De Ilha Grande a Angra

Aprovechando una situación de vientos flojos y, a más a más, del NE, decidimos visitar el sur de la Ilha Grande, donde están las playas más especiales y menos visitadas, sobre todo una playa de la que nos habían hablado muy bien, llamada Parnaioca y que las guías califican cómo O tesouro da Ilha Grande.

Salimos al Atlántico abierto y después de pasar por delante de la playa del Aventureiro, donde está prohibido el fondeo sin un permiso especial, nos instalamos en el centro de la playa de Parnaioca en

Posición
Latitud: 23º 11´692 S
Longitud: 44º 15´112 W

 

 

Los videos de la playa de Parnaioca

El día espléndido, dos o tres personas en el agua y otro velero en el fondeo que se marchó al poco rato. En cuanto salimos a la playa se nos acercaron los bañistas. Estaban en un camping y como nosotros, encantados de tener gente distinta con la que charlar.

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Disfrutamos con ellos de dos días estupendos, compartiendo la comida en el camping, las cervezas en el cata, los peces que Carlos volvió a pescar para que comiéramos todos y con los que ellos prepararon una moqueca estupenda. Charlamos de lo divino y de lo humano y aprendimos muchas cosas nuevas. Ellos son de un lugar interior llamado Lorena. Estaban allí dos matrimonios amigos y otra amiga suya con sus hijas, yerno y nieta.

Esta amiga era quien conocía el lugar y les había embarcado, nunca mejor dicho, en esa aventura que les resultó un poco excesiva. El camping es de lo más precario y la llegada a la isla debió de ser de película por lo que contaron, incluso con alguna maleta que les cayó al agua.

Habían llevado de todo, los cacharros, la cocina de gas, comida para 15 días que va a quedarse la otra familia, además, por supuesto, de los colchones, las tiendas y las ropas.

Como remate de esta buena y nueva relación, el sábado que tenían previsto volver a Angra, en lugar de hacerlo en la lancha que habían contratado y con la que habían hecho un recorrido que les resultó duro, les llevamos en el PRATI. El único inconveniente que tiene Parnaioca es la falta de un pequeño pantalán, o similar, donde desembarcar. La ola en la orilla rompe continuamente, con lo que el dinghy no puede quedar muy cerca. Los numeritos que hemos vivido para subir todos al dinghy y sobre todo para cargar toda la impedimenta que ellos habían llevado al camping, han sido de lo más auténtico. Fueron cargando un pequeño bote de goma, de la niña amiga suya y desde allí lo iban pasando al dinghy y después al cata.

El resto del día, estupendo, comimos todos juntos en un restaurante que ya conocíamos en Sitio Forte, donde pudimos dejar el cata en una boya y después, por primera vez desde que estamos en la Bahía de Ilha Grande, navegamos a vela, con el génova, con un viento de 8 kts. de través. Nuestros amigos de Lorena ficaron encantados. Esta gente tan maja son dos parejas: Renata y Zoroastro, Lourdes y Paulo.

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Paulo, sobre todo, nos dio grandes lecciones de la vida, la economía y las generalidades de Brasil. Gracias.

Es muy importante, tener la oportunidad de charlar con gente preparada y con mundología, que te cuentan cosas objetivas del lugar.

Tras esos días de pura naturaleza y por aquello de cambiar de registro, nos dirigimos, el domingo día 15, a la playa del Dentista, en la isla de Gipoia.

Posición

Latitud: 23º 03´912 S
Longitud: 44º 21´342 W
 

Tiene la fama de ser la más saturada de la zona y donde las lanchas, en su mayoría de motor, se hacinan y disfrutan enseñándose unos a otros sobre las cubiertas de los barcos, sin bajar a la playa siquiera y oyendo música a toda pastilla. En la foto que viene en las guías, hay más de 100 barcos en una playa que es más bien pequeña, de unos 300 m. de longitud, incluyendo alguna zona de rocas. El dueño del restaurante flotante nos contó que en Nochevieja se llegan a juntar 1.000, que se colocan como los coches en un aparcamiento y que tienen que salir en orden inverso al de la llegada porque no se puede maniobrar. Una verdadera locura. Nosotros no tuvimos un espectáculo semejante. Era un domingo tranquilo, el lugar es precioso, el agua a 27º, mientras en Parnaioca había 24º y a disfrutar de los baños.

