Ayer por la tarde después de aquel nubarrón, se sucedieron otros tres o cuatro más, con la ventajilla de que la mayor seguía con un rizo y en los siguientes ni enrollamos el génova, no hizo falta. Eso si, expectantes estuvimos en todo momento.

Llegó la noche, el tiempo se estabilizó y las estrellas y un cuartito de creciente nos fueron acompañando la travesía.

El día amaneció plácido y soleado, continuamos a vela milagrosamente, pues no soplan vientos por encima de 5 kts. durante largos ratos y las rachas de vez en cuando llegan hasta los 8-9 kts. Lo que es bien cierto es que el barco navega que te cagas, con vientos entre 3-5 kts. hemos hecho medias horarias superiores a 4 kts.

Nos estamos cruzando continuamente con grandes mercantes que suben y bajan la costa brasilera. En otras ocasiones de navegaciones largas hacemos referencia al tipo de barco, la bandera, la eslora, etc. en este momento el relato sería un coñazo, son tantos y tantos que es como contar el número de coches que pasan por La Castellana.

Catorce versos dicen que es soneto y en mi vida me he visto en tal aprieto…… burla, burlando van los tres delante. Efectivamente ya hace tres días que zarpamos de Salvador y de momento ningún aprieto. La navegación es espectacularmente agradable.

Hoy tengo que referirme a dos aspectos importantes en mi vida. Uno nostálgico y triste. Tal día como hoy hace 34 años, fallecía en Navia, mi padre “Don Luis”, pues así le llamaba todo el pueblo. ¡Que gran persona! Un melanoma maligno y maldito sesgó su vida, aunque peleó duro, durante siete años, contra el. En aquel momento yo estaba en la mili en Canarias. Ese mismo año terminaría mi carrerita de Ingeniero Técnico Industrial y al año siguiente me casé con Magdalena, mujer a la que quise, quiero y querré. Ella me ha acompañado en todos los avatares de mi vida, buenos, malos o regulares. Aunque bien es cierto que la mayoría han sido buenos.

Trabajé durante unos cuantos años por cuenta ajena y en el 87 emprendí una carrera
empresarial, a la que dediqué lo mejor de mi mismo hasta el año 2.002 y de la que me siento muy satisfecho, pues hasta la fecha el éxito, razonablemente, nos ha acompañado. Espero que esta situación perdure en el tiempo.

Ese año fallece mi madre y comienzo el despegue, soltando amarras de la vida anterior. Un par de años de solape con mi sustituto, para ir cediéndole mis conocimientos empresariales y en 2.004, a navegar. De aquello hace 32.000 millas y un sinfín de vivencias y nuevos amigos, casi ná.

Todas estas cosas son las que mi padre no pudo ver por culpa del maldito melanoma.
¡Que pena! Con lo que le hubiera gustado verlo y a mi que lo viera. La vida es así.

El otro aspecto es alegre y de celebrar, aunque quedó marcado por el anterior, por la
coincidencia en la fecha, se trata del cumpleaños de mi hermano Luis. Happy birthday, my brother. Apenas cumple …..entaytantos y está como un chaval, tiene cuerda para rato y aún le gusta trabajar. Menos mal, porque si todos fuésemos como yo, ZP lo tendría crudo para levantar el país.

Para ellos dos, la dedicatoria de este espléndido día de navegación.

Como se puede observar, cada día vamos más despacio y más plácidos.