3 de marzo.- de Vitoria a Bahia da Ilha Grande, con escala en Río de Janeiro.

La estancia en Vitoria ha sido más fú que fá. En el fondeo, cada día amanecía tranquilo y calmo, para inmediatamente después dar paso al viento que aumentaba todo el día e iba haciendo que las olas se formaran y que los embarques y recorridos en dinghy fueran siempre un poco salpicados, además de incomoda la vida a bordo. Si al viento le sumamos los cien recorridos que hacían los prácticos, cada día, a toda leche como en ellos es habitual, pegados a nuestro costado, está claro que no era un fondeo idílico.

 

05 panoramica de Vitoria desde el fondeo

 

Panorámica de Vitoria desde el fondeo

Hacemos aquí una queja a nivel mundial del comportamiento de esos “señores” que desprecian olímpicamente al resto de la ciudadanía nautica. Los hemos sufrido en todas partes, van a toda pastilla, tanto a la ida como a la vuelta. Les importa un pimiento el shock que provocan en los barcos fondeados o atracados en su área de influencia. Montan una ola que en algunas ocasiones nos han tirado cosas dentro del barco. Lo que no consigue un temporal, lo consiguen estos tipos.

En el Iate Clube, avisaron a la policía de nuestra llegada y amablemente vinieron a hacernos la entrada en el país, para que no saliéramos a tierra antes de tener el visado en el pasaporte. (shiiiiiiiiii……… Se nos olvidó comentarles que la noche anterior ya habíamos tomado unas cuantas cervezas y algunas caipirinhas, en la zona aledaña, acompañados de los Peregrinas).

Los mismos policías nos dijeron que solo debíamos acercarnos, sin prisa, a la Capitanía de los Portos, con unos documentos que nos facilitaron en el Iate Club y que todo estaba resuelto.

Así que a la mañana siguiente, bien temprano, nos dirigimos a la susodicha Capitanía. Para hacer corto el relato, durante 8 horas, hicimos 6 recorridos en taxi, conocimos los distintos estamentos oficiales, fuimos y volvimos varias veces al mismo lugar, fuimos fotocopiados hasta la saciedad, en algunos sitios hubo conclaves y reuniones para decidir lo que había que hacer, todo el mundo quería quedarse con nuestros papeles, para que acabaran diciéndonos que tres días después teníamos que volver a la Alfandega (Hacienda) a ver si estaba todo correcto. Solo habíamos presentado el expediente y alguien tenía que estudiarlo para dar su aprobación. Taba yo ahí……..van a esperar sentaos.

Volvimos desconsolados, cabreados y decididos a no hacer otro papel hasta que vayamos a salir del país. Todo el mundo fue muy amable, pero nadie sabía lo que había que hacer. Nos quedó claro que este no es un puerto habitual de entrada y que andaban todos perdidos. Como además le tienen cariño a los papeles y rápidos, lo que se dice rápidos, no lo son, pues ya está todo dicho: un coñazo.

El fondeo ha presentado otro problema: una fuerte contaminación. Por las mañanas, con la manguera de agua salada, limpiamos la cubierta que en poco rato vuelve a aparecer gris y asquerosilla por la mezcla de sal y polvo gris. Hay un enorme complejo fabril a barlovento muy contaminante que nos ha tocado de pleno.

04 Charly de nuevo en el palo

 04 Charly de nuevo en el palo (1) 

Se hace un nuevo apaño a la driza de mayor que había vuelto a soltar la camisa, Para ello otra vez subir a ese movimentado palo que da ganas de llorar. Aunque le gritamos a los prácticos antes de que nos pegasen la pasada, a toda velocidad, unos hacían caso y otros no y las costillas del capi se golpearon de lo lindo contra el mástil. Es la enésima vez que dice que no vuelve a subir al palo, que tiene la friolera de 24 metros de altura, También pegamos unos parches sobre la rotura del foque y, trasvasamos unas cuantas garrafas de gasoleo a los tanques, ya que la ubicación del puesto de carburante, del Iate Club, no es cómoda ni segura. Así nos garantizamos poder llegar a destino si el viento se pusiera en huelga y decidimos que ya estuvo bien de Vitoria.

Con todas estas maravillas que hemos comentado, cada día por dejar el dinghy en el Iate Club, nos cobraron el equivalente a 18 €. En este precio está incluido el uso de las instalaciones del Club y salir por su puerta. Nosotros que no las usamos, también pagamos los 18.

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Foto dedicada a los Panautas, por sus amigos los macetas

1 de marzo, a las 10 y media de la mañana, después de un rato de charla con Cristina y Javier, que han pensado hacer lo mismo que nosotros, levamos ancla y nos dirigimos al Sur.

