Ahora Horta

El martes, después de compartir una última comida en la Teresinha, tasca local bien auténtica, con nuestros amigos del Celebration, Paula y Pablo, embarcamos en el PRATI que nos esperaba, solitario y triste en el fondeo.

Por cierto, la posición en Flores es:
Latitud.- 39º 22’83 N
Longitud.- 31º 10´04 W

Ellos permanecieron en el dinghy, bajo una lluvia fina y persistente, hasta que  estuvimos libres y arrumbamos la bocana. Quedan un poco solos en Flores, así pueden volver a su vida tranquila sin las interferencias de estos socios tan marchetas, los del Peregrina y nosotros mismos, a cambio, seguro que nos echan un poco de menos. Volveremos a encontrarnos, posiblemente en Canarias, lo nuestro es un hasta luego.

En el PRATI, empiezan las maniobras normales, izar velas y buscar el mejor rumbo para aprovechar el viento de ese momento y el previsto para las próximas horas. La visibilidad es bastante mala y la lluvia no cesa.

La navegación, con este mal principio, se desarrolla sin ningún incidente, navegando a vela con velocidades de 7-8 kts. y vientos portantes de F-4. Todo estupendo, salvo el sueño, que una vez perdida la costumbre de las guardias, nos ataca de manera inhumana.

A las 9 de la mañana, dando la vuelta por el N de Faial, el viento se queda y tenemos
que arriar. No hay queja, han sido 18 horas a vela y 1 hora a motor, para recorrer 137 nm.

Entramos en el puerto de Horta y parece que fue ayer. Todo sigue igual, lleno de barcos, en varias filas, como es habitual. Desde la marina nos hacen señas de que no hay espacio, nosotros sin hacer mucho caso, buscamos donde meternos. Vemos un catamarán, que solo tiene al costado un monobarco y allá nos dirigimos para hacer el sándwich. En la proa hay hasta 3 catamaranes abarloados, por popa, cinco monocascos, esto es un puzzle tremendo.

Una vez asegurado el barco, con la ayuda de los vecinos, ligero aseo y al Peter. Otro lugar que rebosa, no hay sitio y tenemos que ir a un restaurante que han abierto dos puertas más arriba y al que suministran el género desde la casa madre. No es lo mismo, pero se come tranquilo y bien.

Después nos hicimos un recorrido para visitar a los conocidos que pueden estar aquí. Hemos coincidido con Sebastian, un argentino que cruzó cuando nosotros y al que oímos en la Rueda. También están aquí los del Luthier, Catarina y Dorival, con los que llevamos coincidiendo desde que nos conocimos en Natal. Les están gustando mucho estas islas aunque se quejan del frió. Es lo que hay.

Sentimos no haber coincidido con el Summer Time, que acaba de zarpar rumbo a Irlanda, por la noche pudimos hablar con ellos por la BLU, por unas horas no nos hemos conocido.

Una buena siesta pone el remate a esta llegada a la meca de los navegantes a vela. El día está gris y triste, llueve intermitentemente e invita a dormir, sobre todo a los que vienen con sueño atrasado.

El nuevo día, mucho más claro, trae más movimiento al puerto. Empiezan los problemas. Nuestros vecinos piensan que es problemático que sigamos aquí. Tenemos que buscar nuevo atraque.

Nos dicen en la marina que va a salir en breve un barco y podremos ocupar su sitio. Sin pensarlo más nos preparamos para estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. Nos acompaña, para ayudarnos en las maniobras, un simpático vecino francés que habla muy bien español, él se autodenomina Paco, en español.

Entramos en la dársena norte entre barcos a ambas bandas, al frente un estrecho que no permite más de medio metro por cada banda. Seguimos avante y resulta que nos hemos pasado de frenada. Nuestra plaza ha quedado atrás. Los dos barcos que estaba previsto que salieran siguen en su atraque y provisionalmente tenemos que amarrarnos a un barco chiquitín que está en segunda línea con medio palmo a proa y a popa.

En cuanto se mueven los que ocupan la plaza, maniobra hacia atrás, ésta aún más complicada, aunque el viento es el perfecto para esta situación, viene de popa redonda. Le pasamos a todos los barcos, lamiendo costados y popas y milagrosamente, sin tocar a nadie, nos instalamos en el dique principal. El capi, fumando un puro, la first mate con los nervios de punta. El resultado maravilloso, ahora estamos de lo más bien.

Revisión, reajuste, reapriete, re de todo y al Peter a comer. Vamos con prisas porque nos han comentado que cierra la cocina a las tres, ya lo son y nos ocupa el hambre. No era cierta la información, comemos estupendamente unos espetones de lulas y camaroes, mientras nos acompaña Juan Pablo del velero DOS + DOS, al que conocimos la última tarde en Flores.

Nuestra posición en Horta es:
Latitud.- 38º 31´97 N
Longitud.- 28º 37´50 W