15 de Octubre Natal a Jacaré

A las 15 horas, con la marea bien alta, salimos por debajo del bonito puente de Natal y siguiendo las indicaciones de todo el mundo, nos dirigimos mar adentro hasta separarnos de la costa unas 20 millas. Los pescadores, muchas veces sin luces, campean a sus anchas y sus redes, también sin señalización, pueden ser una trampa mortal para un velero, así que contra el viento y el mar, a motor, recorremos 20 millas y alucinamos ante la cantidad de barquitos que nos rodean a más de 15 millas de la costa, faenando en la oscuridad y que encienden las luces algunos, cuando el capi les enchufa el foco pirata.

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La patrona, con un mareo de órdago, está retirada de servicio y el pobre capitán se desdobla y se desoja para que no se le cuele ningún barquito y nos demos un susto.

Una vez alcanzado el punto de separación de la costa idóneo, viramos hacía el S, con vientos de fuerza 3 y 4, de ceñida. Avanzamos bien aunque las condiciones a bordo no son muy agradables, sobre todo para la mareada.

Durante toda la travesía se mantuvo la navegación de ceñida, de ceñida con 60º de real y 35 a 45º de aparente, mar de unos dos metros y ola como la mediterránea, de frecuencia corta y machacona. Repetimos, de ceñida, aunque los catamaranes no ciñen, nosotros vinimos de ceñida, no sabemos como.

Además de avistar tres mercantes, entre Punta de Tabatinga y hasta pasar Rio Cunhau, a unas 14 Nm de la costa, hay piscifactorías o similar seguidas. Lo que supone luces constantes durante más de 25 millas.

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A eso de las 8,30 de la mañana, arrumbamos hacía las boyas de señalización del canal de entrada a Cabedelo. Cada una a su aire, no se parece demasiado a lo que indica la carta. Menos mal que lo vemos con nuestros ojitos. Nos adentramos en una amplia ensenada de orillas planas, bancos de arena y dos enormes brazos del río Paraiba. Por babor, el dique de mercantes de Cabedelo, algunos silos y pequeños pantalanes para pesqueros. Por estribor todo vegetación. Entramos en la bajamar y fuimos remontando, río arriba, las cinco millas que separan Cabedelo de Jacaré. El río es impresionante, el agua achocolatada, las riberas muy verdes entre las que destacan del arbolado grupos de esbeltas palmeras que dan un toque exótico.

Recorremos en total 108 millas en lugar de las 85 que oficialmente separan Natal de Jacaré, donde nos esperan los del Luthier. Dorival nos ha llamado por la VHF y está pendiente de nuestra llegada.

La marina se ve un poco pequeña, el espacio libre entre los barcos, será de unos 25 metros, la corriente y el viento no son coincidentes y el capi duda antes de dirigirse al lugar de atraque que nos indican. La duda era razonable, en plena maniobra enganchamos los cabos del muerto de otro barco y allí quedamos, en medio de la merienda, con el cata atravesado. Se inicia todo un dispositivo para evitar golpearnos contra las anclas de los demás. Cabos al pantalán más alejado y un grupo de navegantes que presta su ayuda, además de Dorival.

Carlos baja a ver el enredo pero sube sin poder distinguir nada en el agua marrón, que no sucia, de este río. La marina manda un chaval mergullador y después de varios intentos corta los cabos y nos libera. Al arrancar motores, el de estribor, que había sido el agraciado con el enganche, vibra como loco y nos tememos lo peor.

Entre todos y con la ayuda inestimable de los winches eléctricos, atracamos el barco.

A partir de ahí, todo cábalas, a cual peor sobre la posible avería y lo difícil de su reparación en un lugar sin ningún medio.

Carlos vuelve a bajar, esta vez con botella y linterna, la linterna como si no la llevara y aunque sigue a ciegas toca restos de cabo alrededor de la hélice. Sube contento y esperanzado. Cuando vuelve el mergullador, le colocamos la botellita para que aguante mejor y efectivamente quita más cabos de la hélice y todo vuelve a la normalidad. Que peso se nos ha quitado de encima.

Estamos en el Jacaré Yacht Village, una marina con dos endebles y pequeñitos pantalanes de madera, eso sí, dispone de agua, luz e Internet.

