Estamos en Bahia de Caráquez

La última noche de navegación en esta travesía, fue de las de recordar. Como era previsible, el viento cayó a cero y plo, plo, plo, a motorear. Tenemos Bahía de Caráquez a 120 millas. Manta, a menos de 100, este es el puerto atunero, dicen, mayor del mundo. Suponemos que además de pesca de atún haya flota local artesanal y de bajura, con lo que llevamos las pilas puestas para pasar la noche en guardia especial. A favor el mar como un plato y la temperatura ecuatorial, por la noche 26°C.

Sin empezar siquiera a cenar, las primeras luces estroboscópicas aparecen por ambas amuras y por la proa luces de todo tipo. Se hace difícil interpretar esta verbena. Sabes dónde empiezan las luces pero es difícil conocer su punto final. Centras la atención, te desojas, llamas por VHF y nadie contesta. De repente ves un barco dando luces intensas, cambias rumbo, sigue dando luces, cambias un poco más y cuando has cambiado ya 40° y vas bien lejos, cesan de iluminarte, con lo que entiendes que te has y se han librado. Yendo a motor, resulta fácil, otro cantar sería yendo a  vela.

Cuando crees que ya controlas el sistema, aparecen otras indicaciones, algunas contradictorias a nuestro entender y otras veces porque coinciden varios barcos, con sus respectivas artes y no encuentras resquicio para pasar. Esta noche ha pasado varias veces. En un par de ocasiones, parar motores, quedar al pairo y tardar un montón de tiempo para tomar decisión. Amanecido ya, quedamos delante de un palangre, a escasos 50 m. No se veían los extremos, con los prismáticos vimos que una lancha fueraborda se acercaba desde lejos por estribor. A los gritos del capitán, que se quedó afónico, se pusieron delante de su palangre, cortaron cabo guía y nos dieron paso. Se acercaron a nuestro costado e intentamos charlar.

  • hay muchos palangres por esta zona?
  • Ah, ah
  • Qué si hay muchos como éste?
  • Uh, uh, pa costa, no más, siempre hacia afuera.

Ya estamos en el través del Cabo San Lorenzo y tenemos rumbo directo a Bahía de Caráquez.

Imaginamos que al ser aguas muy costeras no habrá más problemas.

Esta noche hemos hecho guardias compartidas, sueños cortos de minutos y el embotamiento y el cansancio se nos han echado encima.

A las cinco en punto de la tarde llegamos al fondeo de espera en el exterior del río Chone. Nos habían dicho que fondeáramos aquí para entrar con la pleamar de la mañana. El fondeo es impracticable. Hay una sonda de 2 a 4 m. sin ningún tipo de resguardo, mar abierto. Metemos unos pantocazos de cuidado. Aquí no se puede fondear. Llamamos a la Marina, Puerto Amistad y nos dicen que no se puede entrar por la noche, que es peligroso. La pleamar es a las 21,22 h. Hay una barra cerrada, de caerte patrás.

Insistimos que nos den una solución y que llamen al práctico para que nos de la entrada nocturna. Después de un rato, nos contestan diciendo que ok. para las 19,30 h. Nos quedan dos horas y media para dar vueltas y más vueltas esperando. A las 18,30 se hace de noche. Otra vez confusión, vuelta pacá, vuelta pallá, saltos y botes cada vez que llegan las tres Marías.

Hacia tierra comienza la tormenta con aparato eléctrico y empieza la lluvia. Hace tres meses que no la veíamos.

El práctico aparece a más de las 8, dando destellos desde lejos en una lanchita con fuera borda. Pega un brinco y ya está en cubierta. Se me pone delante y braceando, me dice, sígame capitán. Entramos en la zona de barra y empiezan las embaladas. Pasadas las crestas de ola, el barco se atraviesa, hay que meter potencia y contratimón. La sonda mínima ha sido 3 metros, con independencia de la situación de ola encrespada por la popa, no ha habido sensación de incertidumbre ni posibilidad de tocar fondo.

En unos minutos estamos en la entrada de la ría, con sonda profunda y a una milla, antes de llegar al puente, el fondeo de la Marina.

Echamos ancla, el práctico muy operativo, ayuda en todo y en ná, a respirar. Estamos mojados, más bien empapados y fondeados.

El práctico confiesa que es la segunda vez que mete un barco por la noche.

Cenamos, con una copita de champán para celebrarlo y a descansar, que falta nos hace.

Haremos un resumen de travesía más adelante.

Posición :
Latitud       00º 36,367’
Longitud    80º 25,313’