Los espléndidos días de la semana pasada no duraron. Fueron algo excepcional y como tal los celebramos. Ayer llegó la lluvia, toda la noche ha caído incesante y la previsión es que todo el día sigamos confinados. Para celebrarlo comeremos fabada, con las últimas fabas que nos quedaban de las que nos proporcionó mi hermana Loli y un poco del embutido de Buenos Aires, el que nos regaló Alfonso, del Establo, un asturiano de pro que lo elabora como es costumbre en Asturias. El cata huele de maravilla al humo del compango.

Carlos, para no desperdiciar el día, ha pescado con la nasa de las centollas, media docena de jaibas (en España buy de mar) y algún que otro peixe. Con las jaibas, prepararemos otro buen chupe.

                             Fotos de las capturas

La receta del chupe nos la dio Gladys, en Puerto Aguirre. También nos regaló la jaiba para hacerlo. Es una receta que nos ha gustado y que quedó muy aparente.

Receta del chupe de jaiba

Hay que pochar muy bien una cebolla, añadirle un pizco de pimentón, un poco de mantequilla y miga de pan, previamente remojada en leche (entera). Después la carne de la jaiba cocida y leche de la del remojo del pan. Con ello se hace una cosa parecida a la bechamel. Sal, nuez moscada y por último se añade queso para gratinar al horno.

Las proporciones, yo me las inventé, puse una cebolla y más o menos el doble de carne de jaiba que de miga de pan y me quedó estupendo. Está claro que es un tema intuitivo para los cocinitas. En cuanto al queso, ella me dijo que parmesano, yo tenía mozzarella y nos encantó el punto que le dio. Lo comimos una parte recién hecha, muy caliente y el resto al día siguiente, de nevera, que también estaba estupendo.

En los restaurantes lo hay de jaiba, de centolla y de cualquier otro marisco.

Hoy es el cumpleaños de nuestra sobrina Laura, la hemos felicitado por teléfono y estaba muy contenta con un libro que su madre le había regalado, hecho por ella, con las recetas de cocina de la casa. Yo quedé en añadir ésta para darle un toque exótico. ¡Feliz cumpleaños, Laura!

Ayer, domingo tarde, dimos una vueltecilla por el pueblo, Puyuhuapi. Efectivamente es guapi. Muy cuidado, muy limpio, con parques y jardines y una cantidad de hostales de llamar la atención. De cada dos casas, una es hostal.

Aquí un ingeniero textil alemán, por los años treinta, montó una fábrica de alfombras que actualmente, de forma artesanal, se dedica solo a la exportación a Europa. Ademas de esta fábrica hay una pequeña elaboración de cerveza artesanal, una planta embotelladora de agua mineral, montones de piscifactorías de salmón y turismo a esgalla. Sus atractivos turísticos son, un parque nacional, el ventisquero, termas naturales y ayer vimos un montón de mochileros, como viene siendo habitual en lo que llevamos recorrido de Chile. Poca gente por las calles por ser tarde de domingo y los restaurantes y cozinerias cerrados.

En función de la meteo, decidiremos quedarnos más o menos días y hacer las excursiones turísticas que corresponda.