Como estaba anunciado, ha llegado un frente frío del sur y el domingo a la tarde cambió todo y comenzó a llover. El lunes, aprovechando el mal día, zafarrancho de limpieza en el PRATI. Estamos, como casi siempre, solos en el fondeo y también viene bien algún día de vida interior. Después, entre lluvia y lluvia, un buen baño refrescante y estupendo. Está claro que lo del frente frío en esta ocasión no ha supuesto mucha bajada de temperatura. A medio día tenemos 25º que tampoco está mal. Solo que llueve y llueve.

Deambulando por Ilha Grande, 2ª entrega

28 de marzo, miércoles, después del desayuno, levantamos el fondeo para dirigirnos a Abraao, la capital de la isla, para hacer algunas compras, conectarnos a Internet y conocer el lugar. Nos han dicho que tiene ambiente nocturno, uhmmmm.

Nos habían avisado en la Rueda Argentina de que se acercaba un frente frío y que tendríamos agua.

Cuando estábamos llegando a Abraao, justo a la altura de Abraao Pequenho, nuestro primer fondeo aquí, el cielo se puso muy oscuro, el viento comenzó a soplar y entró un chubasco. El crucero fondeado allí cerca, borneaba como loco. El capi decidió que con esas condiciones mejor nos quedábamos en el Abraao Pequenho que meternos en la bahía de Abraao, llena de escunas a rebosar y con bastantes barcos fondeados. Así lo hicimos y disfrutamos de un auténtico día de mal tiempo. Llovió a mares, sopló el viento y bajó bastante la temperatura. Todo el día estuvimos dentro del barco e incluso acabamos viendo una peli de video.

Al día siguiente, pudimos bañarnos por la mañana e ir a la playa para degustar los riquísimos calamares, lulas crocantes, que nos encantaron una vez más.

Después hicimos el cambio a Abraao y fondeamos en la Posición:
Latitud: 23º 08´314 S
Longitud: 44º 09´714 W
 

La tarde volvió a ponerse muy gris, amenazando lluvia y nos quedamos a bordo en un fondeo de los más movido.

 

El fondeo de Abraao

 

La previsión seguía siendo mala para los dos días siguientes y sobre la marcha, una vez más, cambiamos los planes. Levantamos el ancla y nos dirigimos a Angra dos Reis para abastecer el barco de cara a la Semana santa que ya está encima.

Allí en la marina Piratas Mall, tienen un pantalán para visitantes, en el que se puede atracar y hacer la compra en un súper que queda al lado y resulta comodísimo.

Ya hemos cargado fruta y bebida para unos cuantos días, además de gasofa para el dinghy. También hemos enviado la primera entrega de nuestro deambular por esta Ilha Grande.

Con la compra hecha, buscamos nuevo fondeo, está vez en Lagoa Azul, cerca de la Isla de Macacos

<>Posición:
Latitud: 23º 05´064 S
Longitud: 44º 14´237 W
 

Pasamos la noche solos en el fondeo, solo acompañados de las luces de las dos o tres casitas que hay en la orilla.

 

 

 

La placidez de la Lagoa Azul

Por la mañana, día espléndido, a explorar los alrededores. Playas, casas semiescondidas en las orillas, algunas preciosas, mar calmo y barcos, sobre todo escunas, que se van acercando cargados de bañistas.

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Nosotros también nos dimos un baño en la playa y después tertulia con un barco argentino allí fondeado.

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Cuando regresamos al PRATI, no dábamos crédito. Estábamos rodeados de barcos de todo tipo, sobre todo lanchas pequeñas de motor, que echan el ancla y un cabo por popa.

 

 

 

 

Otras imágenes del mismo lugar

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Quedamos horrorizados de lo que podía ocurrir al caer la tarde. Ocurrió algo estupendo, poco a poco se fueron marchando y acabamos quedando de nuevo solos. Menos mal, así se duerme de lo más tranquilo.

 

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Volvió la tranquilidad

 

 

Hemos disfrutado del fondeo en la Lagoa Azul durante 4 días, la nevera y el congelador están que se salen de catalufas (big eyes) menos mal que son riquísimos y que tienen la gran ventaja de que no hay que escamarlos. Ya hemos probado todas las modalidades: al vapor, hervidos, con aceite, con mayonesa, en guiso con patatas, en salpicón. De todas formas, rico, rico.

El día 3 de abril, cambiamos de fondeo, preparando la avalancha de Semana Santa. Nos hemos instalado en Enseada do Sitio Forte.

