Terremoto en Tonga

Domingo día 5 de noviembre, estamos navegando rumbo SW hacia el atolón de Minerva. Hemos dejado atrás el archipiélago de Tongatapu. Vamos navegando a vela con viento suave por la popa. Suena el aviso de WhatsApp, nos miramos asombrados porque estamos a más de 15 millas de la costa sur de la isla principal. Abro el teléfono y aparece nuestro amigo Sergio, "Demoño Gojo" con el siguiente mensaje:

  • acabo de enterarme del terremoto. ¿Como estáis?
  • R.- ¿Que terremoto?
  • lo acabo de ver en Internet (adjunta una página del diario ABC que reza: "un terremoto de magnitud 6,8 sacude las islas Tonga en el Pacífico Sur"
  • R.- Porfa, cuenta más, estamos navegando hacia el S. Estamos a 15 Nm de Tongatapu
  • pone epicentro localizado a 10 km. de profundidad y a 90,5 km. al NE de Higifo. Higifo.
  • La información es del servicio geológico de EE UU, USGS.
  • R.- Busca en que zona queda. Perderemos la señal en breve.
  • a ver si puedo. Por lo que veo debe ser más cercano a Apia, en W Samoa.
  • R.- Gracias. Ya lo hemos visto en las cartas. Es increíble que a 15 Nm de tierra tengamos señal. Estamos a 342 Nm del epicentro.
  • Buena noticia. Pone que El Centro de alertas de tsunami en el Pacífico no ha emitido ningún aviso. Siento haberos alarmado.
  • R.- Gracias, mejor saberlo.

Este largo episodio de mensajes hizo que nos temblaran un poco las piernas. Finalmente supimos, accediendo a Internet, que no nos afectaba en primera línea y continuamos navegando.

Retomando el hilo de la crónica anterior, el sábado 28 de octubre, salimos de Pangai para dirigirnos al archipiélago de Tongatapu, situado en el sur de Tonga y donde está su capital, Nuku’Alofa.

Un par de ballenas nos despidieron en Japai, hubo suerte y por fin vimos cetáceos en Tonga. A la 1 de la madrugada, arribamos a la Isla Atata, en el archipiélago de Tongatapu. Habíamos previsto una parada intermedia en la isla Nomuka para no tener que pasar la noche navegando, desde Pangai es una travesía de 90 millas difícil de hacer durante el día.

A la altura de Nomuka, con viento favorable del E, F-4, entrando por el través y moviéndonos con rapidez, decidimos seguir de largo y llegar al fondeo a la noche.

Las 20 ultimas millas, con el viento en F-5, navegamos a 9 Kts. En las cartas figura que para entrar en el fondeo de la isla Atata hay una alineación luminosa en tierra. Eso facilita bastante las cosas. Es una entrada entre dos arrecifes que aunque están a una distancia considerable, aproximadamente media milla, de noche y con la descompensación de las cartas, es para tomárselo con mayor precaución.

Ya situados en las inmediaciones y escrutando el horizonte fue imposible identificar la alineación con claridad, hay una luz muy potente que impide ver el resto.

Arriamos velas y a motor fuimos haciendo la aproximación muy despacio, valiéndonos sobretodo de la sonda. En el canal de entrada la profundidad oscila de 20 a 25 m. siguiendo esta sonda entramos sin problema y una milla más adentro está el fondeo.

Posición :
Latitud.-  21° 02’745 S
Longitud.- 175° 15’719 W

Fondeo salseado, por muy abierto, pero muy contentos nos echamos a dormir porque veníamos de mar movidita y la entrada fue un poco particular.

A la mañana del domingo, a 7 Nm en el interior del archipiélago, fondeamos en Pangaimotu

Posición :
Latitud.- 21° 07’561 S
Longitud.- 175° 09’698 W

Este es un buen fondeo, el único recomendado en la zona, sonda entre 15 y 20 m. y arena de tenedero. Aquí pasamos toda la semana con tiempo ventoso y lluvioso en compañía de otros 20 veleros, a la espera de ventana meteorológica para saltar a New Zeland.

En la playa de la isla Pangaimotu hay un chiringuito grande, llamado Big Mama Yacht Club, donde te puedes tomar unas cervezas, ya que en el menú de comida solo hay hamburguesas y fish&chips, menú fijo. Vale a cambio para charlar y cambiar impresiones y experiencias con otros navegantes.

Allí, charlando con unos y otros, decidimos que la travesía a New Zeland se debe hacer en dos etapas, una ventana de 7-8 días de viento favorable es muy difícil. La primera es hacer escala en Minerva Reef y esperar a la siguiente.

