Desde Darwin

PRATI ha entrado por primera vez en una esclusa para acceder a la Marina de Cullen Bay.

 

El equipo, bien simpático, que nos «desinfectó»

 

Hemos quedado instalados en este lugar, rodeados de casitas con su propio atraque. Esta es una zona residencial muy tranquila y bonita. Estamos a 2 km más o menos de la ciudad.

 

https:/https://youtu.be/bwCkrfVoWXs

Darwin es territorio de los Larrakia, pueblo aborigen que custodiaba tradicionalmente la tierra y el agua de esta región.

Aquí no vino Joshua Slocum y no pudo opinar de su aspecto como lo hizo en las Islas de Torres Strait.

 

La ciudad es pequeña y muy bien organizada, limpia, con abundante vegetación, parques, jardines y una ingente cantidad de palmeras.

Abundan los bares y restaurantes con amplias terrazas a la calle y todos los días hay mucho ambiente, a la gente le gusta comer fuera y tomarse sus cervezas y demás.

Algunos restaurantes tienen aspecto muy clásico y hay bastantes salas de juego y de apuestas a casi todo, principalmente a los caballos solos o los que tiran de un pequeño carro.

 

En la segunda guerra mundial sufrieron un bombardeo, por parte de los japoneses, mayor que el de Pearl Harbor y en 1.974 el ciclón Tracey la dejó devastada de nuevo. Así que ahora es una ciudad muy nueva y se nota.

En los alrededores, urbanizaciones y jardines se suceden. El sol brilla cada día, desde que estamos aquí y hace calor, verdadero calor, sobre todo a bordo durante las horas del mediodía. Estamos en invierno.

Nos comimos todo el viento para llegar aquí y ahora no sopla ni una brisita para mejorar la sensación térmica.

En la calle, a la sombra, en espacios abiertos, se está de maravilla.

 

Como estamos en la Marina no cabe refrescarse en el agua, pero los que están en fondeo, que son muchos, tampoco pueden hacerlo por los dichosos cocodrilos que son los reyes del Mambo.

 

La zona de la marina es animada. De noche todos los días están llenos los restaurantes que la rodean, hemos contado 7 u 8. El mejor una Tavern Griega con calamares espectaculares.

 

 

El atraque de lo más tranquilo. Solo permiten vivir a bordo, por tiempo limitado a los extranjeros. Tenemos al lado un barco habitado, aparentemente por gente local y parecen vivir escondidos. Nunca asoman y de noche ven la TV y ya. Nada que ver con las marinas anteriores en las que tan buen ambiente tuvimos con los vecinos.

 

En el capitulo de curiosidades, coincidimos en uno de los restaurantes de la marina,  con dos chicos mejicanos. Son de la Armada Americana, concretamente de Artillería y están cedidos a Australia. Tienen el destacamento hacia el interior y se quejaban de aburrimiento, porque no tienen vehículo para venir de paseo. No entendimos nada y en esta ocasión no fue por problemas con el idioma, más bien con el funcionamiento de los militares.

 

Hemos estado en el Consulado de Indonesia para tramitar un visado para 60 días, uno de los motivos por los que vinimos a Darwin.

Tardan una semana en resolverlo y además se quedaron con nuestros pasaportes. No nos gustó mucho, pero es lo que hay.

Si llegamos allí sin visado, nos darían uno para 30 días y para prolongar otros 30 días hay que emplear casi una semana en ir, cada día, a papelear en los distintos departamentos, así que optamos por esta otra opción.

 

Hoy ha llegado a bordo Pieter, es un profesional con gran experiencia en catamaranes que nos acompañará hasta Sudafrica, su país, si todo va según lo previsto. Toca conocernos y organizarnos en trio.

 

La primera etapa está prevista a Timor W. a Kupang, para hacer la entrada oficial en Indonesia.

Tenemos que esperar por los visados y por un poco de viento que nos lleve, aunque sea despacio, hasta allí.

En la próxima crónica pondré los recorridos por Australia y otros más, que ha preparado Luigi.

MH.

En Darwin

Hemos llegado a las dos de la tarde al pantalán de la gasolinera de Cullen Bay Marina, en Darwin, donde tendremos que papelear antes de entrar en la Marina propiamente dicha.

Ayer habíamos valorado lo de quedarnos escondidos en un fondeo hasta que las condiciones meteorológicas en el acceso a Darwin mejoraran, luego nos sentimos un poco gallinitas y pensamos que no sería para tanto. Lo era, lo era.

No recuerdo ningún aproaching como éste.

https:/https://youtu.be/-f6S4ZEnPSg

Cuando teníamos por babor el Cabo Don, con la marea a favor, íbamos en avión, que chulada de velocidad, con mar y viento a favor.

En Dundas Strait encontramos tremendos escarceos formados por la marea hacia el S y viento contrario del 2° cuadrante. Fuertes corrientes.

De repente el viento paró, no se calmó, se paró totalmente. Seguimos intentando navegar con las velas izadas, sobre la corriente a favor, pero nos sentimos sin gobierno del barco y decidimos arriar velas y encender motor, en la idea de ir lo más despacio posible para que nos coincidiera bien la marea en Howard Chanel, que es un paso angosto en el que las corrientes se aceleran.

