Rumbo al W. Australia 4

Y llegó el problema.
Por la noche estaban previstos vientos de mayor intensidad, así que por la tarde hicimos la prueba de enrollar el “code 0” antes de que realmente fuera necesario.
!Ja! !Que si quieres arroz! Que no se dejaba. Prueba pacá, prueba pallá, la tarde que va cayendo y los nervios que empiezan a aflorar. Menudo papelón tener largada una vela de 100 m2 y no poder enrollarla.

Con pruebas y más pruebas, en una de esas empezó a enrollarse, eso sí en sentido contrario, con lo que la banda de protección para rayos ultravioletas quedaba por dentro y no hacía su trabajo, pero no estábamos para pararnos en esas minucias, ni en que quedó enrollada de pena, con el consiguiente riesgo de rotura. El caso era enrollarla.

Tras nuevas cavilaciones, llegamos a la solución más práctica, vela abajo. Una de las características del enrollador sinfin de esta vela, es que va instalado con un cabo especial desde el mástil, no como las otras velas que van relingadas en un perfil metálico fijo. Así que soltando la driza correspondiente pusimos la vela sobre la cubierta en un pis pas. La amarramos bien a los candeleros y cuando empezaba a faltar la luz, dimos por concluido “el sucedido”. De menudo marrón libramos.

 

La noche, como se anunciaba, movidita, con algunos chubascos que aceleraban el viento. Nuestro rumbo no admitía apenas cambios, ya que teníamos que pasar entre dos “obstáculos” Bird Islet y Cato, así que hay que navegar ⛵️ con lo que toca.
Tuvimos un pasajero, instalado en el guardamancebos de babor, negro, de buen tamaño y con un pico amarillo bien grande. El capitán se acercó a espantarlo, por aquello de que siempre dejan “regalitos” pero le miró con total desdén y se quedó donde estaba hasta la mañana. De vez en cuando las olas le pasaban por encima y como si nada.

Seguimos navegando, ahora con vientos del E y como nuestro rumbo es W, toca ir despacio, con el viento entrando por 160° 🤨.

A las 11 del miércoles, día 12 de junio, estamos en las coordenadas

Latitud.- 22° 37’38 S
Longitud.- 154° 57’22 E

Millas recorridas en las últimas 24 horas.- 162
Distancia a destino.- 342 Nm.

M.Herrero

Rumbo al W. Australia 3

Estamos teniendo una navegación de lo más cómoda y relajada hasta el momento. Los vientos se mantienen estables, de fuerza 4-5 y de componente E-ESE.

http:/https://youtu.be/JagEOEDrkrE

 

A medida que nos vamos acercando a Australia, van apareciendo pequeños arrecifes y algunos bajos a tener en cuenta.
Ayer bordeamos un bajo de 69 metros. Ya sabemos que no íbamos a tocar fondo aunque le pasáramos por encima, pero teniendo en cuenta que alrededor hay grandes profundidades, que descienden con mucha rapidez hasta llegar a ese punto concreto de los 69 m, preferimos darle resguardo por si pudiera ocasionar alguna perturbación. Además así teníamos algo de lo que ocuparnos.

Hemos seguido, incluso de noche, con el code 0, la vela más fina y de mayor tamaño, 100 m2, ya que la previsión meteorológica hablaba de estabilidad y vientos moderados.

A las 11 horas del martes día 11 de junio, estamos en las coordenadas

Latitud. 22° 25’22 S
Longitud. 157° 56’07 E

Hemos navegado 153 Nm en las últimas 24 horas y estamos a 492 Nm del destino, En Mackay.

M.Herrero

Rumbo al W. Australia 2

Seguimos navegando sin novedades. Poco a poco y según lo previsto, las olas han ido bajando de tamaño y el viento se ha suavizado también. La navegación se ha vuelto más tranquila y relajada.

La noche, con vientos suaves y demasiado en popa, ha ralentizado nuestra marcha pero a cambio nos ha dejado descansar estupendamente.

Amaneció un día soleado y con previsión de vientos moderados, así que decidimos estrenar el “code 0” en su nuevo emplazamiento.

Cuando llegamos a New Zealand solo teníamos, como velas de proa, el code 0 en el enrollador de génova y el foque para vientos fuertes. Con las modificaciones realizadas de alargar el botalón e instalar un enrollador sinfín, ahora llevamos tres velas de proa. Estos dos primeros días hemos navegado con el génova nuevo, que es una maravilla. 72 m de tela fuerte que dan una gran seguridad. Ahora con el viento y el mar más tranquilos hemos puesto a trabajar los 100 m del Code 0 para mejorar la velocidad.

Aun no estamos duchos con la maniobra, un enrollador sinfín es muy diferente de los enrolladores convencionales a los que estamos acostumbrados. Por la noche pensamos volver a navegar con el génova para mayor seguridad e imaginamos que en pocos días cambiaremos de velas con total maestría, cosas más difíciles hemos aprendido.

