En el fondeo en St Helena, aunque sea movido, se duerme de lo más bien y seguido, sin tener que levantarse en lo mejor del sueño para hacer la guardia.
El domingo a media mañana nos visitó el Harbour Master, han comprobado nuestros papeles y saben que no hay zarpe oficial de Sudáfrica, cosa que corroboramos. Le contamos exactamente lo sucedido, dijo que nos creía pero que sin un documento oficial no se puede demostrar cuántos días hace que salimos de Sudáfrica, así que a la espera de que desde Cape Town le digan algo mejor, nosotros tenemos que hacer una cuarentena de 10 días, como marca la Ley.
No podemos salir de barco, ni relacionarnos con nadie, ni bañarnos, ni pescar, solo vivir a bordo.
Fue amable y educado, pero nos dejó confinados. Le enseñamos incluso nuestro libro de bitácora en el que apuntamos hora a hora nuestras travesías y dijo que muy bien, pero que necesitaba un documento con sello.
El lunes amaneció un día espléndido y muy de mañana, con el mar bastante calmo, Carlos se metió en el dinghy y se internó bajo el cata. Lo había intentado los días anteriores pero la movida era tanta que no pudo meterse por debajo del catamaran.
Ahora fue posible e inmediatamente vio una grieta de unos 30 cm de largo y entre 3-5 mm de ancho sobre el portillo de emergencia de babor, salió entusiasmado. ¡¡¡ Bien !!! Ya lo tengo. Ahora será posible la reparación. Buscó en sus almacenes los distintos tipos de masilla epoxidrica que llevamos a bordo. Todos un poco viejos, aunque en tarros sin usar. Se decantó por una de bicomponente, comprada en Argentina y preparado con todo tipo de herramientas se volvió a meter bajo el cata.
Allí estuvo 40 minutos tumbado en el suelo del dinghy y recibiendo en cuanto se movía algún que otro coque, pero lo reparó. Avisamos a las autoridades de que habíamos resuelto la avería, después de que Carlos comprobara cómo estaba al día siguiente la reparación y que queríamos zarpar el jueves. Dijeron que estupendo, que inmediatamente nos traían nuestros papeles, o sea, la mierda de papeles sin ningún sello oficial que traíamos de Sudáfrica y que les entregamos el primer día. Creemos que están encantados de librarse de nosotros, indocumentados y con avería, mejor lejos.
Las autoridades nos han hecho una compra que encargamos ayer. Sobretodo pedimos fruta y lo único que han traído han sido 10 bananas cotrosas y 3 granadas miserables, 3 berenjenas que nadie pidió y pan de molde, 9 paquetes muy grandes, para parar un tren, habíamos pedido 3, lec
he, queso de sándwich, jamón York y galletas. Nos ha venido estupendamente y vamos a cenar sándwiches por la mañana, por la tarde y por la noche.
El jueves, como estaba previsto, soltamos la boya amarilla y volvimos a navegar. Esta última noche en el fondeo fue de lo más movido y llovió con fuerza en varias ocasiones.
Ya navegando Inspecciones periódicas a sentinas, sobre todo la de babor y a la tercera hora,
disgusto, de nuevo hay agua. Vuelta al proceso de mirar y remirar, de pensar si el mar, con olas importantes desde que salimos, habrá arrancado el parche de la reparación, o si dadas las condiciones en que Carlos trabajó, habría alguna otra grieta que no vio y no selló.
En los primeros achiques se nota una gran diferencia en la entrada de agua, pasa de 2 l/h en la fase anterior a 0,5 l/h en la actual. O sea que la reparación algo ha resuelto.
Con el paso de los días, aumenta la entrada de agua. Empezamos a pensar en Ascensión.
La posición a las 8 UTC del domingo 1 de mayo, es:
Latitud.- 9° 41’00 S
Longitud.- 9° 12’59 W
Temperatura del agua.- 29,7°
Temperatura del aire.- 26,6°
Millas recorridas desde Saldanha: 2.322