20 de Abril. Ya estamos en Trinidad

A pesar de la pereza que nos dominaba, un fuerte swelling (especie de resaca que hace que los barcos navegáramos permanentemente en el fondeo y convierte en toda una aventura el llegar y salir con los dinghys a la playa) nos acabó de decidir a abandonar el tranquilo Charlotteville.

Hemos pasado aquí unos días maravillosos, de completo relax y calma. Dedicados a pescar, no hacer nada, pescar, tomar cervecitas en el pueblo, pescar, hacer reuniones en los diferentes barcos, pescar, un poquito de snorkel para disfrutar de los peces de colores y poco más.

Hubo un momento en que coincidimos diez veleros sobre la bahía, parecíamos una pequeña ONU, nos reunimos navegantes de Francia, Inglaterra, Alemania, Dinamarca, Estonia y España. Siempre ha habido un buen rollo entre todos y Carlos, a pesar de las opiniones de alguna viborilla, ha proporcionado pescado para alguna de las comidas de grupo. En total ha capturado: el pequeño túnido del cachondeo, doce big eyes, alguno de muy buen tamaño, varios pececillos sin nombre conocido y un pez caballo. Este último nos habían dicho que era bueno para comer, por las dudas preguntamos a un pescador local y fue por la borda. Después vimos uno más pequeñito comiendo corales encantado de la vida. Cuando los peces se alimentan de coral pueden contraer una enfermedad llamada ciguatera que transmiten a los humanos y provoca una enfermedad que llega a ser mortal en casos graves, por ello siempre es recomendable preguntar a los pescadores locales antes de comer ninguna captura.

El día 19, tempranito estábamos en Charlotteville para tramitar la salida. Después nos despedimos del rasta que regenta el bar favorito de los navegantes y que es una persona muy agradable, hicimos un recorrido por los pocos barcos que quedan fondeados y procedimos a levantar el fondeo. Justo cuando estábamos saliendo de la bahía, ya con la mayor izada, aparece un barco que nos saluda en español. El Cóndor, con el que habíamos hablado varios días en la Rueda Argentina y que llevaba días sin aparecer, llega en ese momento a Tobago tras su cruce Atlántico. Bajamos mayor para poder aproximarnos y charlar un poco con ellos. Antonio, a quien conocimos en Azores hace años y Jaime, un argentino, son los profesionales que están trasladando este barco español a Venezuela. Sentimos no haber podido estar más tiempo con ellos, otra vez será.

Tuvimos una navegación buena, con un par de bordos, rentabilizamos el viento suave y realizamos en cuatro horas las 27 millas que nos separaban de Playmouth, donde fondeamos en cinco metros, próximos a una gran playa, en la que abundan los resorts y hoteles. Muy cerca está el parque natural de Bucco Bay, que es un lugar muy destacado en las guías turísticas para buceo y snorkel. El abrigo es insuficiente y no hemos tenido una noche muy confortable, pero de esta forma podremos llegar a Trinidad navegando siempre de día. Ventajas del fondeo: wifi gratis, música en vivo ídem, espectáculo precioso a la puesta de sol con una gran bandada de pelícanos pescando y buen tenedero. Inconvenientes: luces agresivas en el consabido campo de críquet y meneo permanente.

Día 20, un buen madrugón, a eso de las cinco de la mañana, que resulta que ya se ve y está todo en orden, el mar en su sitio, la costa en el suyo y ya se puede navegar, eso hacemos.

De momento no hay ni mijita de viento. La previsión meteorológica es de 10-12 kts. del ESE, lo que parece fetén. Una hora después ya tenemos casi cinco nudos de viento. Izamos mayor y largamos el génova mientras mantenemos el motor en marcha, esperando la subida del viento. Nos hemos quedado con las ganas. Eso si, como es de través, las velas ayudan y con un motor a pocas revoluciones y la corriente a favor, hacemos medias de 7-8 kts. El tráfico es intenso, barcos rápidos de pesca deportiva, ferrys a 38 kts. que comunican Trinidad con Tobago, mercantes de todos los tamaños. Vamos, que hay que estar bien despiertos en la aproximación a Trinidad.

Esta isla es muy montañosa, tiene dos picos de casi mil metros de altitud y se ve desde las costas de Tobago.

