Hacia Komodo

El martes teníamos la orza reparada, aparentemente bien. 👍

Levantamos el fondeo y nos acercamos al pequeño pantalán donde ha estado durante la reparación.

De nuevo los cabos del catamaran y la ayuda de un árbol en tierra, hacen que la maniobra se realice con rapidez y seguridad. Orza en su sitio y de nuevo al fondeo.

  

Al equipo de montaje se unió Julien, del velero Le Bule, él y su pareja Camille, son nuestros vecinos de fondeo. Compartimos velada y cena en el PRATI la noche anterior y fue invitado al evento.

 

 

 

Hacemos una última incursión a la ciudad para ver el ambiente nocturno y su mercado de pescado, que al estilo del de Kupang, son puestos callejeros, con brasa para preparar pescados y mariscos, pero con mucho menos ambiente, quizá por ser un día de semana.

Muchos calamares, algunas gambas, peces coloreados y unas moscas negras poco apetitosas.

Mucho tráfico de vuelta a casa y poco más que reseñar. Hasta aquí ha llegado nuestra estancia en Flores.

Miércoles 18 de septiembre, temprano, levamos ancla para seguir nuestra ruta.

En principio, un paseito de 16 millas hasta la Isla de Rindja. Esta isla pertenece al archipiélago de Komodo y parece que en ella hay más dragones que en la isla principal, con lo que resulta más fácil verlos.

El fondeo es en una bahía profunda y estrecha, llamada Loh Buaya, donde se encuentra la oficina del Parque Nacional del Dragón de Komodo y de donde parten las excursiones.

Como imaginamos que habrá barcos de turistas ocupando el fondeo, decidimos venir temprano.

Nos quedamos cortos en nuestras peores perspectivas. Nos encontramos con una auténtica feria de barcos grandes, de madera, con anclas largadas por todas partes, con largos cabos, que cada vez que cambiaba el viento, cosa que ocurrió varias veces en poco rato, levantaban el fondeo y lo cambiaban en un santiamén. Todos en movimiento y nosotros en el medio sin ver donde quedarnos. Lo intentamos una vez y garreamos.

Al final nos enteramos de que allí nadie se quedaba por la noche, solo durante la visita a tierra para ver los dragones, pero claro, nosotros teníamos que dejar el barco solo durante la excursión y en semejante sitio, ni de coña. Así que tras una hora deambulando y jugándonos el tipo, decidimos cambiar de idea y seguir navegando hasta Komodo Island.

Hicimos otras 16 millas, que nos costaron más de 4 horas, con las corrientes atacando y desviando el barco de su rumbo, como si de un barquito de papel se tratara.

Navegación incómoda, con mucho calor 🥵, muy poco viento 💨 y ganas de llegar a cualquier sitio tranquilo.

Esta es la zona más turística, con el reclamo del famoso dragón. El aeropuerto está en Laboan Bajo y desde allí vienen los barcos a Rindja y Komodo. Así que esta zona está llena de barcos de todo tipo y los fondeos están restringidos en muchas playas que forman parte del Parque Nacional del Dragón de Komodo. Hay islas y más islas. La navegación, todo el tiempo en cubierta, nos costó quemarnos un poco. Carlos se ha quemado la frente por debajo del sombrero. Es de rejilla para que transpire y los rayos de sol se colaron en plan ladino.

En otra zona que intentamos fondear, nos avisaron que era solo para buceadores, otra actividad muy abundante.

En fin, que seguimos navegando, pasando junto a la Pink Beach, de la que no vimos la arena rosa y Raía Point, otro de los atractivos turísticos, para nadar entre rayas.

Fondeamos en el fondo de la Sora Lia Bay, en Loh Liang.

Nuestra posición es:

Latitud.- 08° 34’201 S

Longitud.- 119° 30’373 E

Desde el fondeo vemos un pantalán grande, de hormigón, al que llegan los barcos para dejar a sus pasajeros en tierra durante la visita al Parque Nacional. Hay que registrarse, pagar una entrada e ir siempre acompañados de un guía.

Los barcos entran y salen continuamente, sobre todo durante la mañana, cuando dicen las informaciones generales que los dragones están más activos.

El fondeo resulta bastante tranquilo, estamos solos en una playa tremendamente larga.