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sitio-forte
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Posición:
Latitud: 23º 07´944 S
Longitud: 44º 17´638 W
 

Al atardecer apareció LA PEREGRINA y les tenemos fondeados al lado. De nuevo celebración, caipis, vinitos, jamón…… ¡dura vida!

fondeo-sitio-forte-y-peregrina

Las mismas ímágenes, en movimiento

 

El miércoles, por la tarde, empezaron a aparecer barcos y más barcos y esto promete ponerse goloso.

La ensenada es muy amplia y tiene tres bahías diferentes. La que nos queda más lejos es la que tiene más construcciones, bares y demás. Luego hay una intermedia con un restaurante flotante y esta, Praia de Ubatubinha, que en principio era la tranquila, el paraíso de los veleros, está teniendo mucho éxito. Hay un restaurante en el lado opuesto a nuestro fondeo, bastante bien integrado en la naturaleza y que permanece abierto por la tarde noche ¡aleluya!

Aquí, en este lugar, llamado Quiosque do Lelé, sufrimos, entre caipirinha y caipirinha, la más intensa de las tormentas que hemos vivido en estos días. Algo digno de verse, todo a nuestro alrededor se iluminaba con cada relámpago que se dibujaba en el cielo con total nitidez, después, el ruido ensordecedor del trueno que parecía retumbar en todas las montañas que nos rodean. El capi Babé contaba: tic uno, tic dos, tic tres….y así hasta que llegaba a nosotros el sonido e inmediatamente, la traducción a la distancia correspondiente. Hubo una descarga que solo dío lugar a contar tic, vaya trallazo. El agua, mientras tanto, caía en cascada a nuestro alrededor. El quiosque tiene el techo de paja trenzada, pero encima, bien disimulado, tienen instalado un plástico negro que mejora la estanqueidad. Así que ahí nos quedamos hasta que dejó de llover. Cuando regresamos, el agua nos llegaba hasta los tobillos en el dinghy,

Otro de los hallazgos de este fondeo ha sido la pesca de lulas. El capi vio que a nuestro alrededor había lanchas que iluminaban intensamente el agua y que la gente se afanaba subiendo capturas a bordo. Preguntamos que pegaban (en portugués, copian) y nos lo aclararon: lulas. Inmediatamente a sacar las poteras que compramos en su día en Santander y que se mantenían sin estrenar. Instalamos el foco pirata portátil en el costado de estribor y potera al agua. A la primera ya teníamos una lula. ¡Que bien para la paella! A partir de ese momento, una desmesura. El capi paró cuando tenía en el cubo 6 Kg. de calamares, unas 50 piezas.

Los hemos comido a la plancha los más pequeños, que estaban de vicio. En su tinta una parte de los más grandes y además de regalar, tenemos un par de bolsas congelados. Solo hay un pequeño inconveniente, como se pone el barco blanco, con su tinta negra. Cada vez que uno sube a bordo y antes de llegar al cubo, lo primero que hacen es escupir tinta. La mañana siguiente, a limpiar. Hay manchas que después de frotar y frotar, aún dejan restos. Los de pescar calamares habrá que pensárselo.

sitio-forte-peixe-y-banana

Aquí nos hemos reencontrado con el Luthier, de Catarina y Dorival y nos hemos despedido de la Peregrina, de Cristina y Javier, que comienzan su regreso a Europa. Seguiremos su avance cada noche en la Rueda de Navegantes Argentina. Ojala que tengan buenos vientos, aunque no es fácil en la ruta que van a llevar.

El lunes de Pascua, día 9 de abril, solo es fiesta en Angra y la vida va volviendo a la normalidad. Nosotros decidimos cambiar, una vez más, de fondeo. Continuamos nuestro avance hacia el SW de la Ilha Grande y nos instalamos en un lugar llamado Ilha do Longa (Lagoa Verde).

Posición en la Lagoa Verde:
Latitud: 23º 08´350 S
Longitud: 44º 19´353 W
 

 

los videos del capi en la Lagoa Verde

Aquí estamos, una vez más, totalmente solos. Durante el día aparecieron algunas lanchas y veleros. Fondearon, se dieron un bañito, levantaron el fondeo y a otra cosa. La verdad es que merece la pena hacer snorkel aquí. Hay bandadas de peces de colores e incluso se puede ver alguna tortuga. Es bien bonito el fondo.

Hay un restaurante flotante, llamado El Gaucho, que está, como no, especializado en carnes. Solo abre los sábados y domingos. Así que no toca churrasco.

Ya se acabó la Semana Santa y no ha sido tan problemática como nos habíamos temido. También puede ser que hayamos acertado con los lugares en que la hemos pasado.