se puede desembarcar con el dinghy. El último visitado fue el glaciar Témpanos.

En el campo Norte el glaciar más famoso es el de la Laguna de San Rafael. Para visitarlo hay que retroceder 60 ó 70 millas. Decidimos que con los que habíamos visitado era suficiente. Hay que dejar siempre algo pendiente.

La fauna, en esta ocasión diversa y abundante, ha sido un entretenimiento constante y un disfrute para los sentidos. La aparición de un chungungo en la bañera del PRATI, supuso una sorpresa. Hablamos de un mustélido, parecido a la nutria que se subió al cata buscando el desayuno. Los leones marinos han sido compañía frecuente. Aparecen las primeras ballenas en el Estrecho de Magallanes, luego en el Golfo de Penas resoplan por todos los costados y una pareja se acerca tanto a nuestra proa, que nos da un buen susto. Los delfines, en esta zona abunda la familia tonina chilena, delfín negro, han escoltado al cata y jugueteado con nuestras proas y hélices durante horas y horas, en las entradas y salidas de los esteros. Es como si fueran los anfitriones que amablemente nos vienen a recibir y salen a despedirte. Aves, todas: albatros, petreles, cóndores, cormoranes, pingüinos, el de Magallanes sobre todo, diversas familias de gaviotas, cisne de cuello negro, garza bruja, bandurria común, martín pescador, pato vapor, chimangos, de la familia de los halcones, que en ocasiones se han posado tranquilamente en el PRATI.

Y ya estamos en Puerto Montt, lugar con gran concentración de veleros. Hay tres náuticos que albergan a más de 300 barcos.

Esta ciudad que pasa de los 300.000 habitantes ha tenido un crecimiento ultrarrápido derivado, sobre todo, de la industria salmonera y en sus alrededores hay varios lugares turísticos de interés y pequeñas ciudades residenciales.

Es un buen lugar para pasear, volver a la vida social y disfrutar de sus comodidades. Aquí pensamos hacer parte de los trabajos de mantenimiento y pequeñas reformas que teníamos previstas para el astillero de Valdivia. Ellos tienen mucha carga de trabajo y solo haremos allí lo imprescindible, sacar el barco fuera del agua para los trabajos en los sail drives y antifouling.

Por cierto, de puerto Williams salió un PRATI con bandera italiana, la que tenía el catamarán cuando lo compramos y a Puerto Montt llegó un PRATI con bandera holandesa. El cambio se produce el 19 de febrero.

Sería bueno que las autoridades españolas tomaran nota de que la mayor parte de la flota nos estamos abanderando en países de la CEE, donde no ponen las dificultades que tenemos en nuestro país. Nos encantaría, ya que hemos pagado religiosamente los impuestos en España, llevar nuestra bandera por el mundo.

2.2.3.- Nuestra travesía de los Canales

Zarpamos el 8 de enero y llegamos a Puerto Edén el 4 de febrero de 2.015.

El día 9 de febrero estábamos a la espera de cruzar el Golfo de Penas y el 13 en la parte Norte, a la entrada de los canales de nuevo. A partir de aquí empiezan a ser más frecuentes los lugares habitados, las pesqueras, las salmoneras, la VHF vuelve a ponerte en contacto con otros seres humanos que están navegando y con algunos hemos departido un buen rato.

Arribamos a Puerto Montt, el día 21 de marzo, después de haber hecho varios desvíos de la ruta principal, Chacabuco, la región de Aysen, Puyuguapi y lógicamente Chiloé.

Hemos empleado 63 días, desde Puerto Williams a Puerto Montt.

Hemos navegado 288 horas.

A motor 205, a vela 55 y a vela con ayuda de motor 28 horas.

Millas recorridas 1.554

Ha habido 21 días, en los que el sol lució el día completo y solo 10 días con lluvia las 24 horas. Los restantes 42, han tenido un poco de todo.

Hemos tenido mucha suerte, además de tantos días de sol, los vientos han sido flojos y en esta travesía, no hemos vivido la experiencia de un williwaws.

Así como el año pasado, por el Beagle tuvimos muy mal tiempo, este año ha sido un verano largo y agradable para lo que suele ser en estas latitudes.

Estos días, seguros en La Marina del Sur de Puerto Montt, nos hemos dedicado a recopilar toda la información que estamos resumiendo en esta crónica general y que quizá ayude a visualizar mejor este proyecto.

Como ya indicábamos en el capítulo de los derroteros, aquellas personas que estén interesadas en esta navegación y tengan la intención de hacerla, pueden contar con nuestra colaboración y toda la información que tenemos a bordo.