Tahanea

Tras las duchas nocturnas de ayer, amaneció gris, ya sin lluvia. Toda la mañana vientos suaves y constantes y el mar, como de costumbre, más movido de lo que  corresponde por viento.

Durante la jornada de navegación, pasamos entre los atolones Ikueru y Reitoru, luego entre Haraiki y Marutea y ya al final entre Tepoto y Motutunga, antes de enfrentar el aproaching a nuestro destino, Tahanea.

Día y noche tranquilos hasta el amanecer,  en que volvió a caer un chubasco de órdago a la grande.

Mañana luminosa, cielo despejado, sol radiante y el viento que nos sigue acompañando con suavidad. Tiene la delicadeza  de ir rolando hacia el norte, lo que nos favorece y aunque es de poca intensidad, lo llevamos casi por el través y solo con el genova, nos movemos.

Con la lectura de ayer, de la experiencia del PIROPO, veníamos expectantes y temerosos de encontrar el passe cerrado, pues también estamos navegando con luna llena y esa fue la justificación que encontraron para la dura entrada con la que se encontraron ellos aquí.

Con el génova llegamos justo hasta la entrada del passe. Calentamos motores, enrollamos vela y con mar plano,  a la hora de la bajamar, dimos potencia y la sorpresa fue que solo encontramos pequeñas corrientes de uno o dos nudos, tanto a favor como en contra. Paradójicamente por la orilla de estribor si se formaban pequeños escarceos, que dejamos a un lado al pasar justo por el centro del passe Teavatapu, el recomendado de entre los tres que tiene este atolón.

Es posible que el poder de atracción lunar en este mes de octubre, sea mucho menor que el de septiembre,en que hicieron su entrada los del PIROPO.

Virada a babor, dirección  Este y fondeo a 1,2 millas de la entrada. Esta gran superficie de aguas interiores, dentro del atolón de Tahanea, de 25 millas de largo y anchura considerable, nos permitió echar el ancla sin miramientos. El  tenedero parece bueno, fondo de arena  con alguna sombra de origen aún desconocido. Estamos con 16 metros de agua bajo el casco y podemos ver el fondo.

Cosa curiosa, durante la maniobra de fondeo saltó dos veces la alarma de proximidad del sistema AIS, que estaba fijada en 7 Nm. Un velero neozelandés y uno francés están compartiendo atolón con el PRATI, aunque no a vista.

Una vez asegurada el ancla al fondo,  cargamos en el dinghy los equipos de snorkel y dimos proa hacia el lugar de buceo que recomiendan tanto las Guías,  como el citado velero PIROPO.

El lugar nos queda cerca, solo atravesar la corriente del passe del Este y entre la islita  Paenoa y los vestigios de la villa de Otao, hay unos bancos de coral rosas y multicolores, denominados jardín de coral.

La corriente en ese passe muy fuerte a media marea, le damos el resguardo conveniente, adentrándonos un poco en el lagoon y a la otra orilla vemos dos construcciones, una de aspecto abandonado y la otra, casi. Haciendo sus faenas cotidianas, un hombre enjuto, de piel morena. A nuestro paso, ni se inmuta. Amarramos el dinghy en la orilla y caminamos a conocer a este personaje. Según llegamos, vemos al buen hombre limpiando un pescado de gran tamaño, dentón o similar, que acaba de capturar con un rudimentario aparejo y de cebo la cola de un exquisito cangrejo ermitaño. Nos presentamos, Magdalena y Carlos y el responde Michael. Según nos cuenta, es el guarda de este atolón deshabitado, que pertenece a la Comuna de Faaite, que es el atolón próximo.

Le preguntamos si solo vive él  en el atolón y nos dice que suele haber otras dos personas que recogen la copra en temporada.

Ya en conversación, nos ofrece la mitad de la cola de su pescado, que tiene una piel con aspecto de cuero duro. Nos miramos el uno al otro para ver si convenía aceptarlo o no. Pez grande, zona de coral, ¿ciguatera? El nos dice que es un pez que ha pescado en la entrada por el canal, que viene de mar abierto y que con certeza, no tiene problema de ciguatera. Bien limpio, pelado y habiéndole practicado un agujero al extremo, lo colgó en mi dedo.

Michael, ¿usted bebe vino?

Si. Me gusta con la comida. Y sonrió un poco, con cierta complicidad.

Bien, mañana volveremos y le traeremos vino.

Y así terminó nuestra intención de buceo. Con la corriente que vimos se hace impensable zambullirse para disfrutar del entorno.

Mañana, en bajamar, estaremos más listos para meternos al agua. Lo que pudimos ver desde el dinghy, nos dejó buen sabor de boca.

Nuestra Posición en el fondeo de Tahanea es:
Latitud.-         16° 51’750  S
Longitud.-    144° 39’999  W
Millas navegadas en 24 horas.- 124
Millas acumulas: 242
Temperatura del agua: 28,7 a 30,4°
Temperatura del aire: 24,5 a 34,9°
Distancia a destino: 0 Nm