Nuestra posición es: 07º02´124 S y 34º51´337 W

Otro día más.

Visita al buque CISNE BRANCO

Como ya hemos contado anteriormente, hemos visitado, de forma muy especial, solo cuatro personas y acompañados de dos oficiales, el buque insignia de la Marina de Brasil.

Fue por una deferencia del Capitán dos Portos, Comandante Vasconcellos, a quien se lo pidieron Lucy y Nelson, ante nuestro interés.

Finalizada la visita, nos acercamos a Capitanía para agradecer la atención.

Reportaje fotográfico
(para agrandar, hacer click con el botón izquierdo en la foto)

Con el Capitan dos Portos
El Cisne Branco (3)
El Cisne Branco (4)
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El Cisne Branco (9)
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El Cisne Branco (19)
El Cisne Branco (20)

Los últimos días en Natal

Los últimos días en Natal han resultado de lo más entretenidos. El viernes cenamos con Julio Iglesias, en el restaurante Camaroes, un bonito lugar en la zona turística de Ponta Negra. Ni Julio sabía que nosotros estábamos allí, ni nosotros que estaba Julio, pero resulta que coincidimos cenando en el mismo sitio.

En Natal hay viveros o como se llame de camarones. Es el plato estrella del lugar y aunque tienen muy poco sabor los preparan de muchas formas y tienen una textura buena.

El lunes fuimos al mercado semanal que funcionaba a pesar de ser fiesta y desde allí nos acercamos a la playa que queda más próxima del Iate Club a comer y ver el ambientillo. Ambiente ya lo creo que había, además de mucha gente bañándose y comiendo en los chiringuitos, parece haber una competición por poner la música a tope. Resulta ensordecedor. De vuelta a casa y como todos los lunes, el cafetinho que organizan Lucy y Nelson. Esta vez resultó muy animado, quizá por ser festivo y se acumularon gran cantidad de comidas y postres. Como cada vez pillamos más el idioma, estuvimos de cháchara hasta última hora.

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"prototipos que surcan el río Potengi"

El martes acudimos a una charla de un marino en la reserva, que ahora se dedica a dar clases para preparar a los capitanes de la mercante y que tiene un gran historial, incluso de naufrago por cuatro días en el Caribe. Resultó muy instructiva y estuvo acompañada de un picnic. La tradición de aportar todo el mundo algo de comer y reunirse para tomarlo, resulta de lo más bien. Nos ha llamado la atención lo poco que beben, sobre todo de bebidas alcohólicas. Nosotros siempre aportamos, además de algún fiambre, unas botellitas de vino y poca gente nos acompaña a tomarlo.

El miércoles invitamos a cenar al barco a Lucy y Nelson. Como Nelson es un entusiasta de la sopa y en todas las reuniones aparecen con su “panela de presión “sujeta en un trapo bien anudado que también contiene el cazo para servir, con una sopa diferente, de la que él se sirve varias veces, yo les preparé una sopa de cocido. Tortillas de patata, embutido variado y la sopa que tuvo un éxito total. Reunión divertida a la que también invitamos al único vecino que queda en el barco de los de la regata, Roger, al que veremos por otros puertos de Brasil con seguridad.

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Habíamos esperado a zarpar cuando llegara el Cisne Branco, buque escuela de la Armada de Brasil. Apareció como estaba previsto el día 13 y nadie estaba allí para esperarlo, salvo el PRATI y su tripulación, que dimos toques de sirena a su paso sin que nadie nos respondiera. Quedamos con cara de tontos. Llegó con las velas enrolladas y como si fuera de incógnito a las 8,30 de la mañana. Ni autoridades ni curiosos ni nada de nada. Ahí quedo atracado en el muelle comercial.

El Cisne Branco (2)
El Cisne Branco (1)
El Cisne Branco
El Cisne Branco (21)

A pesar de ese inicio, nuestros amigos gestionaron con el Comandante dos Portos una visita para nosotros ya que habíamos demostrado tanto interés. Esa parte si que nos gustó. Recorrimos el barco entero y nos contaron curiosidades y detalles varios.