Navegación buena, con vientos portantes y la voluntad de salir lo más lejos posible de la costa para evitar las zonas de plataformas petrolíferas y los posibles pescadores locales.

 

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Otro atardecer

El viento que se mantiene ENE – NE de F-4-5, no nos deja alejarnos lo suficiente y aparecemos, por la noche, en el medio de la mayor zona de plataformas de la costa brasilera. Dicen que hay más de 100, parece que se navegue por el infierno. Todo lleno de luces y quemadores de gas en lo alto de cada chimenea. El capi tiene una guardia de las de hacer época. Sorteando plataformas y la multitud de barcos que las acompañan. Incluso después del cambio de guardia, sigue de guardia. Es demasiado lo que hay alrededor.

En un momento concreto, en la pantalla del radar, en un radio de 12 millas, aparecen 30 ecos de AIS. Es decir plataformas fijas, barcos con equipo de prospección, extracción o lo que sea y barcos satélites de apoyo a todo este sistema. En ese momento el viento es F-5-6, vamos arreados y cualquier maniobra puede ser delicada. Hay que anticiparse mucho y así y todo pasamos a 0,3 Nm. de alguna plataforma.

 

07 en pantalla, carrera de obstaculos

Carrera de obstáculos en en pantalla del radar

Superadas las dichosas plataformas, el viento y el mar suben de fuerza y empezamos a ir como volando, con un rizo en la mayor y solo un poco de génova. Los 10-11 nudos de media de velocidad, se convierten en normales y los rociones también. Toda la contaminación de Vitoria, se la lleva el mar que además nos bazuquea de lo lindo. Hacemos un bordo, a unas setenta millas del Cabo Santo Tomé, para arrumbar al WSW dirigiéndonos al S de Cabo Frío, sin acercarnos a la costa para mantenernos alejados de la zona de plataformas.

08 track Sto. Tome, Cabo Frio, Rio

 

Track Santo Tomé a Cabo Frio

En el bordo siguiente, hacia el W, seguimos navegando de aleta, si nos ponemos de través, como sería lo ideal para arrumbar a Río de Janeiro, nuestro destino, volaríamos y tendríamos unos golpes de mar que serían bien duros. Así y todo, la navegación resulta desagradable, las olas son importantes y de vez en cuando el barco parece perder el control haciendo surfing sobre ellas. Otras pasan desde el través a la bañera, dejándola anegada y de vez en cuando por la proa se ven tales montañas de agua, que parece que no van a dejarnos pasar. Sin embargo el barco sigue su recorrido, a toda velocidad y a medida que pasan las horas, vuelve la estabilidad, el viento baja y el mar también. Estuvimos 7-8 horas entre F-5-7.

 

Navegando entre plataformas petrolíferas

Habíamos salido de Vitoria en la idea de ir directos a Angra y Parati (Bahia da Ilha Grande), pero en la Rueda apareció Maribel del Cibeles y nos dijo que era una pena no entrar por Río. Que ella lo recordaba como uno de los lugares mágicos para entrar con el velero. Alejandro lo corroboró y como a nosotros Río nos encanta, pensamos enseguida que tenían razón y que bien merecía una escala.

Así que ahora, a las 2 de la mañana, hora local, después de recorrer 341 millas en 39 horas y con 26 millas para llegar a la entrada de la Bahía de Guanabara, cuando el viento se despidió definitivamente, como es habitual en esta zona, nos estamos encaminando, despacito a motor, para que amanezca antes de la llegada y que podamos realmente disfrutar de las vistas.

Hemos batido record, haciendo 224 millas en un día, a pesar del rizo de mayor y del génova reducido. En condiciones normales hubiéramos navegado con el foque, pero el capi no se fía de los apaños hechos y no lo hemos usado. El génova rizado ha funcionado perfectamente.

Con la bahía de Guanabara a la vista, aparece un viento de 6 kts. y génova fuera. Así, muy despacio, sin el ruido del motor, vamos entrando en Río de Janeiro. Pasamos junto al Pao de Azucar y nos instalamos en una boya cerca del Iate Club, en la ensenada de Botafogo.

 

Aproaching a Rio de Janeiro

Nuestra Posición en la boya a las 10 hora local
Latitud: 22º 56´749 S
Longitud: 43º 10´274 W
Temperatura del aire: 33,4º
Temperatura del agua 23º
Millas navegadas en las últimas 46 h: 374 Nm (a rumbo directo hubieran sido 290)
Millas navegadas desde Melilla: 17.474
Distancia a aquí mismo, no coraçao dos cariocas, Brasil: cero.

 

10 Charly ante el Pan de Azucar

 

Saludo de Charly, ante el Pan de Azucar