Visitamos a los dragones, que son bastante feos y apenas se mueven. Nos hacemos las fotos y los vídeos de rigor y asunto zanjado.

http:/https://www.youtube.com/watch?v=NLN_BO3sshQ

http:/https://www.youtube.com/watch?v=3PbxY7pvjJg

http:/https://www.youtube.com/watch?v=DpYpx3urXdg

Los hemos visto junto al único restaurante de la zona. Creemos que el dueño los alimenta, aunque digan que está prohibido, y los tiene cerca como reclamo. Están libres y se mueven a voluntad.

Los grupos de excursionistas vienen todos a hacerse las fotos allí, porque parece ser que está muy complicado verlos durante la caminata.

Cumplido este trámite, que parecía necesario estando tan cerca, mañana seguiremos navegando hacia la Isla de Lombok. Esta vez hemos decidido ir por el sur, buscando el viento y navegar dos días seguidos.

MH

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Sonrisas y más sonrisas

Tarde en Ligeh Bay. Piet, que es muy caminante, se ha ido de exploración por tierra y nosotros a la playa para darnos un baño.

La playa 🏝 es muy, muy grande y nos instalamos en el medio, lejos de todo.

Inmediatamente tenemos visita, dos hombres jóvenes . Saludos a la japonesa, con las manos en plegaria 🙏 e inclinando la cabeza, que vamos viendo que suele ser el saludo de los musulmanes, sobre todo a las mujeres. No quieren dar la mano.

Sonrisas sonrisas 😀 😃 , buenas caras, “jalo” “jalo” y todos contentos sentados sobre un tronco.

Por señas nos ofrecen beber coco. Damos las gracias, aceptando e inmediatamente uno de ellos corre como el rayo a buscar un machete. Vuelve con el machete y otros dos colegas.

Uno trepa como un mono 🌴 y empieza a largar cocos 🥥 al suelo. Con el machete los abren y nos ofrecen un gran coco a cada uno. Que rico, que bueno, sonrisas, teremacasi.

Nos cuentan cosas, se mueren de la risa 😆 mientras las cuentan y nosotros, lógicamente, no nos enteramos de nada.

Por señas nos piden una red para pescar. Cosa que no tenemos.

Viene una señora, una niña, otros dos chicos. Todos son hijos de esa mamma, que nos presentan.

Ofrecemos ir al barco a buscar algo que regalarles.

Hacemos un lote con un paquete de galletas, otro de patatas fritas, unos naipes con decoración de animales salvajes, una pulsera para la niña, un boli, un lapicero, hilo de pescar y un paquete de anzuelos.

Se ponen como locos de contentos, pero el paroxismo llega cuando el que nos contactó primero prueba una galleta. Da alaridos de felicidad, grita como un poseso llamando a los demás y reparte las viandas entre todos.

También les hemos comprado unas bananas 🍌 y unos tomates 🍅 y tenemos un par de botellas de agua de coco en la nevera.

Ha sido una tarde estupenda. Es una maravilla encontrar lugares como estos.

La noche muy tranquila en el fondeo y de nuevo madrugamos para seguir la travesía. Como nos acostamos muy temprano, no cuesta nada madrugar.

Aparece el viento ¡¡ yupi !! Pero poco yupi, una hora de viento y a motor de nuevo.

Otros tres o cuatro intentos, de menos de una hora y como cada día, esto es lo que hay. Ni viento ni pesca desde el PRATI, en Indonesia. Los rapalas siguen nuestra estela horas y horas sin resultado.

De repente, emoción, uno de los rapalas tiene un wahoo. Piet lo tiene en un momento arrastrado por la cola para que suelte la sangre fuera del barco.

Trece kilos de pescado. !que bueno! Me estoy especializando en recetas variadas de pescado. Hoy hemos comido unos fideos con escabeche de atún y berenjena que han tenido mucho éxito.

Además de preparar sashimi, congelar, marinar, confitar y hacer marmita.

57 Millas y 11 Horas después, estamos en Labuan Bajo, justo al W de la Isla de Flores. Es 10 de septiembre.

Posición:

Latitud.- 08° 30’99 S

Longitud.- 119° 52’09 E

Hemos sobrepasado la longitud 120° E, lo que quiere decir que empezamos el último tercio de nuestra vuelta al 🌍. Realmente, habiendo hecho el recorrido por Cabo de Hornos, el número de millas navegadas es muy superior a los 2/3 de la vuelta al mundo convencional. Sin embargo, si nos atenemos a los grados reales, solo nos faltan 120° de los 360° posibles. 👍

Por el camino han ido desertando muchos barcos de amigos y conocidos. La primera criba importante fue la Polinesia Francesa. En Nueva Zelanda otros tantos se despidieron de la navegación, solo unos pocos perseveramos con este último tercio.

