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El PRATI a un solo día del ecuador de la travesía. Mañana tendremos 1.700 millas por la proa y otras tantas por la popa. Decíamos en crónicas anteriores que vamos navegando de forma conservadora, como casi siempre. Con vientos de entre 15 y 20 Kts. seguimos con foque y dos rizos en la mayor, en prevención de los chubascos y las rachas, que si no vas pilotando las 24 horas del día, que es nuestro caso, te puede enganchar la sorpresa y tener problemas. Como la regata en que estamos participando, PRATI versus PRATI, para batir el propio récord de la travesía del Océano Pacífico, no exige tomar riesgos, la tripulación es corta y su edad es provecta, diría Manolito Gafotas, vamos como nos apetece y nos causa menos problemas. Además navegamos en catamarán, embarcación que tiene menos defensa ante las rachas, al no escorar, no libera la fuerza del viento por arriba y eso puede provocar desarbole. Una tripu normal, de esas con gafitas de balandristas, empotradas en la geró, iría con todo el trapo arriba, en repetidas maniobras de izar, arriar, enrollar, desenrollar, nervios, broncas, etc. !Que agobio, hija, que agobio! Bueno, pues eso, que ahora vamos a 150-160 millas día y tan agustito. Tan agustito si no fuera por la putaola de través que no parece, según las previsiones, que vaya a desaparecer en los próximos días. Por eso de ser catamarán, estamos mal acostumbrados. En nuestros doce años navegando nunca se ha mantenido una situación incómoda como ésta tantos días seguidos. Nuestras costumbres son las derivadas de una embarcación que con una mar normal apenas escora ni balancea, por ende nuestros utensilios de cocina y mesa son convencionales, no tan marineros. Hoy el capitán ha tomado su café con leche en una coctelera plástica que nos regalaron en Salvador de Bahía para hacer las caipirinhas. Desde el tercer día de navegación el radar es un vigilante semipensionista. Lo llevamos con vigilancia automática de un minuto cada veinte, con zonas de guardia de un radio de 24 millas y el pobre no se jala una rosca. Llevamos una estela de unos 2.000 km. de longitud y 90 de ancho, sin eco alguno que llevarse a la boca. Otra vez !que soledad, que soledad………! Nuestra Posición a las 16 h UTC del día 25/06/2016: |
Monthly Archives: junio 2016
Navegando a Polinesia desde Ecuador. Día 8°
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Esta pasada noche el cata navegó cómodamente con vientos estabilizados entre 18 y 20 Kts. entrando por la aleta de babor, aunque la ola seguía siendo la misma, muy alta y molesta. Navegación incómoda a la que ya nos vamos acostumbrando. Al amanecer y haciendo repaso en común de la navegación nocturna, nos felicitamos por considerarla buena, realmente no es así, porque olas de más de 4 m. no hacen una navegación buena, pero con las salidas de rumbo del piloto de ayer y la incertidumbre que se plantea de cara a futuro, veníamos un poco acojonadillos. Por separado los dos pensamos las mismas cosas pero pusimos cara de póquer y ni las comentamos. Cuando el barco va subiendo una de esas olas, de frente no escarpado, pero casi y llega a la cresta, te planteas que va a pasar en la bajada. Si el barco se atravesará demasiado, si el autopiloto será capaz de controlar, si toma demasiada velocidad, pincha una proa en la ola siguiente, pierde estabilidad y pasa por ojo, es decir, se da la vuelta. Ahí se abren las incógnitas de qué ocurriría a partir de ese momento, en el medio del océano Pacífico, sin posibilidad material de rescate alguno y si tienes suerte inicialmente, con la balsa salvavidas, todavía lo ves más negro. Decía un navegante conocido que la balsa es un artilugio que sirve para que una familia, de forma romántica, todos unidos, se vaya muriendo lentamente. Eso no es así, hay datos constatados de náufragos sobre balsas salvavidas que han superado los 180 días y fueron rescatados. Cuando se piensa fríamente, ni las circunstancias meteorológicas, ni el estado real del mar, ni la condición normal de un velero, hacen que esa situación sea posible. Es el miedo, la noche, la soledad de la guardia, lo que hace desvariar a nuestras mentes y encogerse a nuestros estómagos. La frecuencia de ola que marca el pronóstico meteorológico es de entre 16 y 20 segundos, la realidad es bien distinta. Cada 5 ó 6 segundos te aparece otra ola con ángulo distinto y luego otra y otra. Esto sucede entre las olas altas que si son las que marcan los pronósticos. Esa idea que tenemos de una ola suave que viene cada tantos segundos es un poco quimérica, la realidad es que entre ola y ola el mar se presenta confuso, hay otras olas cruzadas, más pequeñas que enturbian ese cuadro idílico de las olas todas en la misma dirección y en armonía. Al menos el mar que estamos teniendo estos días. Estamos pasando ahora por un par de fenómenos que nos llevan de 28 a 8 Kts., alternándose lluvia, sol, vientos rancheados, chubascos, calma casi chicha, todo eso en pocos