Hemos hecho una buena colección de fotos que seguro harán las delicias de Pepe. Nos estaba riñendo por nuestra falta de actividad y nosotros preparándole un reportaje especial.

Tras la visita al barco, nos despedimos de los amigos, soltamos boya e izamos ancla, ayudados de Roger que quiso estar con nosotros por si era necesario y salimos camino de Jacaré, el día 15 a las 15 horas.

Hemos estado muy a gusto en este fondeo de Natal, nos hemos encontrado muy bien acogidos en el Iate Club y nos vamos porque hay que seguir avanzando, sino no damos la vuelta al mundo ni en lo que queda de siglo.

La vida en este fondeo de Natal es de lo más plácida

A las 5 de la mañana ya es completamente de día y madrugamos un montón para que nos de mas tiempo de no hacer nada.

Bueno, esto no es del todo cierto, el capitán ha estado haciendo las pequeñas tareas de mantenimiento y puesta a punto necesarias tras la travesía.

Vistas desde el PRATI
Vistas desde el PRATI (2)

Del tema del piloto, nuestro vecino Dorival (LUTHIER), que es bastante experto, vino a estudiarlo. Después de unas cuantas pruebas, comprobó que lo que no funciona es una placa electrónica que cambiándola al otro piloto lo deja también noqueado, mientras que poniendo la del piloto 2 en el principal, funciona aparentemente bien.

Se llevó  la placa para estudiarla y no le vio nada., pero estropeada está.

Nos hemos puesto al habla con FURUNO para comprar el recambio. Respuesta de FURUNO: Contacten con el representante en Brasil. Dicho representante está en Río de Janeiro, a unos dos mil kms. Estos nos dicen que no nos venden la placa, que uno de sus técnicos tiene que hacer el diagnóstico y posteriormente montar la placa nueva y hacer la calibración correspondiente y que no se desplazan a semejantes latitudes. Yo he empezado una novena a San Expedito, que es el santo más cercano, ya que lo llevan los chilenos en su barco,  para pedirle que no falle el piloto que nos queda.

Posteriormente contactamos otra vez con FURUNO España y su departamento de atención al cliente, como es su costumbre, lanza balones fuera y dice que no trata con particulares, que contactemos con un representante. Escribimos una reclamación formal y su respuesta es más de lo mismo: “búsquense la vida”.

Vistas desde el PRATI (3)

También hemos hecho unas cuantas excursiones a la ciudad. Hemos mandado fotocopiar un derrotero estupendo de Brasil, en portugués, que nos prestó Eduardo (ANIMA MARE) y un montón de cartas del Pacífico que nos pasó Luis (SURAZO), así como un libro de formalidades de entrada y salida en todos los países del Pacífico.

Otra buena noticia es que nos han arreglado la cámara de fotos. Solo tenia rotas tres piezas y en un taller de Natal las han cambiado en menos de una semana. Ahora funciona otra vez estupendamente y el capi vuelve a ser feliz.

En estas incursiones al centro hemos aprovechado para visitar algún supermercado y ver que tipos de productos hay. Están bien abastecidos y aunque cambian algunas cosas, en general nos han gustado.

El otro día hablamos de los precios de los restaurantes, baratos para nosotros, los del mercado son aún mejores. Ejemplos: un kilo de tomates cuesta un real. Una piña riquísima también un real, teniendo en cuenta que por un euro nos dan 2,5 reales. Un pollo asado, en el súper, que estaba de vicio y nos dio para dos comidas, costó 8 reales. En general el nivel de precios de la comida, tanto en restaurantes como en tiendas, es proporcional al del cambio de moneda, es decir, una cosa que en España cuesta un euro, aquí cuesta un real. O sea, 2,5 veces menos.

No nos gusta el tipo de pan, es flojo y dicen que hasta que lleguemos al S seguirá  siendo así. Usan mucho para cocinar la mandioca, que resulta rica y el aceite de mantega, una especie de mantequilla líquida, que se conserva fuera de la nevera y que para nosotros aún es fuerte. Las comidas en general, tienen poca proteína y muchos hidratos. De hecho hemos visto cantidad de obesos y nos dicen los amigos de aquí, que supone un porcentaje muy alto de la población. Tantas feijoas, arroz, mandioca, espagueti, aceite de mantega, etc. tienen sus consecuencias, amén de la gran cantidad de cerveza que se consume, está tan fría siempre que resulta un vicio.