Los dos sustos de los últimos días nos avisan de que en cualquier momento los planes se pueden trastocar de la forma más tonta. Eso hay que tenerlo en cuenta.

Pero si solo es por nuestra voluntad, seguiremos sobre nuestro PRATI, navegando, hasta finalizar esta vuelta al mundo tan fascinante, como estaba previsto desde que partimos de Melilla allá por 2.009.

El Atlantide, de nuestro amigo Leo, cubrió su objetivo y si nosotros lo conseguimos, seremos el segundo barco de navegantes asturianos, que nosotros sepamos, que lo haga.

Como él, habrá que volver a Brasil, desde Sudafrica, después Caribe y ……………..

MH

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8 de septiembre “La Santina”

Estamos avanzando, siempre hacia el W, por la Isla de Flores. La estancia en Teluk Hading ha sido relajada y curiosa.
Cuando llegamos a la bahía y largamos el ancla, estábamos solos, sobre un lecho de arena blanca, tachonada de corales que desde el barco se podían ver con toda claridad.
Baños estupendos, agua tan transparente y calentita como nos gusta, ¡ que disfrute !.

Un par de horas después llegó un barco de pesca local, de madera, con proa muy alta y echó el ancla a bastante distancia. Tras él llegó otro más pequeño que se le abarloó.
El capitán dijo, voy a saludar a los vecinos y allá se fue nadando. El les saludó, pero ellos se reían y se reían, y ya. Nula comunicación. También debió impactarles un tipo nadando con camiseta y gorro, por aquello de no quemarse.

A partir de ese momento empezaron a llegar canoas, con un único ocupante cada una, que parecían descargar algo en el barco grande. Vimos actividad hasta que se hizo de noche.
Por la mañana, desde primera hora, yo asomé a las 5 y media, ya estaban las canoas rodeándonos por todas partes. Nosotros, lógicamente intrigados por la actividad. De vez en cuando pasaba una con el tipo tumbado boca abajo, la cabeza metida en el agua y remando con un pie. Nos da mucha rabia no poder comunicarnos.
Por fin uno se acerca a pedirnos un poco de agua y de paso nos ofrece un pulpo 🐙 acabáramos, van deslizándose muy despacio, estudiando el fondo, remando con el pie y cuando ven un pulpo, tienen un aparejo preparado para pillarlo. El barco grande debe ser el barco base y todos se acercan a soltar sus capturas.

Por la tarde desaparecen las canoas y los barcos, imaginamos que cambian de playa porque esta la habrán dejado pelada.
Piet ha ido tierra adentro y dice que hay una fuente de agua dulce muy cerca de la playa y una cueva donde parecen pernoctar algunas veces.
Se ha encontrado con algún viejito que venía hasta la fuente a buscar agua, unos 3 km de distancia, para regar un pequeño huerto.

Al atardecer dimos un paseo en dinghy para visitar la bahía vecina, acercarnos a las piedras de formas curiosas que la separan de la otra y a la playa.
Hay un montón de cangrejos que han tenido suerte de que los hayamos visto tan tarde, sino estarían, al menos algunos de ellos, en nuestra nasa.

La navegación, una vez más, un poco tediosa, con mucho calor y sin viento las 8 primeras horas. Por fin, según los pronósticos, se levanta una ligera brisa del N que podemos aprovechar para navegar de través. Izamos inmediatamente y somos felices durante 6 horas, en las que no alcanzamos ni 5 kts. de media, pero nos damos por contentos.
Con la noche, a pesar de la previsión meteorológica que anunciaba más viento, se acaba y nos toca motorear.

Uno de los problemas de la navegación en esta zona es la cantidad de pescadores, en pequeños botes, que se encuentran por cualquier ruta. Pescan en grupo, alrededor de algún barco un poquito más grande o de una boya, o de extraños artilugios de madera.
Cuando te acercas, ellos no se mueven, si acaso alguno te indica hacia donde debes desviarte para evitar sus artes de pesca.
A lo largo del día hemos encontrado varios grupos, el más numeroso tenia 19 botes. Hemos estado vigilantes y no ha habido problema.
Por la noche, en la guardia de Piet, oigo ruidos extraños en el motor, justo bajo mi cabeza y me levanto. Carlos también está allí. El motor de estribor vibra y hay que apagarlo para arrancar el de babor. El temor es que hayamos enganchado algún palangre o similar.

