En Noumea, Nueva Caledonia

 

Hace 8 días que estamos en Noumea y puede decirse que no hemos vendido una escoba. La primera semana la hemos pasado en la Marina Port du Sud, atracados entre grandes barcos, en general de charter, cuyas tripulaciones se dedican a ponerlos a punto entre travesía y travesía. Nos dejaron plaza allí, casi de favor y sabiendo que no podíamos quedarnos mucho.

En la Marina Port Du Sud

En estos días hemos conseguido reparar nuestro portillo panorámico. El experto en portillos que ha hecho el trabajo, lo desmontó y sacó de su emplazamiento, saneó la zona y lo pegó de nuevo con un pegamento especial para pegar las lunas de los coches, antes de aplicar silicona. Creemos que ha quedado bien, pero hasta que no pase algún tiempo no podremos valorarlo.

Dia de reparaciones. Por la noche estuvimos con el plástico por si llovía

 

Hemos hecho algunas escapadas al centro de Noumea, que aunque no está lejos, si resulta un camino un poco solitario y de noche poco atractivo.

El sábado, con nuestro criterio occidental, salimos a cenar y no encontramos donde ir. Solo el bar restaurante que hay junto a la Marina Port Moselle, una braserie de nivel medio. El resto del Centre Ville, desierto. De día habíamos conocido algún restaurante pequeño, coqueto y con buena comida francesa, pero a la noche, nada de nada. Parece ser que hay que ir a la zona de Baie des Citrons, donde fondeamos el primer día, para encontrar ambiente.

El domingo, en dinghy, volvimos al centro para visitar el mercado. El de pescado y marisco es una gozada, con gran variedad, orden, limpieza. Estupendo. En edificio anexo está el de frutas y verduras, no tiene el tipismo del de Pepeete, pero cumple perfectamente su cometido y todo está limpio y en orden. Así que hicimos compra y volvimos a nuestra marina.

Hemos conocido a una pareja estupenda, Tanja y Patrice, alemana y francés que viven aquí y tienen un CATANA llamado La Graciosa, como nuestra isla favorita junto a Lanzarote. Son amables y serviciales y con ellos hemos compartido agradables veladas.

Otra novedad es que el tripulante se ha ido. Dijo que “Se encontraba solo y triste”. Le firmó el capitán las millas realizadas, que parece que era lo que más le interesaba para su currículum.

Por fin, hemos conseguido plaza en Marina Port Moselle, que está siempre llena y hace falta insistir y tener suerte para conseguirlo. Ya podemos ir de excursión dejando el barco aquí.

En la Marina Port Moselle

Hemos ido de excursión con Tanja. Ella viaja por trabajo y nos lleva para que vayamos conociendo la isla. Visitamos un lugar llamado Domaine de Deva. Playa solitaria y tranquila, al lado de un buen hotel.

 

En las inmediaciones, un atractivo turístico llamado “La Roche Peché”.

 

 

La temperatura es buena, cálida sin pasarse durante el día y suave por la noche. Alternamos días de lluvias esporádicas con otros de cielos azules. Todo bien por estos lares.

M.H.

Rumbo a Nueva Caledonia ¡hemos llegado!

Hemos llegado a Noumea, por la noche, como casi siempre y estamos sanos y salvos fondeados en Baia des Citrons, esperando hasta hacer las formalidades de entrada al país y buscar atraque para algunos días. El catamaran parece una anchoa en salmuera, necesita agua dulce y limpieza.

Hemos empleado 157 horas en recorrer 1.055 Nm, no las 880 que en linea recta separan Opua de Noumea.

Ayer, tras todo el día con buenas velocidades, empujados por vientos del ESE de F-5-6, llegamos en noche cerrada al Passe de Boulari. Antes de cruzarlo arriamos mayor, ya habíamos enrollado el génova unas millas antes para no tener problema con el rumbo que era un poco ajustado con respecto al arrecife y entre balizas nos encaminamos a destino, a unas 13 Nm.

Esperábamos que al entrar al Lagoon el mar se suavizara, cómo recordábamos de ocasiones similares, pero es tan grande que da igual estar dentro que fuera del arrecife durante bastantes millas. Así que desojados por el cansancio y el sueño y con el miedo al dichoso coral, recorrimos lo que sobre las cartas parece una autopista, cuando en la realidad y con la ciudad, llena de luces, al fondo, es un camino tortuoso en el que cuesta encontrar las referencias.

Al fin a las dos de la madrugada echamos el ancla en una nada apacible bahía, Baie des Citrons. Parecía que seguíamos navegando.
Cuando nos metimos en la cama no nos importó. Con el cansancio acumulado, dormimos todo seguido.

Estamos bastante contentos porque ha sido una travesía con un poco de todo, vientos en contra, vientos a favor, mar duro, cambios continuos, chubascos e incertidumbres meteorológicas y la hemos superado sin problema después de año y medio de inactividad. Eso sí, anoche no dábamos un perrón por nosotros mismos.

Ha sido muy buena la nueva morfología de velas y con el génova de 72 m y tela fuerte, de 9 onzas, hemos tenido absoluta tranquilidad.
Carlos también está muy contento con el sellado de todos los cofrets. Este capítulo ha dado mucha lata, se han probado todo tipo de burletes y configuraciones hasta conseguir que no entre agua en ningún cofret aunque el mar pase por encima. Otra cosa es que para abrirlos haya que comer bien antes.

