4 de febrero.- 7º día de navegación

Y al séptimo día descansó. Si, si, si, ……. ¡Por los cojones!, como diría Guillermo del AURIN.

A la vista de la previsión meteorológica y de lo que vamos llevando encima, el sábado toca baile, que durará hasta altas horas e incluso la mañana del domingo. Esta pasada noche hemos tenido bastante viento, hasta 26 kts. y más mar que viento.

Hemos descubierto por enésima vez que las orzas sirven para algo, además de para restar visibilidad desde el interior, las hemos bajado 1/3 según dicen las instrucciones. Varias veces nos ha ocurrido por otros motivos, por ejemplo abatimiento, estabilidad y confort, que bajando las orzas casi todo mejora.

Estos días íbamos navegando, como tenemos por costumbre, con las orzas arriba y esto equivale a lo que en un coche sería ir en directa por carretera de curvas cerradas, que aunque vayas despacio el coche va suelto y despepitado. Esto es lo que nos pasaba los últimos días, unas guiñadas del carajo y el piloto automático haciendo horas extras y algunas veces sin fuerzas para terminar la faena. De momento desde esta mañana, el confort y la seguridad en el PRATI han mejorado de manera importante. Vamos navegando con 20 kts. y mar formada y el barco apenas se mueve. ¡Aleluya!. Hay otra reflexión que vamos a apuntar y que dejamos en estudio: buena parte de los problemas que teníamos con el piloto automático pueden venir de este uso incorrecto de las orzas.

Durante 24 horas estaremos metidos en una zona de vientos de entre 25-30 kts. para amainar un poquito mañana a la tarde, volver a los 20 y los días siguientes a 15-20 kts.

Otra reflexión acerca del Catana. El libro de características del barco, habla de la ventaja fundamental de este catamarán, con orzas escamoteables, que si se ponen en la posición elevada, permiten que el barco, en olas de través, de gran pendiente, se deslice cayendo hasta el seno y pueda evitar el vuelco. Esa sensación de resbalar o deslizarse se trasmite directamente a los nervios del estómago, a los que les entra una especie de hormiguillo e inseguridad, cuando esto está ocurriendo y así hemos vivido nosotros este último día. Afortunadamente puede que ahora estemos en el buen camino. Fuera nervios y a seguir navegando.

Diremos en nuestro descargo, que como se nos rompió una orza en el viaje de pruebas, a Melilla, con una condición de mar y viento normales, le tomamos un cierto miedo a las dichosas orzas, pensando que son muy quebradizas. Ahora pensamos que quizá tuviera algún defecto interno.

El sol hoy no ha asomado, tenemos un día gris y tristón.

Posición a las 12 horas UTC
Latitud: 16º 10´ 85 N
Longitud: 22º 13’ 36´ W
Temperaturas del aire entre 20,2 y 23,4
Temperatura del agua: 20-21º
Millas navegadas en las últimas 24 h: 177 Nm
Millas navegadas desde Melilla: 14.407 Nm
Distancia a Brasil: ainda abonda
 

Ayer, a mediodía, hablamos por la BLU con nuestro amigo Pablo del CELEBRATION. Se le oía lejos, claro que está en Fuerteventura, pero se le oía cariñoso, como siempre.

Se nos olvidaba contar que ayer la potabilizadora principal hizo ¡plof! Había quedado pendiente el ciclo de lavado con agua dulce del día anterior y por aquello de los nervios que llevábamos encima con la situación de viento, barco y demás, se puso en marcha sin abrir el grifo de fondo correspondiente. A los 2 ó 3 minutos se paró y el capi, en visita rápida a la sala de máquinas, se encontró la sentina llena de agua salada. Probablemente un manguito o latiguillo haya reventado. Dada la posición en que está montada la desaladora, es imposible ver el alcance de la avería sin desmontarla completamente y quitarle la desaladora pequeña que tiene en la chepa. Sesión de achique y limpieza de la sala y hasta que estemos en puerto no dispondremos de esta máquina. La desaladora pequeña, a 24 V, se podrá utilizar aislando el circuito de entrada de agua salada de su hermana mayor. Tenemos los dos tanques full, con los que podríamos llegar hasta la Patagonia, “sin exagerar” y en cuanto mejore la mar empezará a usarse la pequeña.