Tanto la guardia de Piet como la mía son un sin vivir. Barcos mercantes, barcos de pesca y lo que es peor, la incertidumbre de si habrá otros barcos sin luz, por el medio.
Los últimos que avistamos son botes, con una sola persona a bordo, una línea por la popa de unos 200 m y al final una boya roja, algunas veces con una bandera. Enseguida el pescador nos hace señas para que pasemos por el lado libre. Como vamos a motor, ningún problema.

Por fin, tras 134 Nm entramos en Lingeh Bay. Inmediatamente Piet, que es un experto buceador, incluso fue profesor de buceo, se lanza al agua y le oímos reír feliz. Es un plástico lo que tenemos alrededor de la hélice. Que tranquilidad. Que contentos nos ponemos, de nuevo.

Si hubiera sido un aparejo, podía provocar la pérdida de estanqueidad y que el agua salada entrara en el sail drive, formando la famosa mayonesa con el aceite y dejándonos en una situación delicada, ya que la única manera de resolverlo es cambiando el retén, para lo que hace falta sacar el catamaran del agua, algo impensable por estos lares.

Carlos no ha dormido bien dándole vueltas al problema, así que cuando ha quedado en nada, hemos respirado. Suerte por segunda vez.

Estamos en la posición
Latitud.- 08° 17’528 S
Longitud.- 120° 35’577 E

Hemos hecho una visita a uno de los pequeños pueblos que rodean la bahía. Recibimiento, como en cada lugar, espectacular.

http:/https://youtu.be/_x5I4BCdwm4

Y mañana, a seguir avanzando, pero sólo de día.

MH

de la Isla de Adonara a la Isla de Flores

5 de septiembre
Estamos en una bahía llamada Teluk Sagu, en la isla de Adonara, del archipiélago de Flores.
A media mañana, fuimos en el dinghy a conocer el pueblo vecino. Aquí el desembarco es fácil y dejamos el auxiliar con el ancla en tierra. Como la marea está subiendo, pensamos que a la vuelta habrá que meterse en el agua para pillarlo, si nos quedamos a comer aquí. Que es nuestro plan. Unos cuantos barcos de pesca están fondeados en la misma zona.

Inmediatamente, como no, los críos empiezan a venir a saludar. No hablan nada de inglés, solo mister, mister.
Un hombre está cosiendo, con su Singer o similar, de las de pedal, a la puerta de un diminuto comercio. Allí podemos hacer recarga de teléfono, necesitamos hablar con Yakarta para intentar conseguir una bomba de presión de agua dulce que se ha estropeado. Ahora solo funciona una de las dos y tenemos un tanque lleno de agua que no podemos usar. 😡
El pueblo, polvoriento, sucio como es habitual, con pescado puesto a secar al sol que las gallinas picotean tranquilamente. En otra tienda, similar a la primera, compramos caramelos para repartir. Los niños se arremolinan y salen de todas partes, las madres también se acercan a saludar.
En las inmediaciones de la mezquita 🕌 nos invitan a acercarnos a un edificio de aspecto más digno que Carlos piensa que será el bar. 🤣 allí conseguimos enterarnos de que es la casa comunal. Hay una mesa grande, en la que han estado comiendo varias personas, cada una con su vaso de agua, es una comunidad musulmana.
Avanzamos siempre rodeados de niños. Los mayorcitos quieren cambiarme una pulsera de plástico negra por mi reloj. Insisten e insisten, pero no me dejo.
No vemos que se venda ningún alimento fresco. Solo hay 🥥. Sitio para comer, tampoco. Intentamos charlar con todo el que se acerca, pero no hay muchas posibilidades. Aparte de preguntar que de donde somos, poco más resulta comprensible.
Así que nos volvemos, con toda la procesión, hasta el dinghy y de nuevo al PRATI.

Desde el barco, tenemos unas bonitas vistas de cocoteros y montañas. Es la parte más atractiva de la bahía y además hay cerveza fresquita. Así que nos damos un pequeño homenaje antes de comer.