– Que guapu ta hoy el mar ¿eh?
– Ta guapin, ta (falaban Pinón y Telva)

Veníamos los dos sentados en el puesto de gobierno de babor contemplando la costa de Trinidad, con un gran manto de nubes algodonosas sobre la isla, blancas, muy blancas, el mar verde esmeralda. A motor vamos navegando, con mayor y génova ayudando un poco. De repente vemos en el horizonte cercano una línea divisoria como si de una carta náutica se tratara, una línea que separa aguas claras verde esmeralda de aguas oscuras azul-verdoso. Estamos bajo la influencia del río Orinoco, veinticuatro millas al W de la salida de Boca de Monos, (abertura norte del golfo de Paria), hasta aquí llega las influencias del río y cuando se juntan sus aguas con las del mar, forman un espectáculo muy curioso. Es decir, a 45 Kilómetros de la salida al océano se aprecia con claridad su influencia. El paso por encima parece irreal, pero es verídico.

Aunque ya veníamos advertidos de esta circunstancia, cuando ocurrió, nos sorprendió también.

A las tres y media, hora local, estamos recorriendo Chaguaramas y buscando un lugar donde dejar el cata. Vamos despacito y de repente oímos, Magdalena, Magdalena, Alberto. Se presenta en su dinghy, a toda velocidad, Alberto del TOBAGO con el que tanto hemos charlado en la Rueda Argentina, nos ha visto y viene raudo a ayudar. Nos abarloamos a un pantalán que pertenece a la Marina CrewsInn y tras los saludos, salimos raudos para tramitar nuestra entrada en Trinidad antes de las 4. si vamos más tarde hay que pagar una tasa especial.

En poco tiempo todo está resuelto, volvemos a la Marina que es una chulada pero está completa a excepción del pantalán exterior en que estamos nosotros. Viene a ser como quedarte en medio de la calle y viendo como a gran velocidad pasan lanchas y lanchas bien cerca de nosotros. El precio es bastante caro y solo nos quedamos esa noche hasta ver lo que tenemos alrededor. Tenemos lo que esperábamos, un lugar donde se estabulan barcos de todos los tamaños, calidades y aspectos. Los que estamos aún a flote, suele ser en espera de ser sacados para pasar una larga temporada en seco.

Un poco más lejos, también fondeados, hay mercantes y grandes pesqueros. Lanchas rápidas llevan y traen a sus tripulantes, de día y de noche.

Ya hemos ido al astillero con el que pensamos hacer los trabajos y ahora están estudiando todo lo que Carlos ha ido añadiendo a la lista inicial. Mientras tanto estamos en una boya, bien salseados por las lanchas locales, los water taxis, el swelling que anoche fue tremendo, etc. etc. y por las tardes reunidos en el bar con nuestros nuevos amigos de navegación, tomando cervecitas, contando batallas, vamos, lo natural.

Como aún no hemos visitado la isla, dejamos esa parte para otro día. Hasta el momento solo hemos visto su ladera norte, muy abrupta y sin ninguna construcción a la vista, la Boca de Monos, por la que hemos accedido, entre Trinidad y la Isla de Monos y esta bahía de Chaguaramas en la que los pelícanos quieren competir en número con los barcos.

Luego dicen algunos que si escribimos poco, que si esto, que si aquello. Todo lo contamos, cuando hay algo que contar y así seguiremos haciéndolo si bien aquí no habrá aventuras a vela.

4 thoughts on “20 de Abril. Ya estamos en Trinidad

  1. De pequeñïn era mi madre, con los años fué mi padre, ya de chaval fue Superman, de adolescente el futbolista de turno, y ahora sois vosotros el referente a seguir.
    Estais llevando a la práctica el sueño que yo aún estoy por hacer y que no se si conseguiré algún día.
    No os he escrito antes por que primero quería leer todas vuestras singladuras, ahora que ya «os conozco» me animo a ello, sobretodo para animaros en los momentos buenos, así como en los malos.
    Un abrazo
    Fer.

  2. Que bien. Estupenda lección de geografia y oceanografia. por fin nuestros heroes se dignan daros explicaciones. El principio de solidaridad obliga a los ricos a dar explicaciones a los pobres y asi evitar grandes brechas sociales que luego terminan donde terminan…. Los pobres con estos relatos, nos dormimos tranquilos. Si sospechamos que nuestros lideres se lo es´tán pasando bien, dedicados a la molicie, sin poner unas líneas en este cuaderno en el que viajamos el pueblo llano, aflora la envidia, las criticas al tamaño de las capturas etc etc. Luz y taquigrafos (fotos y letras) para contentar al populacho
    Muchas gracias

    Jesús

  3. Tengo un sueño similar en la cabeza… con el PER ya puedes levar anclas de este modo?

    Y la pregunta de marras… Sé que hay que invertir muchos en un barco. Imagino que gran parte de vuestros ahorros de toda una vida se han ido para comprarlo.

    Espero que me respondáis, enhorabuena por la valentía.

Comments are closed.