Hicimos una excursión, en taxi, con los del LUTHIER para conocer los alrededores. No resultó nada bien. El taxista se dedicó a pasearnos de punta a punta, mientras divisábamos playas y más playas por las ventanillas, extensas y de arenas doradas,  zonas de dunas que ofrecen paseos en buggi y dromedario, áreas residenciales y tiendas de artesanato donde en todos los países del mundo suelen llevarte para cobrar las comisiones. Comimos en un bar de playa, mugrosote, que ofrecían servicio de bañeiro, o sea unas duchas en un caseto para después del baño. A cambio de tantos servicios, nos dieron un buen meneo al bolsillo. Casi un timo, al que fuimos sometidos con la colaboración del taxista y nuestro pasotismo. Eso si, la comida fue amenizada por dos personajes desdentados, tipo juglar, también mandados por el taxista,  que recitaban galanterías a las señoras,  a los españoles navegantes y a todo lo que se movía. Además de un montón de vendedores ambulantes.

A destacar positivamente de la excursión la visita al fuerte de los Reyes Magos, fortaleza situada en la entrada de la ría, es del siglo XVI, construida por los portugueses  y tiene toda una historia de conquistas y reconquistas. Los Tres Reyes Magos merecen las fotos que les dedicamos. Su enclave, como corresponde a un sitio defensivo, estupendo.

Camino al Fuerte
El Fuerte de los Reyes Magos
El Fuerte de los Reyes Magos (2)
El Fuerte de los Reyes Magos (1)

Ahora una de surrealismo: resulta que los del SURAZO, metieron en memoria tres meses de permiso de estancia en Brasil, que no es lo mismo que 90 días y además se les pasó la fecha. Allá fue Luis a la policía federal para hacer la renovación. No le dejaron entrar por ir en pantalón corto, por debajo de la rodilla. Como llegar allí le había costado un buen rato y dos trayectos en autobús, tuvo que alquilarle el pantalón a un vigilante. Ya debidamente ataviado, trató su asunto. Por haber sobrepasado el periodo autorizado, le pusieron la etiqueta de “ilegal”, multa de 8 reales por persona y día y una vez tramitada la salida y abonada la multa, un plazo de 8 días para salir del país. Volvió cabizbajo y un poco depre. Las cosas no les van bien esta temporada, se le ha roto la bomba de agua salada y el alternador. El barco es muy viejito y lógicamente les pasa de todo. Nota.- a los que tenemos barcos nuevos, nos pasa tres cuartos de lo mismo.

Al final, todas las averías se le resolvieron en un día al SURAZO y lo de la multa, cuando la quiso pagar, no fue posible por un fallo en el sistema informático. Cosa que detectaron después de haber puesto todos los sellos necesarios en sus documentos de salida.

A partir del miércoles comenzó el éxodo. Primero se marcho el ANIMA MARE, después el SURAZO, camino ambos a Fortaleza, a continuación y de forma súbita el LUTHIER, hacía Joao Pesoa, ayer el VALK ON, de Mikel  y Lara, americano y brasilera con los que compartimos alguna cerveza e informaciones recíprocas, ellos de Salvador de Bahía y nosotros del Caribe al que se dirigen. A todos les despedimos con buenos toques de sirena de gas y les tomamos fotos del momento.

Hemos quedado como los de Tudela, solos, en el fondeo. Los barcos que nos rodean, cuatro, están deshabitados, a excepción del BONUS, cuyo skiper, Roger, está a punto de marchar en avión, dejando el barco aquí una temperada.

Pesquero varado

A cambio, el jueves hemos salido a cenar y copear con el matrimonio brasilero que siempre organiza el cafetinho da segunda Feira (el café de los lunes), Lucy y Nelson, navegantes que también participan en las regatas y viven en su barco, ahora en el varadero por mantenimientos. Cenamos en el Mangay, restaurante muy curioso, con un gran self service, donde encuentras todas las especialidades típicas de la zona, con mucha calidad, variedad y precios bajos. “no despachan bebidas alcohólicas, ni siquiera cerveza y tienes que cenar con agua, zumos o refrescos” una pena. El síndrome de abstinencia apretaba y nos forramos a cervezas en una terraza de la calle con música en vivo.

