A primera hora de la noche bajó el viento a F-2 por la popa y hubo que arrancar un motor, que trabajó durante 8 horas, primero con la mayor arriba y después él solito.

El capitán escuchó el partido Barcelona – Atletic por Radio Exterior de España, sintonizado desde un transistor, estilo yanquee, con magneto incorporada que dándole vueltas a una manivela, carga sus propias baterías.

Hoy todo el día a vela, con F-2,3 y un poco de F-4. O sea, una miseria, casi vamos arrastrándonos. No obstante con vientos de 5 y 6 kts. hemos ido a 5 y 6 kts. de velocidad del barco, aunque parece un milagro, no lo es tanto, la corriente va a nuestro favor. A cambio el problema es que los rumbos son distantes más de 40º del apropiado para nuestro interés.

Durante casi todo el día hemos navegado al 270º buscando la longitud 20ºW donde según nuestro meteo UGRIB, esta noche saltan vientos del N de 15 kts. que nos interesan cantidad.

En toda esta jornada no hemos avistado barco alguno, sí cientos de peces voladores que uno de ellos pegó un brinco y saltó a nuestra red, así como un calamar gigante (10 cms.) que igual compartimos para la cena.

Hemos tenido algo de sol, aunque el dominante sigue siendo el gris. Temperatura buena y navegación muy agradable.

Posición a las 20 horas (19,00 UTC)

Latitud: 24º 46´64 N
Longitud: 19º 31´96 W
Rumbos de hoy:
Temperaturas del aire entre 21 y 29º
Temperatura del agua: entre 22 y 23º
Millas navegadas en las últimas 24 h: 148
Millas navegadas desde Melilla: 1.347

———-000———-

Hoy, 24 de agosto, el capi, Prati, Charly, el boss, se ha levantado a las 8 de la mañana, después de dormir plácidamente 4 horas. Era la primera vez que se metía en la cama, ya que el primer día de travesía lo hizo de sofá.

Nada más aparecer, al ver que teníamos 10 nuditos de viento, dijo: ¡a izar!.

El caso es que ayer, en una maniobra, se rompió el sable pequeño de la mayor y pensamos que antes de izar sería mejor retirarlo de la vela para evitar que provocara alguna rotura.

Dicho y hecho, sin desayunar siquiera, ya tenemos al capi encaramado en el fly, retirando el sable roto, después pensó que ya que estaba metido en harina, era bueno comprobar como estaban los otros y proceder al reapriete y aplicación de sikaflex, que todo lo arregla.

Desayuno

Inmediatamente, pensó que debía achicar el agua de las salas de motores. Había entrado con el maretón del primer día y no se debía abrir mucho el acceso, que está bajo la escalera de cada patín y para el que aún no se ha conseguido la estanqueidad total. Como hoy había bastante calma, decidió que era el momento oportuno.

Estuvo más de una hora, en posiciones complicadas, hasta dejar ambas salas como la patena. En total retiró el equivalente a un cubo de agua entre las dos salas. Acabó con unas buenas aplicaciones de Centauro, espray antioxidante y lubricante, sobre los motores y todas las partes metálicas, que le hacían salir a tomar aire de vez en cuando por su maravilloso olor y por que es asfixiante.

Mientras hacía estas incursiones, en el patín de babor vio que se habían saltado las bisagras del compartimento que hay al final de la escalera de ese patín y donde queda recogida la escalera de baño. Es una tapa de 60 x 40 cms., hecha de madera y fibra, muy pesada y que algún golpe de mar que entró a presión por la escalerilla, la reventó. Se amarró convenientemente y bajó a soltarla del todo para evitar que una ola fuerte la llevara navegando lejos de nosotros.

Después pensó que los agujeros de los tornillos que había retirado no quedaban bien así, ya que por allí entraría el agua a un compartimento, que debe ser estanco.

Vuelta a amarrarse, sikaflex en ristre y agujeritos cegados.

Comimos

Como el hombre andaba algo cansado, después de mi siesta, pensó que el también se acostaría.

Una buena siesta, 40 minutos. (Señooo, eso es poooooco) (1)

Nada más amanecer de la siesta, en sus rutinas de control, encontró un derrame de gasoil en uno de los tambuchos de la bañera, donde está el depósito para el generador y varias garrafas. Ha estado más de dos horas, tirado en el suelo, cabeza abajo, limpiando gasoil. Como es habitual en él, lo ha dejado todo impoluto, pero no se sabe de donde viene la fuga exactamente, si del cierre de una de las garrafas o del depósito en sí, con lo cual puede ser un trabajo perdido, pero mi capitán es así, nunca deja nada para mañana y es incansable cuando de su barco se trata. Da
confianza navegar con él.

(1) Os recomiendo que escuchéis “La paradoja de la vida” creemos que de José Larralde.