minutos. Cosa similar ocurre cuando estás cruzando el Atlántico y te entra un chubasco fuerte bajo el que tienes todas estas condiciones juntas, pero hay una condición que no se cumple aquí, cuando pasa el chubasco, con fuerte cantidad de lluvia, el mar queda plano y aquí el mar sigue dando lata y la ola está tan alta como antes del chubasco. Volvemos a la previsión meteorológica que para hoy y mañana daba vientos de entre 18 y 20 Kts. continuos y constantes, está claro que no se cumple. Aunque la Zona de Convergencia Intertropical (ITCZ) no afecta directamente a este área, nos hacemos la pregunta de si no tendrá algo que ver en estos casos. Las formaciones nubosas son densas y nos recuerdan las que vivimos por Cabo Verde. Ante estas circunstancias de inestabilidad, seguimos navegando con foque y dos rizos en mayor. Despacito y buena letra. Nuestra Posición a las 16 h UTC del día 24/06/2016: |
Navegando a Polinesia desde Ecuador. Día 7°
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Ayer comentábamos acerca del área de mal tiempo que estamos atravesando. Hoy confirmamos que efectivamente continúa la misma condición y quizá mañana también. Tenemos un viento fresco que en algunos momentos se dispara y alcanza los 26-28 Kts. El viento no está mal, pero si el mar. Continuamos con ola de más de 4 m. y desde ayer vamos navegando con trapo corto, foque y dos rizos en mayor, que es la condición que hemos observado más adecuada. El barco así va bien pero alguna vez pierde el piloto automático y hay que agarrarse a la rueda para estabilizarlo. La vida a bordo se hace más cautelosa, reduciendo nuestros movimientos al mínimo necesario. Cocinar se hace complicado y simplificamos. Aún no hemos llegado, ni pensamos llegar, a la situación que vivió nuestro amigo chileno Luis Canovas, del SURAZO, que cuenta que dentro de un temporal en el Océano Índico de 10 días de duración, él y su tripulante solo comían una cebolla, una patata y un huevo cocidos al día. El tripulante, fortachón él, estuvo al borde del motín. La previsión meteorológica en la zona del archipiélago de Gambier, en las fechas previstas para nuestro arribo, es peor que la actual. Estamos en una posición casi equidistante entre Gambier, al SE de Tahití y Marquesas, al NE. Nos está entrando la duda de si continuar con el objetivo inicial o pegar un golpe de timón y arrumbar hacia latitudes más altas en busca de la ruta de la mantequilla. Tenemos aún tres o cuatro días para decidirlo. Nuestra Posición a las 16 h UTC del día 23/06/2016: |
Navegando a Polinesia desde Ecuador, día 6°
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Hoy no hay crónica. Mal tiempo. Ola de 4 m. y más. Mañana probablemente siga el mal tiempo. Nuestra Posición a las 16 h UTC del día 22/06/2016: |
Navegando a Polinesia desde Ecuador, día 5°
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La pasada noche ha estado movidita, dirección de viento e intensidad han ido cambiando continuamente, manteniéndonos bien despiertos. Roles importantes de 30-40° y no muy relacionados con la previsión meteorológica. El viento no ha pasado de F-5, es decir, buenos vientos, sobre todo si se hubieran mantenido constantes al menos media hora. No así la mar que tanto el día del zarpe como anoche, estuvo bien movida. Las olas grandes, tres, cuatro metros y como siempre castigándonos el flanco de babor por el través, lo que incomoda el confort a bordo. Ayer contactó con nosotros, vía Iridium, el CAP A CAP, nuestro vecino de Puerto Lucía que está haciendo la misma travesía con una semana de ventaja, nos comentó que están en una encalmada total y nos pidió el meteo. Para mañana vuelven a tener viento. No nos importaría encontrarnos en esta travesía con algún día de calma, no muchos claro. Algún día tranquilo tanto al barco como a su tripulación le sientan bien, se pueden arrancar motores y máquinas para su mantenimiento, e incluso, lavar ropa. Veintitantos días de travesía son muchos días seguidos si no hay alguna tregua. Estos días en los muchos ratos de ocio que hay a bordo, vamos escuchando las grabaciones del CD que en su día nos regaló Pilar Ramón. Se trata de Pasajes de la Historia, todos relevantes y dispares, como "La batalla de Guadalete, María Pita, Tiberio Claudio, La armada Invencible" y un largo etc. narrados todos por Juan Antonio Cebrian. Ella nos los dio pensando en esos momentos en que no apetece ni leer y ahora están siendo útiles. Respecto al comentario de Jesús en la Web sobre artillar el PRATI, nos pondremos en contacto con NAVANTIA para que hagan el estudio, aunque casi sería mejor hacerlo con una compañía inglesa que en temas de Armada Naval siempre han estado muy finos. Bueno, ya veremos. La soledad, efectivamente, como ya comentamos es absoluta, aunque ahora con los medios de comunicación de que disponemos, BLU, IRIDIUM, INMARSAT, estamos bastante al tanto de los sucesos importantes que acontecen por tierraseca. Nuestra Posición a las 16 h UTC del día 21/06/2016: |