El chiringuito tiene también el servicio de una lancha que va a la ciudad Nuku’Alofa, al otro lado de la bahía a 1,6 Nm. Como el alisio aquí es casi permanente, hacer este paseo con el dinghy no es agradable. Solo se lo vimos hacer a una pareja y volvieron tirados en el suelo del dinghy y con una chupa de agua considerable.

Hicimos un par de incursiones para hacer compras, sin mucho que reseñar ni de la ciudad ni de sus tiendas y el sábado volvimos al fondeo de Atata para zarpar el domingo.

Estamos navegando, justo en mitad de esta mini travesía, 250 Nm.

Ayer fue día de buenos vientos de aleta y cielo gris. Noche de luna llena que no llegamos a ver. Hoy amaneció soleado, viento más suave, también portantes.

Archipiélago de Ha’Apai (Tonga)

Según lo previsto, el lunes día 16, con las primeras luces, 6,00 hora local, levamos ancla de Port Mourelle arrumbando al archipiélago de Ha’Apai.

Fueron 70 Nm en navegación de ceñida con viento F-5, rápida y cómoda.

Sobre las cinco de la tarde estábamos fondeados en la isla de Foa. Elegimos este fondeo anterior a Pangai, (Lifuka),  para asegurarnos la buena luz en el fondeo.

Con sonda 10 m. largamos ancla en la Posición :

Latitud.-      19° 44’179 S
Longitud.- 174° 18’814 W

A la mañana siguiente, aprovechamos la sonda de 10 m para potabilizar agua y llenar tanques. Bañito y 6 Nm al sur, la isla de Lifuka, bien balizada en su entrada norte entre arrecifes.

Las cartas de NAVIONIC siguen estando descompensadas en casi todos los lugares, hay que navegar con mucha precaución, atención y buena luz para evitar sustos.

CMAP, por aquí, bastante bien.

Fondeamos, con 6 m. de sonda, frente a Pangai, el village-capital del archipiélago.

Posición

Latitud .-        19° 48’008 S
Longitud .-    174° 21’259 W

Pangai es un Village de 2.000 habitantes, bastante dispersos, donde hicimos la acreditación de entrada, repusimos gasoil y comestibles.

En las guías hablan del Mariners Café & bar, donde  almorzamos bien los 3 días de estancia en Pangai. En cuanto aparecimos allí, nos preguntaron si éramos navegantes y acto seguido, el libro de firmas. Desde el año 2.000, fuimos ojeando en busca de barcos conocidos. Así apareció Gaspar Citoller, el malagueño con el que nos hemos encontrado en tantos sitios y su OCTOBASE, también Luis Cánovas del SURAZO, Chile y algún otro barco extranjero amigo.

Pangai tiene un pequeño puerto, con pocas comodidades para el dinghy y ninguna para veleros que no son bien acogidos dentro del puerto. Hay que fondear fuera, en un fondeo abierto y muy salseado con vientos del S-SE.

Hay unas cuántas tiendas, también regentadas por orientales como en Neiafu, de características similares, tendiendo a menos variedad.

Más recomendado el fondeo de Ouleva, isla a 5 Nm al S. en donde hemos recalado el sábado día 21 frente al Resort Sea Change.

Posición

Latitud .-     19° 50’860 S
Longitud.- 174° 24’931 W

Aquí estamos tomando sol, baños, pesca abundante, otra vez limpieza de hélices y repaso de cascos. Muy buen tiempo, todos los días soleados.

La playa de unos 2 Km. de arena limpia, aguas transparentes, vegetación espesa y cocoteros asomando por encima.

La isla está deshabitada, solo tiene 4 resorts, así le llaman a estos establecimientos, tipo pensión y/o camping, para cuatro turistas que vienen a desconectar y cargar baterías. Están mimetizados con la foresta y ofrecen poco más que copas y comida básica por encargo a los de los veleros.

El domingo aparecimos con nuestro dinghy en la playa y nos saludó Magda, la propietaria del Mariners,  que está aquí en una celebración de fin de temporada con sus amigos del resort. Nos invitó y allá fuimos. O sea, otra fiesta, barbacoa rica y abundante y beaucoup de vin.

La idea es volver a Pangai mañana viernes, para hacer los papeles de salida y seguir hacia el S.

A 35 Nm tenemos un buen fondeo en la isla Nomuka, así dividimos la travesía a Nukualofa en dos etapas sin hacer noche.

Un poco más sobre Vava’u

Martes, día 10 mini travesía, 12 Nm al fondeo de Tapana. A nuestra llegada hay ya unos 12 barcos pillando cacho. Unos en boya y la mayoría al ancla. Las boyas están muy cerca de la orilla y el PRATI prefirió ancla más alejada,  para evitar mosquitos y demás.

