4 de abril, en Saldanha aún

El día 30, miércoles, volvimos al agua 👍. El viento sopló fuerte pero como los días siguientes iban a ser aún peores, Carlos tomó la decisión y allá fue el PRATI de vuelta a su medio natural.

Maniobra complicada, porque además de viento racheado, a la salida del foso hay un remolino que retuerce el barco, con el consiguiente problema de darnos una galleta contra el hormigón y volver a empezar.

Hubo un montón de ayudantes en la maniobra y eso y el buen hacer del capitán, 😓lograron que atracáramos en la pequeña marina del varadero sin ningún problema.

El jueves nos mudamos a bordo, con compra importante de productos no perecederos, de cara a la travesía.

También hemos encontrado chorizo de sarta, imprescindible para las lentejas del PRATI 😂

El viernes, temprano, nos fuimos a conocer Cape Town. Allí hemos pasado el fin de semana y lo hemos disfrutado. Aunque no andamos sobrados de tiempo, nos daba pena estar tan cerca y no visitarla. Así que allá fuimos.

Además de los recorridos turísticos a la Table Mountain, los viñedos, la costa Atlántica, etc. nos lo hemos pasado estupendo en el ambiente abigarrado del Waterfront. ¡Que marcha tiene la gente! ¡Que contentos al embarcarse en los típicos paseos por la bahía, en catamaran, barco pirata o lo que toque! !que variedad de indumentarias y de morfologías! ¡Cuantas gordas, gordísimas! Siempre acabamos pensando que lo mejor de visitar un lugar nuevo es sentarse en una terraza y ver a la gente pasar. Y eso es lo que procuramos hacer.

Lunes, buen día, el técnico de Furuno vino a bordo temprano, según lo acordado y ha solucionado nuestros problemas. Probablemente esté resuelto el problema con el autopilot. También hemos hecho pruebas con la BLU después de sanear unas conexiones exteriores y parece que podremos tener información meteorológica adicional si llegase el caso y una travesía más animada, charlando con quien podamos, 😉

De momento todo sigue su curso, lento como corresponde al lugar. Esta semana seguiremos aquí y ya vamos cruzando los dedos para que la próxima sea la del zarpe.

El otoño va entrando y por las noches hace fresco, mejor dicho frío, el agua del mar está a 15°. Tenemos una estufa y con ella calentamos un poco el camarote antes de escondernos bajo el edredón. Menos mal que vamos a ir hacia el Ecuador y hacia el verano en el N y eso anima.

Desde Saldanha (Sudáfrica)

Hola a todos

Ya hace una semana que regresamos a Sudáfrica, a nuestro PRATI.

Como suele ser habitual los trabajos que habíamos dejado encargados en el varadero llevan un poco de retraso y nos hemos instalado en un hotel cercano para venir al varadero cada día y meter caña.

Nos interesa zarpar lo antes posible para evitar encontrarnos con algún problema en el hemisferio N, por la temporada de huracanes. La idea es navegar lo más directo posible hacia Azores y si puede ser, hacer recalada en Cabo Verde. Ya iremos viendo.

Aquí, sobre todo, se está haciendo una limpieza de cara al pobre PRATI, que salió de Mauricio hecho unos zorros, por la contaminación y la falta de cuidados en los dos años que estuvo allí.

Han pulido el casco, cepillado la teka, pintado los soportes de aluminio, reemplazado los púlpitos de proa, sellado portillos y grifos de fondo, etc.

Algunas cosas van a quedar sin hacer porque el ritmo que tienen es desesperante. Así que es mejor dejar algo para la próxima vez que acabar de los nervios.

El varadero tiene un pantalán, para ocho o diez barcos, donde nos instalaremos para acabar con los preparativos, una vez concluidos los trabajos.

Nos dijeron que aquí llueve dos días al año. Debe ser así, pero nos han tocado los dos en esta semana y si llueve, todos escondidos y más retraso.

El tema más importante que tenemos pendiente es el del autopilot, que dio fallos viniendo de Mauricio. Estamos en contacto con un técnico de Ciudad del Cabo y esperamos que venga el próximo lunes.

Ya hemos empezado con el avituallamiento, tenemos que preparar comida para dos meses o más, por si se da mal.

El domingo lo pasamos visitando supermercados para hacer un cálculo de lo que podemos encontrar aquí y lo que más interesa llevar. Ahora ya tenemos las listas preparadas, que es lo más difícil, y solo queda ir haciendo el acopio y ordenando a bordo.

Saldanha, donde estamos, es un lugar muy tranquilo, con una gran bahía y la población, en pequeños núcleos, se extiende alrededor de esa bahía, con lo que las distancias son bastante grandes para hacerlas andando. No hay taxis convencionales y hay que contratar transporte como buenamente se puede. A pesar de las distancias, hay pocos coches, porque el nivel adquisitivo es muy bajo. Nos han comentado que en esta zona el paro es altísimo y los que trabajan cobran lo justito. A cambio, no se matan.

Está empezando el otoño y a excepción de los dos días de lluvia, hace calor en las horas diurnas y bastante fresco por la noche, como si estuviéramos en el desierto.

Nos ha coincidido una semana de vacaciones escolares y el hotel está ocupado por familias con sus niños.