En el capítulo de averías, apareció vía de agua en el portillo panorámico de nuestro camarote. Un problema con el sellado que es recurrente. Esta vez y con el mar golpeando duro sobre ese costado, la cosa se complicó y el capitán tuvo que aguzar el ingenio para sellar provisionalmente y afianzar el sellado con tacos de madera y cinta adhesiva. Ahora tendrá que arreglarlo de verdad y habrá que sacar la sal de la tela de esa pared. Nada nuevo.

En resumen todo bien. Como dice Luigi, prueba superada y ahora a conocer otro lugar del que traemos muy buenas referencias.
Por el momento ya hemos sacado los pantalones cortos y las chanclas. !!!Viva el sol!!!

M.Herrero

Rumbo a Nueva Caledonia 6

Desde la crónica de ayer la navegación continuó con la misma tónica, los vientos siguen siendo portantes, entre los 20 y los 24 kts y las olas tremendamente grandes.

Estamos navegando bastante rápido, aún con poca vela. Ayer hicimos 200 Nm.

Hoy hemos tenido sol durante todo el día, con algunas nubecillas diseminadas.

Nos estamos acercando al atolón que enmarca el territorio de Nueva Caledonia. Nos faltan unas 60 Nm para acceder al Passe de Dumbea, desde allí tenemos un fondeo próximo en el que esperar a la luz del día para llegar al puerto de Noumea.

Mañana toca la tramitación de la entrada en el país, en la que habrá que tratar con cuatro departamentos diferentes. En principio solo el capitán puede bajar a tierra y una vez formalizada la entrada oficial, para el barco y los tripulantes, vendrán a bordo los responsables de Sanidad y con eso habremos cumplido por esta vez.

Todo sigue bien a bordo, deseando dejar de movernos como un corcho, pero nada más.

La posición a las 5,00 horas UTC del día 14 de mayo de 2019 es:

Latitud.- 23° 13’ S
Longitud .- 166° 49’ E

(M.Herrero)

Rumbo a Nueva Caledonia 5

Por fin tenemos el viento a favor F-4-5-6. Parece que lo tendremos así hasta el destino en Noumea, el único puerto de entrada y capital de Nueva Caledonia.
Todo el día con vientos de 20-24 kts y el mar con olas grandes, de unos tres, cuatro metros y frecuencias cortas. Lo que se suele decir, inconfortable.
De vez en cuando surfeamos alguna ola de esas jodidas y nos ponemos a volar. Tenemos un registro de 21,2 kts, el resto de la navegación vamos a una media de 8 kts a pesar de llevar dos rizos en mayor y génova.

Hay mucha gente a la que esto les encanta, nosotros preferiríamos ir a 6 ó 7 kts y vivir más tranquilos. Como esto no está en nuestra mano modificarlo, toca ajo y agua. El Pacífico sigue haciéndonos pasar malos ratos.

La noche pasada, con media luna, todo parecía plácido y como de cuento. En cero coma se ocultó la luna y cayó un chubasco intenso sin que diera tiempo ni a pensarlo.

Los cambios son continuos y no bajamos la guardia en ningún momento. En otras travesías durante el día no hacíamos guardia formal, echas un vistazo, si se oye algún cambio en las velas se actúa, pero no estamos en el puesto de gobierno continuamente. Esta vez guardia a todas horas.

Menos mal que con la incorporación de Jeremy repartimos los tiempos entre los tres. Estamos deseosos de llegar a puerto.

Situación a las 5 horas UTC del día 13 de mayo de 2019

Latitud.- 26° 23’58 S
Longitud.- 166° 51’72 E

Distancia a destino: 223 Nm

Rumbo a Nueva Caledonia .- 4

Como bien decía la previsión meteorológica de ayer por la tarde, el viento rolaría al N y así lo hizo.
Ahí se nos presentó una disyuntiva de tratar de superar la Isla de Norfolk por el norte o por el sur, ya que nuestro nuevo rumbo obligado por la intensidad del viento que se puso en F5-6 y el role al N, coincidía exactamente con la puta isla, la única que hay en 1.000 millas.
El rumbo N tenia el riesgo de que si aumentaba la intensidad del viento nos tragaríamos la isla, el rumbo S implica perder millas y millas. Después de darle muchas vueltas adoptamos la solución S y acertamos. El viento subió a F-7 y tragamos millas y millas, rumbo 240°, alejándonos de rumbo y destino.
De súbito apareció en el radar un pequeño frente con pinta amenazadora, en prevención metimos segundo rizo en mayor y cambiamos génova por foque. Durante la maniobra, complicada por ser las 4 de la madrugada, cayó un diluvio parecido al de Noe. Maniobra pesada, empapados, con nervios abondos, con la bañera inundada, etc. etc.
El viento siguió con F-7 durante 3 o 4 horas mas. Menos mal que rizamos, bien rizados y que fuimos por el S. En 12 horas volvíamos a estar a una distancia similar respecto a destino. Ayer navegamos 197 Nm y a rumbo solo fueron 95.

Por la mañana el viento fue bajando aunque el mar siguió bastante duro y del norte hasta mediodía. Ahora navegamos con viento flojo, a rumbo, a 5-6 kts
Día de navegación para recordar, de los malos, claro.

Posición a las 5 horas UTC del día 12 de mayo de 2019, que son las 5 de la tarde aquí.

Latitud.- 28° 37’44 S
Longitud.- 167° 30’11 E

Distancia a destino: 361 Nm