Ojo por ojo………., Paraty, Frade

El miércoles, 18 de abril, dejamos el tranquilo fondeo de la praia do Dentista para ir a Angra a papelear un poco.

Hicimos acto de presencia en la Capitanía dos Portos, para documentar nuestra estadía en esta zona. Después, aprovechando el viaje, nos pasamos a preguntar por los requisitos que se precisan para renovar la estancia inicial de tres meses en Brasil, a otros tres más y sobre todo si se podía tramitar en Angra.

Los tiempos han cambiado, desde la vez anterior en que vinimos a Brasil navegando, todo es más complicado y ahora rige el famoso principio de reciprocidad, lo que nosotros llamaríamos la Ley del Talíón, Ojo, por ojo…..

Lo que nos ha costado el famoso dicho:

  • 3 días de estancia del PRATI en una marina
  • Viaje en autobús, recorrido de 149 Km. X 2, con una duración de casi 4 horas cada uno.
  • 2 días de estancia de los Pratis en un hotel.
  • Idas y venidas a un cartorio, lo más similar a una notaría nuestra, para legitimar todo tipo de copias de documentos.
  • Cabreos a montón.
  • Tensión nerviosa, incertidumbre, preocupación y disgustos
  • Tener que pedir a un amiguete de Ilhabelha que viniera a colaborar en el asunto.
  • Recabar informes urgentes de nuestro banco en España
  • Poner velas a Santa Gema, que siempre se oyó que era muy milagrosa….

No vamos a extendernos más sobre este asunto por una elemental prudencia. Si alguien está particularmente interesado en los detalles, especialmente los navegantes, que nos lo diga y se lo contaremos vía email, fuera de esta Web.

 

 

 

Entre la visita a Angra y la consecución del permiso, que ya tenemos, visitamos la zona de Paraty.

Hay un lugar muy curioso, que las guías llaman el fiordo brasilero: Saco de Mamanguá. Es una entrada de mar, tipo fiordo, de unas 5 millas de fondo, con montañas bastante altas y particularmente un pico llamado Pao de Azucar, que efectivamente se parece, aún siendo más pequeño, al de Río de Janeiro.

 

 

Posición en el Saco de Mamanguá:
Latitud: 23º 14´476 S
Longitud: 44º 35´987 W

Desde aquí hemos recorrido varias islas, playas y lugares emblemáticos con buenos resguardos. Hemos seguido las rutinas de pesca, baños, salidas a chiringuitos y todo resulta similar a lo anterior. En general, después de mes y pico por esta zona, la conclusión a la que estamos llegando es que todo es bien lindo, hablamos del paisaje, pero a su vez se hace un poco aburrido por la ausencia de vida nocturna y de otros veleros en la misma situación, con los que compartir charlas, fiesterillas y demás. Abundan los yates a motor, que siempre abandonan los fondeos antes del atardecer y pequeños veleros, casi todos del país, que no tienen nuestras costumbres.

 

Lo del paisaje, bien lindo, pero una vez que va transcurriendo el tiempo y vas viendo más y más de lo mismo, resulta como sacar en todas las asignaturas un 9 o un 10, al final como que no tiene tanto mérito.

 

Mención especial, el centro histórico de Paraty. Hablamos ahora de una ciudad pequeñita, todos sus edificios bajos, altura máxima permitida 8 metros, calles de piedra de la época colonial portuguesa. Calles por las que resulta difícil caminar por lo irregular de los tamaños, las inclinaciones y los huecos que hay entre las piedras. Al ser Patrimonio de la humanidad por la UNESCO, no se puede alterar nada. Y así nos ves a todos los turistas que en lugar de mirar para las bonitas fachadas, bien cuidadas, con puertas y ventanas de vistosos colorines, en su mayoría ocupadas por tiendas de artesanía, cafés, bares o restaurantes, llevamos los ojos clavados en el suelo para no rompernos la crisma. El nivel de este Centro Histórico, es el del mar. En las mareas grandes, el agua entra por algunas calles y cambia totalmente el aspecto de la ciudad.

 

 

 

Paraty es un lugar mágico donde viven músicos, artistas, escritores, bohemios y donde se desarrollan importantes certámenes, congresos y exposiciones, algunos de carácter internacional. Es un centro turístico del máximo interés y las escunas se cuentan por docenas en el pantalán principal de la ciudad. Hemos ido varias veces y nos ha gustado mucho.

   

 

Por mediación de nuestros amigos Koziuras del BEGONIA, el cata que cruzó desde Azores con nosotros a Baiona y con los que tan buenos momentos compartimos, hemos venido a conocer en Frade a Sandra y Pablo, amigos de ellos.
Nos han recibido por todo lo alto con un asadito argentino y rodeados de sus amigos, Gaby, Gardelón, Conce, Oswaldo y Manolo, el único español del grupo, todos los demás son argentinos que residen en Brasil y navegantes de solera.
 

 

 

Estamos en la casa de vacaciones de Pablo que, como las de Ampuria Brava en Gerona, tiene un canal delante de su jardín con atraques. Aquí está el PRATI, amarrado en la

posición:
Latitud: 22º 58´109 S
Longitud: 44º 26´270 W

 

Vistas desde el Disi Yacht Club, como llamamos al atraque de nuestro amigo Pablo Disi

Estos días tenemos cicerones y estamos teniendo una distinta visión de la zona. Hemos salido a navegar con el PRATI y con el PRINCESA, el barco de Pablo, hemos compartido buenos ratos, pizzas, muchas tertulias y aún tendremos ocasión de seguir disfrutando de esta nueva relación. El PRATI va a quedar aquí unos días mientras nosotros hacemos una pequeña excursión a Ilhabelha la próxima semana y la siguiente, si no hay cambios en el programa, a Salvador de Bahía, a despedir a nuestro amigo Sergio que vuelve a casa.