Cada mañana empezamos el día espantando a los pájaros, amarillos que han tomado posesión de esta nuestra casa como si fuera suya y nos tienen todo el barco cagao. Después de las lluvias de los primeros días, no ha vuelto a caer ni una gota. El barco está goloso.

Desde Natal (Primera parte)

Estamos fondeados en el Iate Clube de Natal en el río Potengi, latitud 05º45´78 S longitud 035º 12´26 W.

desde el fondeo (1)
desde el fondeo

Y nos rodean los veleiros:

SURAZO de Chile, con Luis y sus hijos Sebastián y Nicolás, de los que ya hemos hablado.

en segundo plano el SURAZO

LUTHIER de Brasil con Catarina y Dorival, ellos ganaron la regata Recife a Fernando de Noronha y la de Fernando de Noronha a Natal en su categoría. El barco lo construyó él en su casa y es una preciosidad, 34´ de madera y resina. Ahora dice que viven en el Atlántico y no tienen planes concretos.

el LUTHIER 

ANIMA MARE de Brasil, un 38´ muy bonito, con Eduardo, un riojano trotamundos y Adrian a, su guapa mujer brasilera. Se dirigen al Pacífico, vía canal de Panamá.

el ANIMA MARE

Tuvimos otro vecino, holandés él y cigua donde los haya, ZAGA. Llegó aquí el lunes cuando no había servicio en el Club de Yates (todos descansan el mismo día). Dorival que les conocía de antes fue a ayudar en el fondeo. Primero hay que cazar la boya y después en un bote se carga el ancla y la cadena para echarlos más adelante.

Carlos que vio a Dorival en apuros con su pequeño dinghy, fue rápido en su ayuda. Mientras tanto los tres tripulantes del ZAGA permanecían en la proa como estatuas de sal. De repente veo a Carlos, a toda velocidad regresando a casa (menos de 30 metros) con el dinghy casi hundido. Con el ancla había hecho un corte en la parte superior, en proa, de 12 cms. Amarre inmediato para que el motor no fuera al fondo y nos acabamos de quedar sin dinghy.

Dorival, pesaroso, dice que tiene de todo para el arreglo y que al día siguiente vendrá a ayudar. Resulta que el holandés errante tuvo apendicitis en Bahía y allí le operaron, perdió la quilla escamoteable en la travesía a Natal, en un encuentro con un aparejo de pesca. El barco es de aluminio y parece que la broma cuesta unos 10.000 euros, después, entrando en Natal, se quedó sin motor y para evitar ir contra los arrecifes echó el ancla. Luego no pudo recuperarla y perdió cadena y ancla. Manos mal que ya se ha ido.

Nosotros, el lunes por la mañana, nos fuimos a papelear. Tenemos el permiso para el barco por 90 días, lo de los dos años todos dicen que si, pero que se tramita después.

Encontramos un estupendo mercado callejero semanal y compramos fruta y verdura, además de dulces locales.

Por la tarde esperamos infructuosamente la visita de la Policía Federal, otro trámite que estaba pendiente y que por deferencia al Club de Yates, se realiza aquí.

Por la noche, con el bar y restaurante del Club cerrados, fiesta de regatas “un cafetinho” donde todos debemos llevar algo, los de aquí incluso sopa. Se acumuló dulcerío, quesos, cremas para untar y café en grandes termos. Resultó muy bien. Todo el mundo es muy cariñoso y besucón y muy atentos con nosotros.

otras vistas del fondeo (1)

El martes por la mañana por fin vino la Policía Federal para ver nuestros pasaportes, ya visados en Fernando de Noronha y tramitar los documentos del barco. Después visita a “Saude” para firmar que estamos sanos y por último a Capitanía de Portos para registrar la entrada oficial en Brasil. Lo de Fernando de Noronha había sido como de broma.