Por la tarde aparecen Maria, Eduardo y Víctor, este último, un amigo de Mallorca que piensa pasar en Tapana una larga temporada, dando relevo a los titulares que se van a España.

La salud de Eduardo parece estar controlada y vuelven felices a casa.

El miércoles fuimos invitados a la paella que ellos sirven para cena, con la correspondiente música en vivo.

Las tapas de entrada, excelentes, la paella,  con ingredientes locales, tipo tongano.

La velada magnífica, Eduardo con su guitarra y en alguna de las canciones acompañado por María, Victor y el tongano que trabaja con ellos desde hace muchos años. Mucha charla y mucho drinking. Gracia amigos de Tapana por tan fantástica acogida.

Por cierto, curioseando las paredes del local, encontramos una bandera española, del Cap’s III, de Ja y Virginia, así como unos souvenirs de nuestro amigo chileno Luis Canovas del SURAZO.

Tapana está habitada solo por ellos. Hay una pequeña playa donde desembarcar y que da acceso al camino hacia el restaurante.

El fondeo es totalmente protegido. Tuvimos una noche con viento fuerte, sobre los treinta nudos, lluvia intensa y tormenta. El tenedero es bueno aunque la arena está bastante compactada.

En el archipiélago de Vava’u no hay ciguatera. Se puede pescar y el capi aprovechó en varias ocasiones para hacerlo desde la popa. Nos comimos los últimos entrecots de carne neozelandesa, comprados en Papeete y con los trozos de grasa que apartas en el plato, los peces se entusiasman. Un anochecer pica y pica y pica, cubo lleno de parguitos y similares. Repartimos con los barcos vecinos y todo el mundo encantado. Uno de ellos, kiwi, había venido de visita para agradecernos las veladas musicales del ukelele de a bordo.

Antes de zarpar de Neiafu, hicimos acopio de: cervezas, vino, carne congelada, huevos, pan, fruta, verduras, etc. No hay mucho donde elegir, pero estas cosas básicas las hay en las seis u ocho tiendecitas del pueblo y en el mercado de fruta y verdura.
Lo habitual es salir a los fondeos en el archipiélago y volver de vez en cuando a Neiafu para reponer la despensa. Los fondeos más alejados están a 15 Nm y continuamente hay barcos que van y que vienen.

Todos son bonitos, siempre estás rodeado de islas, de origen volcánico, con una vegetación exuberante que llega hasta el agua, con alguna pequeña playa que le da el punto exótico. A nosotros este paisaje nos recuerda a Croacia, con la diferencia de que aquí, entre la espesura del bosque, aparecen cocoteros y que la gente es más morena y mucho más simpática y acogedora.

También habíamos intentado salir en un barco de avistamiento de ballenas, por aquello de verlas de cerca y poder incluso nadar a su lado. En algunas ocasiones las hemos visto, pero casi siempre de lejos.

Nos informaron que a mitad de septiembre ya están emigrando al S, con sus crías y que no es muy seguro que puedas encontrarlas. De alguna manera nos hicieron desistir y nos aconsejaron que lo intentemos más al sur, hacia donde vamos.

El domingo, día 15, dejamos atrás Tapana y hemos regresado a Port Mourelle, acercándonos a la salida. Posiblemente mañana martes, zarpemos hacia Ha,Apai, archipiélago a unas 70 Nm al Sur, en el que esperaremos ventana meteorológica para saltar a Nueva Zelanda, a unas 1.100 Nm en rumbo directo.

En este fondeo, vinieron a visitarnos los vecinos, Joanna y Nigel. Tres horas de sople y conversación de lo más interesante. Nigel, es un skipper avezado, que vive en New Zealand y que nos ha aportado mucha información sobre la travesía Tonga-New Zealand.

Se sigue confirmando que hasta bien entrado noviembre, según vas bajando, el frío va haciendo acto de presencia. Pero bastante frío, no un anuncio.

Estamos en la disyuntiva de elegir entre susto o muerte. Si bajamos pronto, frío y mal tiempo. Si demoramos la salida, hay alguna posibilidad de temporal que en la nomenclatura oficial, aquí figura como ciclón de nivel 1, sin llegar a los 50 Kts.  Él, particularmente, no piensa salir hasta mitad de noviembre.

Con esta información, de primera mano, nos planteamos seguir un poco más por Tonga y sus aguas cálidas, entre 27 y 29°.

Desde Ha’Apai, trataremos de enviar fotos.