Esta es una tranquila zona turística, en la zona E de la bahía, ahora un poco fuera de temporada. En el lado W hay alguna industria y zona portuaria de barcos de gran tonelaje.

Estamos teniendo problemas con las comunicaciones.

Ahora disponemos de conexión local y el wifi del hotel, pero a la vez estamos probando con el Iridium GO (pequeño modem satelital)

En la anterior travesía nos dejó colgados y hemos tenido que comprar uno nuevo. Al hacer las pruebas, enviamos y recibimos sms sin problema, conectamos con el Predictwind para tener previsiones meteorológicas, recibimos mails, pero los que enviamos desde el equipo no llegan o alguno que ha llegado lo ha hecho con días de retraso.

Estamos en contacto con el soporte técnico y hasta el momento no hemos encontrado solución.

Nosotros que siempre habíamos opinado tan bien de este sistema, ahora parece ser que el número de usuarios está creciendo de tal forma que el servicio no es tan bueno.

Si todo va bien esperamos zarpar la semana próxima y si no, pues paciencia.

Mala experiencia para nuestro velero en Isla Mauricio

Ahora que estamos fuera de Mauricio y que hemos conseguido rescatar el AVAL al que nos obligaron las autoridades locales, hemos redactado esta información de la que pasamos copia a la Web de NOONSITE para conocimiento de otros veleros que naveguen por el Índico.

Somos un matrimonio de navegantes dando la vuelta al mundo, desde 2009, en nuestro catamarán PRATI, sin prisas y disfrutando de todo lo que hemos podido hasta la fecha, sobre todo como españoles, de una larga estadía en América del Sur.

Tras esa zona tan cercana a nuestra cultura, hemos disfrutado de la Polinesia francesa, Samoa, Tonga, New Zealand, Nueva Caledonia, parte E y N de Australia, Indonesia, Cocos Keeling y en ese periplo arribamos en Noviembre de 2019 a Mauritius.


PRATI en el pantalán de entrada a Mauricio

La primera idea fue hacer una parada y seguir hacia la Isla de Reunión para dejar allí el catamarán durante la estación de ciclones. No encontramos rápida respuesta en Reunión para reservar plaza en varadero y surgió la idea de dejar el catamarán en Mauricio.

Nos dirigimos a un varadero, el único con capacidad para sacar catamaranes, perteneciente a una empresa con aspecto serio y preguntamos por la posibilidad de dejar allí el catamarán en seco durante la estación de ciclones. La respuesta fue que no había problema. Contaban con todos los medios necesarios y en cuanto al tema oficial bastaría con una carta que ellos emiten diciendo que tienen en custodia nuestro barco. Esa carta había que presentarla en la Aduana el día antes de dejar Mauricio para volar a España.

PRATI ya en seco en el varadero

Llegamos a la Aduana y nos dijeron que eso era solo aplicable a estadías inferiores a 3 meses. En nuestro caso, previsto para la estación de ciclones, (mínimo seis meses) había que presentar un aval o garantía económica por importe aproximado de 90.000 €, con un cálculo hecho por ellos en rupias de Mauricio.
Ese aval, cheque o cualquier otro medio de pago, tenía que hacerse desde un banco local de Mauricio, donde por supuesto nadie que no sea de allí tiene cuenta.

A partir de ese momento y con el COVID de por medio que prolongó la estadía, hemos tenido un autentico calvario para satisfacer los requisitos de las autoridades de Mauricio con un Aval que nuestro banco en España intermedió con un banco inglés, de Londres, que tiene sucursal en Port Louis, capital de Mauricio. Esto nos ha costado todo un año de trámites, con la incertidumbre de las correspondientes amenazas de un serio penalti, un sinfín de problemas, disgustos y por supuesto dinero.

Han mantenido sus fronteras cerradas hasta el pasado 1 de octubre.
En ese momento, con todos los requisitos necesarios, PCR negativa, certificado de vacunación, Seguro médico internacional que cubra el COVID, doble prueba de antígenos a la llegada a Mauricio y cinco días después, etc. etc. es decir, todo facilidades, hemos conseguido librar a nuestro barco de ese país con una legislación nada acogedora con los veleros extranjeros.

Mercado de Port Louis

 


 

 

 

 

             La Marina Caudan de Port Louis

 

Les hicimos constar que en ningún lugar del mundo y ya llevamos muchos en nuestro recorrido, habíamos vivido nada semejante y que si el barco está en seco en un varadero y el varadero se responsabiliza de él, no hay nada que pueda ocurrir que sea de incumbencia de Aduanas. Pero no ha valido de nada.
Para completar la historia, han tenido que pasar dos meses desde que zarpamos de Mauricio y un montón de nuevas tramitaciones, para poder recuperar nuestro AVAL.

Está claro que el varadero no conocía la realidad de la legislación de su país, ni están acostumbrados a recibir veleros extranjeros, ni les importa mucho.
En nuestra opinión es la peor estadía que hemos hecho en toda la vuelta al mundo y el barco ha estado allí casi abandonado durante 2 años.

Para completar la información acerca de Isla Mauricio, añadiremos que no hay repuestos de nada, solamente posibilidad de antifouling y cuando se precisan repuestos, cosa habitual en los veleros, siempre hay que esperar a la importación desde Sudáfrica, con el consiguiente coste y demora.