A partir de ahora nos han recomendado que cada vez que cambiemos de puerto lo avisemos, es suficiente con decirlo en el Club de Yates al tramitar la salida. Si cambiamos de idea en cuanto al destino, que lo comuniquemos por VHF.
En todas partes trato correcto y amable y ningún desembolso económico.

Al regreso comimos en un bonito lugar que encontramos al paso (todo esto es la zona portuaria y de pescadores y se recorre caminando sin ningún problema). La comida es gustosa y para nosotros barata. Un menú normal, aquí llamado comercial, cuesta 2,5 euros. La bebida aparte y ahí nosotros la fastidiamos. Las cervezas están siempre heladas, son de 600 ml, bastante flojas y en todas partes les colocan un forro isotermo para que se mantengan frías. Se beben como agua.

Por la tarde Dorival arregló el dinghy, es muy meticuloso y parece haberlo dejado bien.

Al anochecer fuimos juntos al Club. Primero pasamos por las duchas para economizar el agua de a bordo. Había una estupenda actuación musical y allí nos reunimos los de los barcos mencionados para intercambiar experiencias, hacer unas risas, tomar cerveza y cenar algo.

Volvimos al barco casi a las once, pavernos matao, ya no quedaba nadie.

otras vistas del fondeo

Miércoles: han venido a desayunar los del SURAZO, Sebastián se desplaza con un paquete de Kellogs bajo el brazo, es un chaval majísimo que hace pulseras de artesanía para vender.

A mediodía nos invitan a comer los del ANIMA MARE. Ellos han recorrido todo Brasil de S a N y sus consejos son maravillosos para nosotros. Tienen un derrotero en portugués que nos prestan para fotocopiar y que iluminan con notas y detalles curiosos. Adriana es una cocinera estupenda, en su familia tienen restaurantes y me informa de cantidad de cosas para comprar y cocinar productos locales.

Antes de la 6, ya noche cerrada, vamos al Club para disfrutar de la actuación musical. El día anterior éramos muchos, charlando, muy entretenidos y la música quedó en segundo plano. Hoy nos adelantamos Carlos y yo, mano a mano con una cerveza y a gozar de la actuación.

Es un grupo que según nos han contado está formado por profesores de Conservatorio. Los hay trajeados de arriba abajo, incluso con corbata y otros van en camiseta de tirantes. Cantan estupendamente, tocan un buen número de instrumentos y suenan muy bien. El saxo particularmente nos puso los pelos de punta.

Otra cosa que nos ha resultado curiosa es que a las 6 en punto tocan al violín el Ave Maria de Gunond. Catarina dice que es una tradición en todo Brasil.

Tras la actuación musical, que acaba a la 7 de la tarde y produce la desbandada general, tuvimos reunión de regatistas. Todos llevamos alguna cosa, queso, vino, fiambres y además apareció sobre la mesa un gran guiso hecho con una albacora, pescada por un participante en la regata.

Previamente se había adelantado el calendario para las próximas regatas y la clasificación final de la Fernando de Noronha a Natal. Hemos quedado segundos en la categoría de multicascos “A” detrás del trimarán centella.

Regreso al barco a las 10,30 horas y otro buen día al saco.

Jueves, fabada en el PRATI.

Carlos organizó con Sebastián, su joven amigo del SURAZO, una regata gastronómica. La empezamos hoy en el PRATI invitando a los tripulantes de los tres barcos amigos a fabada.

la fabada (1)

Comida suave donde las haya, para tomar a 33º C. Seremos ocho comensales y la fabada sólo es para 5 ó 6, lo que cabe bien en la olla. Así las raciones serán más pequeñas y se completarán con una buena ensalada. Mercelú, las fabas estupendas. Quedó una muy buena fabada, Carlos que suele ser muy exigente le dio un notable bajo. Para haberla hecho en la olla rápida y con productos asturianos que llevan un año rodando por el barco, muy buen resultado. A todos les encantó y los brasileños quedaron moi gostosos con esta feijoada que no lleva arroz, cosa que no podían entender a priori.

la fabada
la fabada (2)

Tarde de música, copas, risas y ambiente estupendo. Al anochecer de nuevo al Club para seguir la dura vida que llevamos aquí.