Glaciar los Témpanos

Puerto Edén

Posición en Puerto Edén

Latitud.- 49º 07´681 S

Longitud.- 74º 24´771 W

Arribamos a Puerto Edén en un día nublado y ventoso. Hay una boya que la Capitanía de Puerto deja utilizar a los yates y habíamos pensado amarrarnos a ella. Cuando la vimos, cambiamos de idea. Una boya gigante y situada en un lugar poco protegido no es lo más idóneo para el catamarán, así que nos acercamos más al pueblo y largamos ancla en el medio de la bahía.

El desembarco, en un pequeño muelle fiscal en el que nos había incluso ofrecido atraque, y a caminar. El pueblo no tiene calles convencionales. Solo una pasarela de madera, que va siguiendo la orografía de la costa y a la que acceden todas las construcciones. Se extiende por unos 2 Km. y sube y baja con escalones intercalados para adaptarse a las necesidades de cada lugar. Nos encantó el sitio al primer golpe de vista.

Para visitar la capitanía tuvimos que embarcarnos de nuevo en el dinghy, porque queda al lado contrario de otra pequeña rada. Tienen un edificio estupendo y el oficial de guardia nos atendió encantado de tener con quien charlar un rato. Realmente no había que hacer ningún papeleo ya que habíamos despachado hasta Puerto Montt, pero buscábamos información independiente para comprar el combustible y demás.

Con esa información nos encaminamos a la casa de D. José Navero, una institución en Puerto Edén. Él y su mujer, Nelda, tienen una fonda, dan comidas, proporcionan combustible, lavado de ropa, duchas, lo que haga falta, pero sobre todo son acogedores y su salón comedor es el punto de encuentro.

Allí coincidimos con 4 personas que habían venido a montar una antena de comunicaciones para el nuevo edificio de carabineros e inmediatamente tuvimos tertulia asegurada.

Los dos días que hemos estado en Puerto Edén hemos ido a comer y cenar allí y nos hemos ido informando de la historia del lugar:

Puerto Edén, surgió como “asentamiento humano” en el año 1.968, antes solo había asentamientos de pueblos nómadas que habitaban las tierras comprendidas entre el Golfo de Penas y la zona de Puerto Natales, los kawuskas. Don José era el capitán de Puerto y a la vez algo así como el alcalde pedaneo. Consiguió que el gobierno les reconociera como entidad local, lucharon para erradicar la sarna y la tuberculosis, que según parece eran endémicas, construyeron la pasarela, algunos embarcaderos y se esforzó para conseguir una mejor calidad de vida para la población. Después, según él, por viejo, feo y pelao (calvo), lo echaron porque necesitaban dar dinamismo al lugar. Él para nada se quedó quieto. A buena parte. Montó una empresa que llegó a suministrar marisco fresco, concretamente erizos, a Japón. Ahora está embarcado en una procesadora para envasar marisco y en comercializar jaibas (algo parecido a nuestros centollos) que se extraen en grandes cantidades cerca de Valparaíso, en unas islas en las que ya tiene una propiedad destinada a este fin. Tiene una energía envidiable a sus setenta y cuatro años y Nelda es como una madre para todos los que vamos a parar allá.

Por consejo de ellos fuimos a visitar a Héctor, el responsable de CONAF, el organismo que cuida de la naturaleza y en esta zona especialmente del parque Nacional. El nos acogió en su casa, nos prestó su ordenador, nos dio conversación y gracias a él y a cuatro horas exactas de paciencia, pudimos enviar las fotos que Toni ha colocado en la Web. Han quedado para otra ocasión todas las de los últimos glaciares. Esperemos a una conexión más rápida en Chiloé o donde sea. El Wifi que anunciaba el derrotero no está funcionando porque es de la escuela y ahora están de vacaciones.

Ayer enviamos también una foto de Puerto Edén de las muchas que Héctor, que es un gran aficionado a la fotografía, tiene almacenadas. Tiene incluso una como fondo de pantalla, del pueblo nevado con la luz eléctrica reflejada en la nieve, que es una maravilla, pero como no es la circunstancia que nosotros hemos visto, no hemos querido confundir enviando esa foto.

En Puerto Edén el suministro eléctrico funciona por la mañana hasta las 13 horas y por la tarde de 17 a 23 horas, gracias a un generador. Nadie paga por el suministro y así tampoco se puede protestar por el horario. Las tertulias de esta manera tienen hora de finalización. Bueno, es un decir, ayer Héctor, a modo de despedida nos invitó en su casa a unos pisco-sawers con hielo del glaciar. Estábamos animados y estupendamente cuando sobrevino el apagón. Él, muy organizado, ya tenía preparadas una pequeñas linternas, a modo de luz ambiente y seguimos bebiendo y charlando sin problema. Esta mañana no hemos madrugado, no nos lo permitía nuestra resaca.

Antes de ir a casa de Héctor, ya habíamos tomado vino con la cena y nos habíamos despedido, con todo cariño, de Nelda, D. José y sus huéspedes actuales.

Incluso tienen un libro en el que los navegantes vamos dejando dedicatoria y recuerdo. Lo estuvimos revisando y nos encontramos con la dedicatoria de Suso Leiro, que pasó por aquí con su FINESSE en el año 2.005. Aprovechamos para enviarle nuestros saludos.

En Puerto Edén nos hemos abastecido de combustible y hemos comprado algo de fruta. Verdura solo había calabazas y zanahorias. Fuimos a dos diferentes supermercados, que realmente son pequeñas tiendas, con muy pocos suministros que reciben una vez por semana cuando llega el ferry de Puerto Montt. Este ferry, para el que hicieron un terminal flamante, según parece es más grande de lo calculado y no puede acercarse a la rampa del terminal, así que fondea y hay que descargarlo todo a las lanchas. Para completar la comodidad del proceso, llega de noche.

Lo que no falta en las tiendas es alcohol.

Nelda nos ha preparado tres panes, tipo pan de molde y nos ha dado unas acelgas que ella misma cultiva, perejil, cilantro y cebollino. Lo hemos traído a bordo como un pequeño tesoro.

Si hubiéramos estado nosotros solos, en Puerto Edén hubiéramos hecho una larga recalada. Pero al estar condicionados por fechas de los sirocos, hacemos las paradas más cortas.

Navegamos, de nuevo, contra viento y marea durillos. Pasamos la Angostura Inglesa con corriente en contra de hasta 3 kts. los derroteros hablan de que pueden llegar a 6-8 kts. Se trata de momentos con mareas vivas y vientos muy fuertes durante varios días. Pantocazo tras pantocazo recorrimos las primeras 32 millas hasta adentrarnos en el Seno Iceberg donde al fondo, a unas 13 millas, está el glaciar Los Témpanos. Hemos fondeado en una bahía tranquila, con una sonda de 12 m sobre fondo de arena, al pie de una gran cascada y a una milla de distancia de la pared de hielo.

Para hoy, domingo, la previsión era de lluvia las 24 h. y sin embargo esta mañana estamos entre sol, nubes y algún chaparrón.

Hemos venido aquí por recomendación de Héctor Galaz para visitar el asentamiento que tiene CONAF en este parque natural. Aquí vive una pareja en una edificación con vista frontal al glaciar. Esta tarde hemos quedado en visitarles.

Nuestra Posición en Glaciar los Témpanos:

Latitud.- 48º 42´277 S

Longitud.- 73º 59´226 W