La Bahía de Chaguaramas

La Bahía de Chaguaramas en Trinidad, no es precisamente el paraíso. A pesar de lo que vemos en algún comentario, no es el éxtasis paradisíaco el que nos mantiene calladitos, es más bien no tener mucho que contar.

Seguimos en espera de presupuestos y condiciones para hacer las reparaciones que teníamos pendientes (golpe en el casco de estribor, vibración de la hélice del mismo lado, piloto automático principal, pintura de fondos, además de otras muchas pequeñas cosas). Para complicar un poco más el asunto, ahora se nos ha ocurrido instalar un segundo generador diesel, de pequeño tamaño, solo para cargar baterías y una desaladora a 24V para que trabaje directamente con las placas solares. Ya hemos encargado subir la línea de flotación diez centímetros porque el barco cada vez es más pesado.

Nos han aconsejado, en el boatyard con el que estamos tratando, que todos los temas de electrónica, electricidad e instrumentación, los hagamos en Martinica. No nos dan ninguna garantía de que aquí pudieran hacerlo bien. Como consecuencia y teniendo en cuenta que los trabajos de aquí, bancadas y grifos de fondo para los nuevos equipos, no los pueden empezar hasta primeros de junio, cuando quieran estar listos, nos encontraremos en plena temporada de huracanes y el PRATI, de momento, no navega cuando hay huracanes.

Conclusión, es posible que el viaje a Martinica sea a finales de noviembre o principios de diciembre y que tengamos por delante un largo periodo de secano. Lo de secano también es un decir. Para el PRATI que tendrá que quedarse aquí solito, toda la lluvia del mundo. Parece ser que en la temporada de mayo a noviembre cae agua cada día y everybody habla de que los barcos se vuelven verdes de la tremenda humedad y el verdín que se forma.

Nuestra otra actividad son las relaciones personales. Aquí hemos coincidido con algún barco de los que estaban en Tobago, en Piratas Bay, como es el caso del Tahaa Tiva, el Pjuske y el Tè Theag, hemos conocido muchos nuevos, como el Tobago, el Tacabanda, el Bicoque, el Penélope y con cada uno hemos conocido curiosas historias.

A reseñar el caso del Penélope, un catamarán Catana que venía navegando a vela, en la noche, desde Granada a Trinidad y que fue abordado por un mercante o similar que además de dejarles hechos unos zorros todo el costado de estribor, se dio a la fuga el muy hijo de su madre. Probablemente seremos vecinos de astillero.

De los casos positivos, en el Tobago nos agasajaron con cocina mexicana. El barco y su capitán, Alberto, son italianos, su almiranta, como dicen en latabernadelpuerto.com, Atziri, es mejicana y fue la que cocinó ese día.

En el Tacabanda, cocina italiana, también capitán, Giuseppe y barco italianos y almiranta, Silvia, española. Aquí cocinó el capitán que en su vida anterior era chef de cocina. Cenamos chupi, para despedir a los tobagos, que estarán volando en este momento hacía Italia.

El Bicoque es catamarán, también Catana, de bandera EEUU y propietario francés, residente en Boston. Llegó aquí en solitario y se presentó invitando a champaña y foie gras. Compartió con nosotros el arroz con bacalao que ya estaba cocinado y cenamos en su barco al día siguiente. Añadió al foie y al champaña, pato a la naranja y tinto de Burdeos. Sin comentarios.

Visitamos la capital Port Of Spain, con Cristian y Martinne, del Tahaa Tiva. Primero para ver el mercado de frutas y verduras del sábado y luego callejear, ver tiendas y comer en un bareto de cocina local. Como es habitual en el Caribe, los desplazamientos se hacen en unas furgonetas para 12 ó 14 personas, que paran en cualquier lugar y cobran a bulto para los turistas. Los nativos tienen claros los precios.

Este año en Chaguaramas hay una situación especial, según dicen los locales, los pelícanos han acudido en masa, cientos de ellos, atraídos por la inmensa cantidad de peces muertos que aparecen todos los días flotando. Hay quien dice que habrá algún vertido tóxico que lo provoca, pero aún no sabemos la razón. Lo que está claro es que aquí nadie se mete al agua a pesar del calor húmedo que es bastante incómodo.

Hemos coincidido, tomando cervezas, con un buen grupo de trabajadores gallegos que están en un barco holandés instalando tubería submarina. Aquí tienen algo así como el barco taller y próximamente llegará el barco principal que tiene 500 metros de eslora.

Otro de los aspectos que se nos había olvidado comentar esta vez, es la vida lujosa que llevamos algunos armadores de barco velero. Esta semana, dos veces, ha rebosado la mierda de un holding tank a las sentinas. Los armadores, sin mascarilla ni na, a bayoneta calada (la fregona) se enfrentaron con la flota enemiga dando muestras de valentía y pundonor. ¡Jo!, que vida.

Ya veníamos con unos de los holding tank (tanque de kk) atascado, por bloqueo de la válvula principal del grifo de fondo, el capitán ha hecho todo tipo de intentos para desbloquearla. También ha colaborado, amablemente, uno de los mecánicos gallegos, que tampoco pudo resolver. Seguimos con los problemas de los dos tanques de babor y en el boatyard ya nos han adelantado que sus operarios no hacen este tipo de trabajos. Otra vez sin comentarios.

En breve subiremos lindas fotos de la travesía desde Tobago y de la estancia aquí.