Día 1 de Abril. Ambiente Caribe

A las 12 UTC (las 9 en nuestro reloj de Brasil) estamos echando el ancla, en 15 m. de sonda, enla bahía de Man of War, enfrente de Charlotteville, en el N de Tobago.

La entrada ha sido un poco peliculesca, el paisaje es parecido al de Walallibú, donde se rodó Piratas del Caribe, las brumas matinales y los rayos de sol que las penetran dan una sensación de misterio e intriga.

Las últimas ocho millas, en el único bordo de la travesía, amurados a babor, han sido a vela hasta el fondeo.

Ayer a media tarde tomamos un segundo rizo en mayor para frenar los caballos que venían un poco desbocados y llegar de día a nuestro destino. Así ha sido y con cálculo milimétrico, de esos que al final resulta milagroso que se cumplan, hemos llegado con la luz del alba a la entrada de la bahía y al fondeo sin ningún problema. Para que no nos riña Mercelú.

Por tratarse de una travesía larga, en Salvador enrollamos el saco de la mayor sobre si mismo y vinimos con la vela descubierta desde la botavara. Esto, que para navegación resulta cómodo y seguro, porque las maniobras con los rizos quedan a la vista, cuando llega el momento de arriar la vela queda hecha un desastre y da mucho trabajo volverla a su sitio.

Recién llegados, sin desayunar, tuvimos un par de horas de trabajo entre ordenar las velas y cabos, soltar el dinghy que venía bien asegurado y ponerle el motor y quitar la sal a lo más delicado. Tenemos una auténtica salmuera a bordo. Los últimos 6-8 días no ha caído una gota de agua del cielo y muchos rociones han hecho de las suyas.

Una vez más, salvo dos o tres excepciones muy cortas, hemos tenido muy poco viento toda la travesía. Lo mejor que te puede ocurrir, ya que seguimos en la tesitura de llegar sin problemas y no más rápido.

La travesía por tratarse del Atlántico W, sobre el que machacan los alisios continuamente, en general ha sido incómoda, a excepción de 3 o 4 días. Siempre el mar por el través, machacando el costado de estribor y provocando balances bruscos y duros que incomodan la vida a bordo. El tiempo tampoco ha favorecido mucho, demasiado gris, poco sol, pocas estrellas.

Como encima no hemos cruzado nada, cuando llegamos no pudimos decir aquello de: ¡hemos llegado a América!, porque ya estábamos aquí, como que no ha prestado lo suficiente el final de una travesía de casi 2.600 millas y nos hemos perdido la celebración correspondiente. Ya nos inventaremos otra cualquiera.

Pasaremos por aquí, según teníamos previsto, unos días de relax y de fondeos agradables. El primero lo es, el agua es súper cristalina y el ambiente es puramente Caribe.

Posición a las 12 horas UTC
Latitud: 11º 19´55 N
Longitud: 60º 33´06 W
Rumbos: 315º a 322º y 213º
Temperaturas del aire entre 25,5 y 32,5º
Temperatura del agua: 27-28º
Millas navegadas en las últimas 21 h: 148 Nm
Millas navegadas desde Melilla: 7.628 Nm
Distancia a Tobago en rumbo directo: 0 Nm

Resumen de la travesía: Hemos navegado 2.557 Nm, el equivalente a una travesía atlántica, en 385 horas, con una velocidad media de 6,64 Kts. a vela 355 horas y a motor 30.