Viernes y sábado. El Pelourinho. Aunque un poco cansados del bailoteo y el exceso de bebida de ayer, otra vez con Nuria y José Luis, nuestros anfitriones en este carnaval, acompañados esta vez de Abel, su hijo de doce años, arribamos a media tarde al Pelourinho.
Nos recibe en la plaza de Terreiro de Jesús, el mini desfile que está pasando en esos momentos. Para empezar el micro trío eléctrico, que es un revival de los que empezaron en los años 50.
Es un coche tuneado con una especie de casa encima, con tejados de Uralita, cutrecilla ella y en su interior va un pequeño grupo musical, con batería, guitarra y poco más. Le sigue una charanga con un grupo de chavales bailando samba. Unos gigantes y cabezudos desfilan también a ritmo de samba, moviendo sus culos a los que llevan unido un gran aro, tipo hula hop, que le da una gracia especial. El capi se mezcla entre los muñecos y disfruta de lo lindo. Uno de ellos nos recuerda a un amigo de Guadalajara. …………..?
Como estamos en el casco histórico y es donde más arraigo tiene la tradición africana, cantidad de grupos étnicos, danzan y danzan sin cesar. Por lo general la música de percusión es muy buena y el resto regularcilla, tirando a mala, lo que le da aún mayor encanto. En cualquier calle aparecen los grupos “fantaseados” de cualquier cosa, siempre bailando y disfrutando. En todas las placitas hay escenarios con distintas actuaciones y cada poco por las callejuelas pasa una peña con un grupo de seis u ocho personas, que van haciendo su propia fiesta al ritmo de su pequeña orquestilla.
Nos aflora una sonrisa de ternura cuando vemos que vienen desfilando y como siempre bailando, una veintena de abuelas, bueno, más bien bisabuelas, con unos trajes espectaculares, faldas de volantes, en plata y bermello, confeccionadas con las envolturas de la tapioca, según se podía leer fácilmente. Alrededor del cuello un gran aro, como tienen algunos planetas, formado por discos CDs y un adorno rojo en el centro de cada uno. Sobre la cabeza una especie de casco, también de plata con unas grandes hojas hechas con polipan. Todas con sus gafitas de ver y una alegría envidiable. Habrán trabajado muchos días para confeccionar sus fantasías y el resultado e otimo y todo el mundo lo admira. Se las ve orgullosas. No hay testimonio gráfico, porque cuando vamos solos al Pelourinho, como ocurrió ese día, no llevamos cámara de fotos para que no nos la pelourinhen. El del Pelourinho si que es un autentico carnaval a nuestro estilo clásico de los pueblos de España. En parte nos recuerda al de Cádiz “la Habana es Cádiz con más negritos, Cádiz La Habana con más salero” aquí la gente se disfraza de forma simpática y con pocos recursos económicos, al igual que en Cádiz, con una diferencia importante: la samba. Que gusto da ver esos culos, como flanes temblones, que ritmo, que alegría en las caras de la gente, que despiporre, que envidia que no seamos capaces de seguirles la marcha, nosotros desfallecemos a los diez minutos, pero lo intentamos.
Nunca es tarde, si la dicha es buena, aunque si es de lamentar que estemos viviendo este carnaval muy cercanos a los sesenta y no en los treinta como nos hubiera gustado. Somos casi como el trío eléctrico, solo que éste cada vez es más grande, más potente, más joven y nosotros casi que no. El sábado, nos encontramos con Joan y Miguel, del DORIA, ellos habían oído de un concierto de un grupo afro, llamado Cortejo Afro y nos fuimos a oírles. Pasamos un par de horas bailoteando y disfrutando de una música con ritmos vibrantes, es un grupo de unas quince personas, de las que doce forman la percusión, se acompañan de una guitarra eléctrica y un teclado, además de tres cantantes bien animados y un “hombre de lata” con un paraguas gigantesco, que evolucionaba entre todos ellos y de vez en cuando entre el público. Van vestidos de forma espectacular, con una especie de armaduras medievales en pectorales y hombreras, láminas de plata, rostros negros, muy negros, movimientos conjuntados y alternativos, permanentes, machacones, súper rítmicos. Contagian a toda la terraza que frenéticos bailamos y bailamos.
Esta foto corresponde al trío de cantantes de Cortejo Afro, que va desfilando en un trío eléctrico, vale para hacerse una idea.
Seguiríamos contando cosas, más cosas, multitud de anécdotas, pero acabamos de recibir la crónica de José Luis Grande y nos repetiríamos un poco más. Mañana la publicaremos con un montón de fotos del martes de carnaval. P.D..- El final del carnaval ha sido triste. Por la mañana despertamos con el sonido del teléfono que nos anuncia el fallecimiento de Fede, uno de los hermanos de nuestro amigo Jaime. Una muerte repentina que deja a todo el mundo descolocado. El resto del día alternamos el jolgorio de un carnaval que lo invade todo, con el recuerdo de nuestros amigos que están pasando un momento tan duro. |
Esta claro. Ahora se explica todo. Acab penso que la boyaballena seria el mejor pretexto ante Dios y Ante la Historia para seguir en las tierras del Imprio Brasileiro: Hay que dejarse de circunvalaciones (mentales y fisicas) y organizar el viaje a recorrer todos los carnavales brisileños de costa (total; es pequeña) y llevar los disfraces en la sentina.
J
Aquí hace un frió del carajo y no para de llover, que envidia nos dais y mas en carnaval, he tenido la fortuna de presenciar el Precaju en Aracaju, al igual que vosotros me invitaron a un camarote terrestre, verdaderamente es una pasada, allí vi por primera vez a Ivete Sangalo en un trío eléctrico y quede fascinado por su música, hoy tengo toda su discografía, si os gusto os recomiendo el CD que grabo en el Maracana en directo.
Al igual que vosotros baje del camarote y me fundí entre la gente, coñ por poco me aplastan pues al pasar el trío de Chiclete con Banana habían avalanchas bailantes, también me llamo la atención los niños y no tan niños que pasando de la música y del ambiente festivo se dedicaban a llenar unos grandes sacos, con las latas de cerveisinha y refrescos que el resto tiraba en plena calle.
Veo en las fotos que estáis muy bien aconsejados, pues al carnaval todos llevan un pantalón corto una camiseta y por supuesto nada en los bolsillos.
Que pena que se hayan terminado, pero en el nordeste siempre quedan rescoldos.
Que sigáis disfrutando.
Gomonne
Que guapos salis, y las morenas van desnudas?, que despelote. Besotes