Tras 6 horas a motor, el viento se estableció de componente E, con F-5-6. Sacamos el foque para mantener velocidades bajas y ahí nos fue ocurriendo de todo. Con el rumbo a Howard Chanel las olas entraban por el través y el barco sé convirtió en una locura. Se cayeron cosas que han llegado hasta aquí, millas y años en el mismo sitio sin moverse nunca, hasta hoy.

Los armarios por dentro son un desmadre. Vamos a tener que abrirlos con casco.

Las olas pasaron sobre el puente y no se podía parar a bordo.

Nuevo estudio de la situación y cambio de rumbo, ahora vamos a pasar por North Chanel, que como su nombre indica está más al norte. Lo habíamos desechado porque no está balizado y tiene más bajos y arrecifes que el Howard, pero llegados a este punto, nos vale.

El viento siguió soplando, con rachas de 28-30 kts, por la aleta y con la corriente en contra, hicimos medias de 3 kts durante varias horas. Cuando bajamos de 2 kts de velocidad, retomamos al motor y seguimos sufriendo.

Más de 6 horas para recorrer 33 Nm. eternas. Los pantocazos del catamaran y las olas saltando sobre la popa, se sucedieron sin que pudiéramos hacer nada. Era como navegar sobre un líquido en ebullición. Esperábamos que fuera malo, pero no tanto. Ha sido algo para olvidar, aunque me costará trabajo.

Las últimas 4 millas todo volvió a la normalidad hasta entrar en la zona de la Marina. Pero ya ni el cielo azul, ni el sol espléndido nos compensaban de lo vivido.

Esta marina está cerrada por una esclusa. Antes de que te permitan el acceso tiene que quedar demostrado que el barco está limpio de cualquier contaminación marina.

Como hicimos antifouling en Whangarei, eso ha sido una ventaja, así y todo ha venido un equipo con un submarinista para desinfectar los circuitos de agua salada, tanto de motores, generador y tomas para los wc. Ha sido un procedimiento muy curioso que pensamos que hubiera sido mejor hacer cuando llegamos a Australia no cuando estamos saliendo. Pero parece que el Norte de Australia pretende mantener sus “aguas cristalinas” y no se fía de los vecinos de Queensland.

Lo de las aguas cristalinas lo dicen los folletos. Realmente no son transparentes, se ven limpias pero no transparentes.

Se me olvidaba, la desinfección es gratuita y si hubiera sido necesario también limpian el casco, por el mismo precio. 🙄

Estamos muy cansados por la paliza recibida. Así y todo hemos endulzado el barco, porque no se podía tocar absolutamente nada, todo era sal.

Mañana temprano entraremos en la esclusa para acceder a nuestro atraque.

Posición de Cullen Bay Marina

Latitud.- 12° 27’10 S

Longitud.- 130° 49’19 E

Hemos navegado 1.245 Nm, en 206 horas.

Ahora vamos a tomarnos un vino que lo tenemos merecido. A vuestra salud.

MH

Enviado desde mi iPad

Rumbo a Darwin .- 9

31 de julio 2019

Otra día espléndido de navegación por este mar de Arafura que tenemos solo para nosotros.
Por la noche y como estaba previsto, el viento subió a F-6 y con rachas y el mar se agitó en consonancia.
En plan previsor, antes de anochecer, habíamos puesto el 2° rizo en la mayor, para no hacerlo en la oscuridad y con demasiado movimiento.

El viento se estableció del ENE y nos mandó hacia el N.
A eso de las dos de la mañana y cuando volvió a soplar del E, tocó hacer bordo. No era lo más agradable en esos momentos, pero hay que hacerlo y se hace. Llevábamos velocidades de 7 y 8 kts a pesar de los dos rizos.

Una vez instalados en el rumbo 250° más o menos, que pide nuestra derrota, el viento bajó un poco y seguimos navegando sin mayores problemas.

Por la mañana, con la previsión meteorológica actualizada, valoramos que al doblar el Cabo Don, que nos dará acceso al Van Diemen Gulf, donde está Darwin, con veintitantos nudos de viento mantenidos, casi de través y el mar que no ha amainado desde la noche, podemos encontrarnos un buen marrón. Pensamos en la posibilidad de entrar en Estuarine y fondear allí hasta que mejore la meteorología.

Para empezar cambiamos génova por foque y llevamos la mayor a crujía. Vemos que el través lo soportamos como si tal cosa y seguimos a bingo.

Desde que tenemos el nuevo foque, el que nos hicieron en Whangarei, nunca nos acordamos de que tenemos un foque autovirante que ha sido de gran utilidad en muchos marrones anteriores. Menos mal que no es rencoroso y en cuanto se lo hemos pedido, ahí está haciéndonos la vida más cómoda.

Con la mayor con dos rizos y el foque, seguimos navegando a 6-7 kts como si tal cosa.

A las 12 del mediodía estamos en la posición:

Latitud.- 11° 00’21 S
Longitud.- 132° 11’59 E

Hemos navegado 157 Nm en las últimas 24 horas y 1.113 Nm. desde Cairns. A Darwin aún nos quedan aproximadamente 130 Nm.

Mañana faltarán menos.

MH