Como ya sabeis, el nuevo catamarán se llamaba en origen CONTE MAX, el cambio oficial de nombre sólo costó 9 meses, ahora, una vez tramitado éste, hemos hecho un ritual recomendado por avezados navegantes gallegos y catalanes, para espantar a las meigas y a la mala suerte que puede traer cambiar de nombre a un barco.
Esta es la placa con el nombre anterior.
Salimos de Vinarós con nuestros amigos Dolores y Pepe para una tranquila navegación hasta San Carlos de la Rápita. Como aún no habíamos realizado el ritual, a la salida del atraque, cabo a la hélice y baño a 12º C que le toca al capitán, después de múltiples intentos de tratar de resolver el enredo, con el bichero desde el dinghy y no menos esfuerzos para calzarse el traje de buceo, que ya tiene dos tallas menos que el capi y que pa más joder, se puso lo de alante patrás. Ya empieza el descojono. Por lo demás sin novedad hasta San Carlos, con una brisa suave de 5 kts. navegando a vela a 4 kts. Día soleado y mar plana.
A una milla del puerto hicimos el ritual
Lanzamos la placa al fondo del mar y dimos tres vueltas por babor. A la llegada a puerto lo celebramos con botellita de cava.
Estos amigos que nos acompañan son los dueños del piano- bar «Juan Sebastian del Cano», donde tantas buenas veladas hemos pasado, cantando y bebiendo hasta altas horas, durante nuestra estancia en el puerto de Vinarós.