Nuestras coordenadas a las 11 de la mañana del lunes 10 de junio, son:

Latitud.- 22° 24’73 S
Longitud.- 160° 35’61 E

Millas recorridas en las últimas 24 horas: 148
Distancia a destino: 642 Nm

M.Herrero

Rumbo al W .- Australia

Día 8 de junio, a las 11 de la mañana hora local, salimos del fondeo en Baie Maa.
Navegamos 13 millas dentro del arrecife hasta cruzar el Passe de Uitoe y arrumbar al W.
El día 6 hicimos los tramites de salida de Nueva Caledonia y dejamos la Marina de Port Moselle para zarpar al día siguiente.
Teníamos que visitar tres departamentos diferentes para obtener el permiso de zarpe. Decidimos ir en taxi al más alejado y volver caminando a los otros dos. Muy bien pensado, pero no valía. Había que hacerlo justo en sentido contrario. Ante nuestra cara de desánimo, el funcionario de Capitanía del Puerto Autónomo, dijo que él nos llevaba en su coche. Dicho y hecho, nos llevó a Policía de Fronteras y después a Aduanas, esperándonos en ambos casos, para acto seguido llevarnos a su departamento, donde concluimos los tramites en tiempo récord.
Ante nuestro efusivo agradecimiento, contestó que tenían un día muy tranquilo, con poco movimiento de barcos y que como somos personas “âgées”, o sea, de edad avanzada, quiso ayudarnos. ¡Vaya tipo majo!

En Baie Maa, en lugar de un día nos quedamos dos, para salir más relajados y con todo en orden. Tuvimos un problema con el equipo de viento, que dejó de funcionar, en el recorrido de 10 Nm desde Port Moselle al fondeo. Así que al capitán le tocó subir al palo y tras comprobar que se trataba de un bloqueo del anemómetro, ponerlo a rodar, engrasarlo y revisar el resto de los elementos del mástil.

La previsión meteorológica, por la que hemos estado esperando, al fin parece buena. Indica vientos portantes todo el recorrido hasta la costa de Australia, concretamente a Mackay que es el puerto en que haremos la entrada.

Las olas, grandes, muy grandes, pero con frecuencias largas, lo que las hace cómodas. Esta noche hubo algunas que nos llevaron a su lomo, con un ruido sordo bajo el catamaran, que casi se agradecía no verlas. La Luna está empezando a crecer y la noche es oscura.

Los vientos oscilan en intensidad, desde F-4 a puntas de F-7, siempre de componente E a ESE.

En 24 horas hemos recorrido 177 Nm.

Nuestras coordenadas a las 11 de la mañana del domingo día 9 de junio, son:

Latitud.- 22° 15’28 S
Longitud.- 163° 12’99 E

Distancia a destino: 786 Nm.

Todo bien a bordo. Me traje de España unas cajas de Biodramina y parece que he controlado el mareo. Eso si, de 24 horas que llevamos navegando he dormido 22, incluso las que estaba de guardia 😉.

M.Herrero

Rumbo a Nueva Caledonia ¡hemos llegado!

Hemos llegado a Noumea, por la noche, como casi siempre y estamos sanos y salvos fondeados en Baia des Citrons, esperando hasta hacer las formalidades de entrada al país y buscar atraque para algunos días. El catamaran parece una anchoa en salmuera, necesita agua dulce y limpieza.

Hemos empleado 157 horas en recorrer 1.055 Nm, no las 880 que en linea recta separan Opua de Noumea.

Ayer, tras todo el día con buenas velocidades, empujados por vientos del ESE de F-5-6, llegamos en noche cerrada al Passe de Boulari. Antes de cruzarlo arriamos mayor, ya habíamos enrollado el génova unas millas antes para no tener problema con el rumbo que era un poco ajustado con respecto al arrecife y entre balizas nos encaminamos a destino, a unas 13 Nm.

Esperábamos que al entrar al Lagoon el mar se suavizara, cómo recordábamos de ocasiones similares, pero es tan grande que da igual estar dentro que fuera del arrecife durante bastantes millas. Así que desojados por el cansancio y el sueño y con el miedo al dichoso coral, recorrimos lo que sobre las cartas parece una autopista, cuando en la realidad y con la ciudad, llena de luces, al fondo, es un camino tortuoso en el que cuesta encontrar las referencias.

Al fin a las dos de la madrugada echamos el ancla en una nada apacible bahía, Baie des Citrons. Parecía que seguíamos navegando.
Cuando nos metimos en la cama no nos importó. Con el cansancio acumulado, dormimos todo seguido.

Estamos bastante contentos porque ha sido una travesía con un poco de todo, vientos en contra, vientos a favor, mar duro, cambios continuos, chubascos e incertidumbres meteorológicas y la hemos superado sin problema después de año y medio de inactividad. Eso sí, anoche no dábamos un perrón por nosotros mismos.

Ha sido muy buena la nueva morfología de velas y con el génova de 72 m y tela fuerte, de 9 onzas, hemos tenido absoluta tranquilidad.
Carlos también está muy contento con el sellado de todos los cofrets. Este capítulo ha dado mucha lata, se han probado todo tipo de burletes y configuraciones hasta conseguir que no entre agua en ningún cofret aunque el mar pase por encima. Otra cosa es que para abrirlos haya que comer bien antes.

En el capítulo de averías, apareció vía de agua en el portillo panorámico de nuestro camarote. Un problema con el sellado que es recurrente. Esta vez y con el mar golpeando duro sobre ese costado, la cosa se complicó y el capitán tuvo que aguzar el ingenio para sellar provisionalmente y afianzar el sellado con tacos de madera y cinta adhesiva. Ahora tendrá que arreglarlo de verdad y habrá que sacar la sal de la tela de esa pared. Nada nuevo.

En resumen todo bien. Como dice Luigi, prueba superada y ahora a conocer otro lugar del que traemos muy buenas referencias.
Por el momento ya hemos sacado los pantalones cortos y las chanclas. !!!Viva el sol!!!

M.Herrero