Unos buenos baños por la tarde y las visitas de algún pescador con sus botes de madera, con ellos la conversación es una risa y poco más.
Piet tiene más paciencia que el santo Job e intenta hacerse entender en inglés y a la vez aprender indonesio. Yo Tarzan, tu Jane……

6 de septiembre.
A las cinco de la mañana empieza a verse claridad sobre el mar, amanece muy temprano y nos movemos para cambiar de fondeo y seguir avanzando al W.
Otra navegación a la salud de D. Volvo. El viento se sigue negando. Sacamos el génova para apoyar al motor dos o tres veces, sin mucho éxito. No pasamos de F-2.
Salimos de la Isla de Adonara para arrumbar a la Isla de Flores. Sol 🌞 calor 🥵 y navegación relajada durante 8 horas, para recorrer 42 Nm.

Hemos largado el ancla en una bahía muy profunda, en la que hay que acercarse a la playa para fondear. De 30 metros pasamos a 4, en un momento.
Estamos rodeados de coral y tenemos una playa de arena blanca con árboles de fondo.
El baño ha sido, además de refrescante, un reencuentro con los típicos peces de arrecife. Un poco de ejercicio y a disfrutar de la calma del lugar.

Estamos en Teluk Hading, en la posición:
Latitud.- 08° 13’671 S
Longitud.- 122° 46’039 E

MH

Gran susto

La navegación por Lamakera Strait alterna continuamente ratos con la corriente en contra y a favor, con lo que la media de velocidad no es tan mala.
Estamos navegando por Leba Leba Bay y buscamos la zona de babor para escapar un poco de las corrientes que nos agitan como si fuéramos un corcho.
La zona es muy ancha, más de 3 millas en la parte estrecha. Todos los tres en cubierta, estudiando el posible fondeo.

De repente, un ruido sordo, frenazo en seco y los cajones de los cacharros de cocina que salen disparados, aumentando la confusión. Nos miramos con cara de idiotas. Piet asoma por la banda y dice: very bad news. Carlos desde la otra banda lo confirma. Hemos tocado un bummie de coral.

Yo, personalmente, me quedo anonadada. No hay otra palabra posible para definir el momento. El motor se ha parado y desconocemos el alcance del daño.
Se arranca el motor de nuevo y echamos atrás por donde veníamos.
Piet se tira al agua, amarrado a un cabo largo para que la fuerte corriente no se le lleve.

Contenemos la respiración hasta que aparece y dice que solo está afectada la orza de estribor que llevábamos bajada.
La orza es la que ha chocado con el bummie y ha provocado ese frenazo en seco que nos recordó la experiencia con la boya, verde ella, en el aproaching a Salvador de Bahía. ¿Te acuerdas, Sergio?

Esta vez es de día, no hemos quedado atrapados y aparentemente no hay daños en los cascos. Por supuesto, vigilamos sentinas, compartimentos de motores, etc,
Despacio y sin que se nos pegue la ropa al cuerpo, llegamos al fondeo de Teluk Sagu, en la parte norte de la Isla Adunara, en Flores.

 

Los recuerdos de la forzosa estancia en Rikitea, Islas Gambier, tras el toque al Coral, nos persiguen. En ese momento íbamos a 2 kts. y la avería fue seria. Esta vez íbamos a 6 kts y podía haber sido peor.

En el fondeo, Carlos vuelve a inspeccionar la orza y los cascos. Todo es como Piet dijo. Tenemos una fisura en la parte baja de la orza de estribor de unos 60 cm. y nada más.🤞🤞🤞🤞🤞🤞
Hemos subido la orza para evitar que la presión del agua en navegación pueda abrirla más e intentaremos encontrar un lugar para repararla. Si no es posible, quizá se pueda tratar de amarrarla para que se mantenga pegada y en último caso, no usarla.

El susto ha sido tremendo, porque conocemos lo que un incidente como ese puede provocar en estos lugares tan aislados y sin medios.
Hemos agradecido al PRATI su comportamiento en esta ocasión y no dejamos de sentirnos felices por la suerte que nos ha acompañado en esta ocasión.

Aunque intentamos saber porqué ocurrió, no sabemos si las corrientes nos desviaron de nuestra ruta o simplemente nos despistamos y bajamos la guardia por la distancia aparente que había a la orilla. 😡 Pero pasó y no hay vuelta atrás, salvo extremar las precauciones.

Estamos en la posición:

Latitud.- 08° 14’449 S
Longitud.- 123° 13’415 E

Tenemos un pueblo en la otra parte de la bahía y les haremos una visita en breve.
Ayer, en cuanto echamos el ancla, se presentaron unos chavales con una canoa de madera, pidiendo cualquier cosa posible. Aunque lo único que realmente entendimos fue: mister, money.

Nos bañamos tan ricamente. El agua está a 30° y transparente.

Nada más, por el momento.

MH